Arbitraje

Se considera que las bases doctrinales y jurídicas sobre las que descansa el arbitraje de forma semejante como se conoce en nuestros tiempos, estaban establecidas en el Derecho Romano.

Su inicio histórico en el procedimiento judicial ordinario, nació en el momento en que los Jueces dejaron de ser elegidos por las partes y pasan a ser nombrados por el pretor de manera soberana. Específicamente el reconocimiento a las partes para que privadamente, pudieran resolver las controversias delegando el fallo a un tercero, muestra el punto de inicio y formación jurídico técnico del arbitraje en el Derecho Romano.

Luego se puede ver que en la Edad Media, la burguesía encontró en el arbitraje, el instrumento idóneo para dirimir con seguridad y rapidez sus controversias comerciales entre los diferentes gremios y corporaciones. Este procedimiento contrastaba con la justicia que administraba la máxima autoridad del Estado, la cual estaba llena de barreras y dificultades procesales, que hacían el proceso lento y pesado.

Si bien el Arbitraje se consagra expresamente en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (CRBV) a partir de 1999, hay quienes afirman que el primer vestigio de esta institución se remonta a la Constitución de 1830 (Gómez y Pérez). Además, otro autor refiere que el Arbitraje se hace presente en Venezuela, desde la conquista y la colonia, a través de las leyes españolas, y luego de la disolución de la Gran Colombia, todos los Códigos de Procedimiento Civil (CPC) (a partir de 1936) lo reconocieron y regularon con cierta amplitud.

La evolución de los derechos colectivos del trabajo, mucho más influyentes y decisivos en el seno de las relaciones sociales de producción que los derechos individuales, pasó por una etapa inicial de prohibición o represión donde el conflicto era rechazado y la huelga considerada como un delito. A pesar de la represión inicial los conflictos laborales siguieron sucediéndose porque las causas que los provocaban subsistían, y se pasa entonces a una etapa de tolerancia donde las hostilidades del movimiento obrero obligan al patrono a pactar con los trabajadores y empieza a dejar de ser temerosa la acción huelgaria. Finalmente, se llega a una etapa de juridificación donde la huelga y los derechos colectivos en general se positivaban al ser incorporados y regulados por los ordenamientos jurídicos de los Estados modernos. Por lo que se han establecidos medios alternativos de resolución de éstos conflictos, entre los que se encuentra el Arbitraje; el cual tiene una naturaleza jurisdiccional porque mediante él, al igual que ocurre con la jurisdicción que ejercen los tribunales como órganos del Estado, se determina el derecho de dos o más partes en conflicto o se dirimen las controversias de relevancia jurídica que entre ellas existan mediante decisiones con autoridad de

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