Aztecas, penas y castigos.

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ÉPOCA PRE-COLONIAL

El sistema punitivo en la época histórica pre-colonial fue exageradamente rudo y severo, dando marcada preferencia a  la pena de muerte.

En ésta época, existieron costumbres, leyes y cultos indígenas puros, sin mezclas ni influencias de otras culturas, y la ideología de los pueblos se plasmaba en sus normas sociales, religiosas, e incluso penales.

Ante la llegada de los conquistadores, muchos de estos aspectos de educación familiar, valores, respeto por la forma de ser de otros pueblos, se perdió totalmente.

LOS AZTECAS

El derecho penal fue rudimentario, simple, pero con extrema severidad, símbolo de una civilización que no había alcanzado la perfección de las leyes.

La muerte o el destierro, era la pena principal que le esperaba al criminal que ponía en peligro a la comunidad, sin considerarse recurrir al encarcelamiento.

La ley azteca se consideraba brutal. Desde la infancia el individuo debía seguir una conducta social correcta, ya que quien violaba la ley sufría serias consecuencias.

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Su ley establecía que en la tierra se debía purgar todo delito.

Por estas condiciones se explicaba que la restitución al ofendido fuera la base principal del castigo a los actos antisociales, y ésta restitución se refería más a la venganza.

Para esta cultura, la muerte era algo normal y común. Sus bases ideológicas guerreras hacían que fuera un pueblo acostumbrado a la muerte, la cual, según sus fundamentos religiosos, la veían como una transición al estado divino.

Por este motivo, la pena común era la muerte, solo variaba la forma de aplicarla, dependiendo del delito: decapitación, lapidación, incineración, machacamiento de cabeza, etc.

La considerada peor de todas, era la muerte por descuartizamiento, debido a que morir de esta forma representaba el no poder ser dios en la otra vida.

En la creencia azteca, “Huitzilopochtli, en defensa de su madre Cuautlicue, sale del vientre de ésta y ataca a su hermana Coyolxauqui y la desmembra para dejar de ser diosa”.

Esta pena era aplicada al también considerado peor delito: traición al rey o al estado.

Lo anterior, hace ver que la pena privativa de libertad no la consideraban pena, sin embargo, si empleaban jaulas y cercados para encerrar a los prisioneros, antes de juzgarlos y sacrificarlos.

Dichas jaulas y cercados solo cumplían la función de lo que hoy se conoce como prisión preventiva.

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Actualmente, en la aplicación de la pena, se busca readaptar y resocializar a los delincuentes; los aztecas, en cambio, los mantenían bajo el peso de un convenio tácito o sobreentendido de terror sobre las consecuencias de sus conductas.

Así, frente a las penas aplicables por el pueblo azteca, la cárcel carecía de sentido, pues no concebían el encierro como castigo por el mal realizado.

Por tanto, entre los aztecas, no existía entre ellos algún derecho carcelario.

Concebían el castigo por el castigo en sí, sin entenderlo como un medio para lograr un fin, como actualmente sucede.

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Vivían en pleno periodo de venganza y de ley de talión.

¿QUIÉN JUZGABA Y EJECUTABA LAS SENTENCIAS?

El propio emperador azteca, con el consejo supremo de gobierno (tlatocan) formado por cuatro personas que habían de ser parientes del propio emperador.

Los juicios duraban 80 días como máximo, y se celebraban audiencias públicas, sentenciando sin apelación.

Los ejecutores que se negaran a ejecutar la pena dictada en sentencia, sufrirían la misma pena por otros ejecutores

El pueblo azteca no contaba con ningún sistema ni régimen penitenciario.

La crueldad y severidad en la aplicación de las penas era suficiente para el castigo, y no buscaban ninguna recuperación social del criminal.

PRINCIPALES DELITOS Y PENAS:

• El robo se castigaba con esclavitud, hasta que se restituyeralo robado, o con multa del doble de la cantidad robada.
• El robo en camino con pena de muerte, al igual que el robo en el mercado, correspondiendo muerte por lapidación.
• El robo de maíz, cuando está creciendo en el campo, pena de muerte o esclavitud.
• Hurto de oro, plata o jade con pena de muerte.
• El asesinato, incluso el de un esclavo, pena de muerte.
• La interperancia, que se denominada al vicio del que no sabe moderar sus apetitos, con la reprobación social, el descrédito público y hasta la muerte por lapidación y a golpes.
• La calumnia con el corte de labios y algunas veces también de oídos.
• La violación de las leyes de incesto se castigaba con la horca.
• La sodomía se sancionaba con muerte.

Existe un escrito de Fray Diego de Durán en el siglo XVI, denominado “historias de las indias de nueva España e islas de la tierra firme”, en el que se ofrece una visión más clara del prototipo de cárcel pre-cortesiana:

“había una cárcel, llamada de dos maneras “Cuauhcalli (jaula o casa de palo), y Petlacalli (casa de esteras). Esta cárcel esta en san Hipólito, era una galera grande, ancha y larga, donde había una jaula de maderos gruesos, con unas planchas gruesas por cobertor, y abrían por arriba una compuerta y metían por allí al preso y tornaban a tapar, y poniéndole encima una losa grande, allí empezaba a padecer mala fortuna, así en la comida como en la bebida, por haber sido cruel de corazón, y los tenían encerrados hasta que se veían sus negocios.”

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