Aquel verano En Aquella tarde nublada, recuerdo ese 26 de abril
Enviado por William José Morelo Herrera • 16 de Septiembre de 2016 • Tarea • 3.110 Palabras (13 Páginas) • 270 Visitas
Aquel verano
En Aquella tarde nublada, recuerdo ese 26 de abril, después de aquel verano la logro ver, no había cambiado en nada. Su piel blanca y tierna, su cara alargada, esos ojos color miel que me deslumbraban cada vez que la miraba, su cabello largo como una cascada y negro, de estatura baja, su aspecto es el de una mujer elegante y sofisticada, su nombre es Elizabeth. Me encontraba yo en las calles de mi tierra natal Suecia, rodeada por bellos centros comerciales, llenos de flores, y de abundante personas. La vi salir de aquel centro comercial de ropa, pero esta vez estaba acompañada de un tipo alto, mostraba autoridad, bien vestido, tal parece la ropa que tenía puesta reflejaba un gran estatus, lucía un cabello corto color castaño, su color de piel era blanca; por lo contrario mi aspecto era de un tipo alto, mi color de piel morena, soy de contextura gruesa, mi cabello es corto de color castaño, mi contorno de cara es alargada, mis ojos son grandes de color negros, mis cejas y pestañas son alargadas, pero mi nariz no es muy bonita, mi boca es pequeña, y mi vestir es el de una persona corriente. En ese momento que la vi salir de aquel centro comercial, me encontraba yo del otro lado de la calle del centro comercial, Elizabeth reflejaba en su cara una sonrisa, parecía ser feliz al lado de aquel tipo. En ese instante me transporte a todo lo que vivimos juntos, recuerdo todo de ella; no me logro ver con el andar de tantas personas, aquel tipo reflejaba que provenía de una familia pudiente y adinerada, le daba tal parece a Elizabeth todo lo que yo no podía, pero nuestro amor fue tan puro y tan leal, que no creo que así sea la (el) de ellos. Decidí alejarme, no quería que me viera. Seguí caminando me trate de ocultar dentro de la multitud de personas, se hizo de noche y decidí ir a mi casa, llegue cansado porque mi único medio de transporte son mis piernas, entre a la casa y llegue a la cocina me prepare algo de comer, estaba cansado, subí a mi alcoba, me bañe y me tire a mi cama, no pude dormir pensando que al verla de nuevo me removiera todo, pero sabiendo que esta vez ya estaba acompañada. Recordé en ese instante que no podía dormir aquel verano en cual vivimos pasión, amor, me dejo marcado para siempre y me imagino que a ella también, pero por cosas del destino lo nuestro no pudo ser. Cuando el verano se terminó, sus padres decidieron alejarla de mí y mandarla a estudiar a Paris, desde ese momento mi vida sin ella ya no era lo mismo; entonces quise alejarme de igual manera como lo hizo ella. Elizabeth se marchó a parís a estudiar así lo querían sus padres, yo escogí prestar el servicio, dure tres años, luego de prestar el servicio regrese a mi ciudad natal Suecia en la cual conocí a Elizabeth. Llegue a la casa de mi padre, y al momento de entrar a la casa me (ario) él y con una gran sonrisa me dijo: ¡hijo me alegra tanto verte estos tres años has sido los más solitarios para mí, pero cuéntame tu ¿cómo estás?, -yo le respondí, yo estoy bien padre, pero tú te has colocado viejo en estos tres años, regrese con muchas ganas de volverte a ver de nuevo, pero cuéntame de tu vida, que más?, nos adentramos a la casa y seguimos charlando sentado en un sillón viejo con roteduras que está en la sala, los días, meses y un año paso y desde esa tarde que vi salir a Elizabeth de aquel centro comercial, no la he vuelto a ver, finalmente mi padre murió, ya de lo viejo porque mi padre gozaba de gran salud, después de esto quede solo en el mundo; decidí reconstruir la vieja casa que herede de mi padre, en tanta soledad que vivía invitaba a Carmen a que se quedara con migo a dormir la cual era viuda, su esposo había muerto en la guerra, esa era mi vida para no sentirla tan sola buscaba a alguien con quien estar.
Pasaron días después de haberla visto en aquel almacén. Pronto se anunció en los periódicos la gran boba: Elizabeth se casara con el gran Alejandro, en ese momento decidí verla para que se enfrentara con la realidad y dudara de aquel amor que le estaba ofreciendo Alejandro. Así fue, decidí salir y buscarla, ya ella había terminado sus estudios y sus padres decidieron casarla con el mejor afortunado, cabe decir que Elizabeth también provenía de una familia muy adinerada que no se conformaba con miserias. Como todos los días yo salgo a caminar por las calles de la ciudad y decidí caminar un rato, en aquel momento del recorrido me pareció verla bajar de su gran coche, se estaciono en una gran tienda para bodas. El momento llego y decidí esperarla afuera desde el otro lado de la calle, así fue era el momento perfecto, Elizabeth salió del almacén de compras, no dude en ningún segundo y de inmediato pase la calle; al tenerla en frente de mí, solo basto con la mirada para que se acordara de mi inmediatamente, me dijo sorprendentemente ¿Jonathan?, no aguante las ganas de tenerla cerca y le dije: ¡sí, soy Jonathan! y ya sé que te vas a casar. - Pero recuerda lo que paso aquel verano todavía hay tiempo para que te des cuentas con quien de verdad quieres estar-. Note en la mirada de Elizabeth que al parecer le había puesto en duda todo los sentimientos que sentía por su prometido, le dije que habláramos un poco de nuestras vidas; fue así, acepto hablar fuimos a un café cerca de ahí, pedimos dos café, elizabet estaba un poco rara y de inmediato me dijo que ¿sí que había pasado con migo? –le dije que después que ella se había marchado a parís a estudiar, me fui un tiempo a prestar el servicio luego de pasar los tres años allá, regrese a la casa de mi padre pero al año murió, decidí entonces reconstruir la casa que un día quisiste que construyera, pero ahora quiero saber de ti cuéntame un poco de tu vida-. Elizabeth me dijo -que fue mandada por sus padres a estudiar a parís para que me alejara de ti y allá conocí a Alejandro, Salí un par de veces con él, entonces le empecé a gustar, decidió pedirle la mano a mis padres, ellos aceptaron igual que yo-, note a Elizabeth muy confusa y me grito diciendo -¿por qué no me escribiste?, así tal vez me hubiese esperado y yo igual- yo le dije: -sí te escribí durante varios meses, pero no llegaba ninguna respuesta yo me desespere y te mande la última carta que era para despedirme y decirte que si no respondía a esta última carta entenderé que quisiste seguir tu vida a parte de mí-, de in mediato Elizabeth me respondió -que ella no había recibido ninguna carta-, pero yo le dije que eso en el momento no importaba que lo que realmente importaba era los dos -tienes que decidir si con quien quieres estar si con tu amor verdadero el cual viviste en un verano o preferir a un galán con grandes sumas de dinero- , -sé que tu familia no me quiere porque no estoy bien económicamente, pero tú eres la que vas a decidir-, Elizabeth me dijo -esto no está bien Jonathan entre poco me voy casar, amo a Alejandro y es lo mejor para mí, será mejor que no nos veamos-, sulfurado le grite -¡eso es mentira!, yo sé que a quien realmente amas es a mí ¿porque lo ocultas?-, elizabet me dijo -¡no sigas más! será mejor que no nos volvamos a ver- Elizabeth se paró de la mesa y se marchó en su coche; desde ese día supe que Elizabeth todavía sentía algo por mí, pague la cuenta y me marche hacia mi casa.
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