Arquitectura de interiores sustenable

La sustentabilidad es una tendencia que ha tenido un auge muy fuerte e importante en los últimos años. El ámbito de la edificación es uno de los que está más enfocado a éste tema, pues es notorio que es una de las mayores fuentes de contaminación en el planeta, tanto en el aire, como en el agua y en el ruido. Por lo tanto, se han desarrollado diferentes tecnologías para contrarrestar estos efectos, pero éste no se ha detenido ahí.

El diseño interior sustentable tiene un enfoque principal diferente; antes que la estética, está la ética. Su objetivo principal es el cuidado del medio ambiente, así como la salud de los habitantes o usuarios de los hogares y edificios.

En éste ensayo, daremos a conocer qué es el interiorismo sustentable; comenzando por cómo y dónde surge dentro del campo de la arquitectura, su importancia hoy en día, así mismo como su aplicación en el interiorismo, los materiales y energías alternas empleadas para su realización y el interiorismo sustentable en México.

Partiendo de sus antecedentes, en 1968, se reúnen 35 personalidades de 30 países, entre los que se encuentran académicos, científicos, investigadores y políticos, buscando como objetivo encontrar y crear soluciones alternas ecológicas para el deterioro ambiental global causado por acciones humanas. Dos años más tarde, a éste grupo se le da el nombre de El Club de Roma, y se legaliza bajo legislación suiza.

Es hasta 1972 cuando se pública su primer informe “Los límites del crecimiento”, poco antes de la primera crisis de petróleo. Según la conclusión de éste informe:

Si el actual incremento de la población mundial, la industrialización, la contaminación, la producción de alimentos y la explotación de los recursos naturales se mantiene sin variación, alcanzará los límites absolutos de crecimiento en la Tierra durante los próximos cien años. (Club de Roma, 1972)

La arquitectura sustentable surge después y gracias a la crisis del petróleo de 1973, en Estados Unidos, puesto que causó un impacto negativo significativo para su economía, desesperadamente comienza a surgir la conciencia de ahorro energético y la búsqueda de una reinvención de la arquitectura. Con la ayuda del informe publicado por el Club de Roma, son los hermanos Olgyay, quienes logran desarrollar una metodología científica para adoptar las soluciones convenientes en cada caso, y es así como al valerse de la biología, meteorología y la ingeniería, surge la arquitectura bioclimática (o sustentable).

Monserratt Cortés, (2015) asegura que: “la construcción es una de las industrias que más contaminan ya que se estima que demanda un 40% de la energía de un país, produce un 25% de las emisiones de CO2, genera un 50% de los residuos sólidos y contamina el aire en un 30%”. Gracias a la situación en la que hemos puesto a nuestro planeta actualmente, nos vemos obligados a aplicar nuevas metodologías de diseño para lograr reducir el impacto ambiental, desde el inicio de proceso de diseño, hasta su ejecución y mantenimiento.

Es sumamente importante la sustentabilidad en la arquitectura, ya que es gracias a ella que son edificados puentes, caminos, edificios, y entre otros objetos que formarán parte del mercado inmobiliario de las nuevas generaciones. La optimización de recursos naturales y sistema de edificación, minimizan el impacto ambiental en construcciones y sus habitantes, en el entorno tanto presente, como futuro.

Una vez edificada nuestra casa o edificio, el interiorismo comienza a formar parte importante del trabajo para poder obtener un espacio 100% sustentable.

Debido a la relevancia que ha tenido el interiorismo sustentable con el concepto de una vida más saludable y amigable con la naturaleza, se creó la certificación LEED (Leadership in Energy and Environmental Design), por parte del US Green Building Council (USGBC), que ha servido como base del diseño interior al dictar cinco criterios para el diseño interior sustentable: ahorro de energía, uso eficiente del agua, reducción de emisiones de CO2, mejoramiento de la calidad del aire, administración de recursos y sensibilidad a su impacto.

Estos criterios se centran en los materiales y su utilización dentro de las edificaciones, así como en el análisis para determinar la manera en que deberán aplicarse.

Las palabras clave del diseño de interiores no son moderno, elegante o chic, sino reciclable, renovable y orgánico. Un diseño sustentable presta atención a detalles como el origen de los materiales, su materia prima, así como el lugar donde fue importado.

Para lograr un diseño de interior sustentable se utiliza, como la primera opción, los materiales “reciclados”. El reciclaje puede llevarse total o parcial, según sea el caso. Algunos materiales te permiten obtener una materia prima, mientras otros te dejan generar un nuevo producto.

Las ventajas del reciclaje son el ahorro de energía, ya que se disminuye su uso al no tener que extraer una materia prima, además de dar una segunda vida a los materiales, tal es el caso de la madera con los pallets como uso decorativo o las botellas de vidrio.

Daniela Barragán es una expositora nacional que se apega a esta tendencia del reciclaje. Ella busca maximizar los recursos y al mismo tiempo crea diseños que son vanguardistas y atemporales. “La tala de árboles se ha incrementado un 35% en los últimos siete años; no se reforesta” (extraído de una entrevista para el blog cream), por eso creó una línea de muebles reciclados, donde la principal obtención de la madera proviene de fincas o haciendas abandonadas; ofrece MDF (madera industrializada) que además de ser más resistente que la madera convencional, es más barata y más fácil de trabajar.

Posteriormente, encontramos los materiales “renovables”, la materia prima proviene de árboles, plantas, animales o elementos de nuestro ecosistema y tienen la habilidad de regenerarse por sí mismos; casi todos los materiales son renovables en un periodo de tiempo relativamente largo, pero sólo se consideran “sostenibles” aquéllos que pueden regenerarse antes del final de la vida útil del producto del que forman parte.

Existe una serie de materiales y productos desarrollados a partir de recursos renovables. El objetivo es generar productos cuya esperanza de vida sea mayor que los ciclos de cosecha de la mayoría de las especies arbóreas. De ésta forma se mantiene un desarrollo sostenible evitando la merma de los recursos naturales.

LEED y otros sistemas de certificación sostenible reconocen los beneficios de utilizar productos derivados de “materiales de rápida renovación” en éstas aplicaciones. Dentro del contexto, LEED define los MRR (materiales de rápida renovación) como materiales

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