Aunque muchos no tenemos el hábito de la escritura, nunca está de más poder aprender y aventurarnos en este arte

Aunque muchos no tenemos el hábito de la escritura, nunca está de más poder aprender y aventurarnos en este arte.

Muy probablemente así comenzaron muchos de los que hoy en día son famosos por sus escrituras, sus narraciones y sus literaturas, sin saber nada más que escribir como todos, cuando comenzamos en la escuela.

Para escribir solamente tenemos que aprender a hacerlo y es en los capítulos de “La escritura creativa” donde aprenderemos como redactar, narrar, describir, entre otros.

En la actualidad es muy común que los niños y niñas comiencen a asistir al kínder o escuela desde muy pequeños, para que así se vayan estimulando. Todos pequeños en su momento soñamos con crear nuestro propio cuento o nuestras propias historias sin tener algún sentido de la literatura como tal más que la estimulación que nos han dado anteriormente.

A pesar de ello muchos de los escritores de más importancia comenzaron desde muy pequeños a escribir, aunque en ese momento veían la escritura como un juego y una manera de simplemente plasmar en papel lo que ellos pensaban, no existían reglas para ellos, sin embargo fue a punta de práctica y mucha lectura que poco a poco fueron entrando en ese ámbito.  Es entonces cuando ya más grandes comezón a tomar el gusto por la escritura y se relacionan de lleno a la investigación como tal.

A muchos de nosotros nos sucede que cuando queremos o debemos escribir alguna historia o relato nos bloqueamos y nos frustramos tanto que muchas veces dejamos tirado el comienzo del que pudo haber llegado a ser una gran historia, muchos otros escritores pasaron y siguen pasando inclusive por esa misma situación, que les toma hasta semanas para volver a retomar.

El escritor Oscar Wilde escribió la frase: “No existen más que dos reglas para escribir: tener algo que contar y contarlo”. Quizás tenemos muchas historias que contar, pero nos ponemos a dudar si en realidad tenemos el talento o no para escribirlas y la verdad es que aunque no se tenga el talento, el tiempo y el aprendizaje ayudan para poder comenzar con la escritura, de igual forma, no precisamente se tiene que ser un profesional o tener muchos estudios para saber redactar o escribir, porque basta con el talento que se consigue con la práctica.

Para poder comenzar a escribir, solo se necesita conocer cualquier situación y agarrarse de ella para comenzar a generar una historia, puede ser una situación personal, un relato ficticio o inclusive cualquier situación que suceda en la calle o en la vida cotidiana de otras personas. Puede ser la historia de alguien más pero, así como algunos pintores se autorretratan, el escritor busca también no olvidarse aunque sea indirectamente de estar mencionado en el relato.

Para uno en lo personal, le es muy común comenzar con escribir historias personales, y las escribimos de la misma manera en que suceden, pero en el aprendizaje de la escritura conocemos que, debemos falsear un poco la historia como tal; esto para crear un efecto en el lector más generalizado y no tan personal del autor, así también poco a poco y con mucha práctica, se irá sacando el yo como autor de las historias; contando historias de hechos no personales.

De igual manera debemos aprender a contar la historia, porque aunque sea una historia que ya ha sucedido antes, si la contamos de una manera aburrida, el lector la va a percibir de la misma manera, también si la contamos de una forma más graciosa o llamativa, el lector la percibirá así, por lo que es muy importante saber cómo se debe contar una historia para obtener la atención y el interés.

A la hora de comenzar a escribir, sucede que automáticamente en nuestras mentes nos comenzamos a criticar a nosotros mismos y a pensar en lo que a los demás les vaya a parecer el relato y eso nos perjudica a la hora de seguir escribiendo, ya que comenzamos a ver errores y hasta horrores en lo que queremos contar, que hasta  nos pausamos y empezamos a bloquearnos en nuestra ideas, por eso es que los escritores recomiendan que uno no debe de parar de escribir hasta no terminar la historia y que una vez ya terminada, se comienza a hacer revisiones sobre si está bien escrito o si está bien la idea que se quiere demostrar al lector.

...