Bienal De Cuenca

BIENAL DE CUENCA

La Bienal de Cuenca nace hace más de dos décadas con el objetivo de desarrollar el arte local por medio de una visión latinoamericana.

Sus primeras ediciones fueron exclusivamente de pintura. A través del tiempo acorde a su misión de difundir las artes visuales, logró ser el evento de arte más grande y representativo del país, y fue ajustándose a las nuevas tendencias del arte mundial, incorporando hace ya más de una década un modelo conceptual dando apertura hacia otras disciplinas, manifestaciones y soportes pasando de ser una Bienal eminentemente pictórica a una Bienal de Arte Contemporáneo.

Hoy por hoy, junto con Sao Paulo, La Habana y la ahora Trienal Poligráfica de San Juan, Puerto Rico; Cuenca pertenece al selecto grupo de los macro eventos establecidos en América Latina y el Caribe, con una mayor perdurabilidad en su gestión.

CASA SEDE DE LA FUNDACIÓN BIENAL DE CUENCA

Dentro de los libros de arquitectura republicada del Ecuador de los años 1850 – 1950, siendo un período de casi 140 años, que dejaron, marcadas huellas en la ciudad de Cuenca y sus habitantes por tratarse de décadas de importantes transformaciones políticas, sociales y económicas que impactaron las formas de vida y por lo tanto las expresiones estéticas.

Aunque las manifestaciones de cada estilo no empiezan ni terminan en un momento determinado, el primer período se ubica entre los años 1822 y 1875. Pero en los años 1875 y 1935 se abrió un camino a una arquitectura de influencia historicista y neoclásica. Desde mediados de los de la década de los 30, dichas tendencias iban agotándose ante las nuevas propuestas que anunciaban la llegada del modernismo.

La casa de la Bienal de Cuenca, que ahora se muestra hermosamente restaurada bajo la planificación y ejecución de las arquitectos Max cabrera, Gustavo Lloret y Dániava Montesinos, sintetiza esta mímesis, siendo una imitación creadora del modelo idealizado y perseguido en la época.

Su propietario José Antonio Alvarado luego de su viaje a Francia a principios del siglo XX, construyó la casa con fachada hacia la calle Estévez de Toral, sobreponiendo elementos decorativos, inspirados en los nuevos gustos afrancesados. En la década de los 30 pudo integrar otro tramo a su casa edificando íntegramente el frontis de mármol hacia la calle Bolívar, bajo las normas neoclásicas, que según el relato de sus descendientes, pretendía reproducir la fachada de una vivienda que conoció en su gran viaje.

Alvarado como pionero de la fotografía en Cuenca, hizo pintar paisajes europeos en las paredes de la casa reproduciendo sus fotografías, además era importador del latón policromado que traía de Estados Unidos, que llegó a decorar muchas de las viviendas señoriales de la ciudad, convirtiendo a la casa en un muestrario de lo que podía hacer con este material.

Bienal I

La I Bienal se inauguró en abril de 1987, y se invitó a los más altos exponentes del arte pictórico del continente.

Paralelamente, se organizó el certamen Prebienal, que tuvo como objetivo seleccionar a los artistas representantes de Ecuador, esquema que se mantuvo hasta la IV Bienal.

En la I Bienal participaron 135 artistas procedentes de 21 países que expusieron 321 obras. El jurado estuvo compuesto por Efraín Jara Idrovo de Ecuador, Adelaida de Juan de Cuba, Edmundo Rivadeneira de Ecuador y Raquel Tíbol de México. Presidió el Comité Organizador, la Sra. Eudoxia Estrella Ordóñez.

Primer Premio

Nombre: Modulación 892

Autor: Julio Le Parc

País: Argentina

La Obra de Le Parc corresponde a una serie en la cual el artista logra llevar a un grado de perfección su persistente trabajo en torno a la visión del espacio, los efectos ópticos y las estructuras matemáticamente reguladas. Con esta pieza, Le Parc refrenda su prestigio como figura de primer rango dentro del arte óptico, tendencia que, gracias a sus aportaciones, ha conservado una validez actual dentro del panorama del arte contemporáneo.

Segundo Premio

Nombre: Paraguay III

Autor: Carlos Colombino

País: Paraguay

En esta obra de Colombino, se conjugan dos maneras muy arraigadas en la producción plástica latinoamericana: la talla en madera y la figuración simbólica. Al unirlas, Colombino alcanza una plena originalidad, haciendo que la forma depurada esté en todo momento al servicio de su trágica poesía visual.

Tercer Premio

Nombre: El Marco Dorado

Autora: Myrna Báez

País: Puerto Rico

Para Eliécer Cárdenas, la obra “El Marco Dorado”, “constituye una sobria muestra de madurez creativa.

La obra inscrita dentro de un figurativismo con resonancias oníricas, postula un juego de tensiones entre el personaje central, el espejo que lo refleja, y la figura reflejada de la modelo, de hieratismo gestual. Colores fríos, atmósfera empañada por una pátina de interior y nostalgia, es un signo de la postmodernidad, que para la época comenzaba a irradiar con fuerza en América Latina. Líneas sutiles, un tratamiento exacto del claroscuro hacen de la obra de la artista puertorriqueña una ejemplificación futura, convincente y prospectiva de su trayectoria, como en efecto ha sucedido”.

Bienal II

La II Bienal, realizada en 1989, fue concebida con un afán de rescatar las formas ancestrales, ignoradas, soslayadas y despreciadas por asociarse a la viva presencia de lo popular y lo indígena. En esta edición participaron 119 pintores de 22 países. Se expusieron 285 obras. El jurado fue integrado por Juan Acha de México, Aracy Amaral de Brasil, Luis Martínez de Ecuador, Bélgica Rodríguez de Venezuela, Hernán Rodríguez Castelo de Ecuador y María Luisa Torrens de Uruguay. Presidió el Comité Organizador el Arq. Patricio Muñoz Vega.

Primer Premio

Nombre: Vibración en Negro y Azul

Autor: Arcángelo Iannelli

País: Brasil

Esta obra se destaca en las dimensiones estéticas del color autónomo.

Posee ritmo y una cohesión manifiesta que no se debilita en ningún instante. La obra revela una gran síntesis formal y una gama cromática con tonos rebajados.

Segundo Premio

Nombre: Arbusto en Loma Rosa

Autor: Enrique Tábara

País: Ecuador

Enrique Tábara es uno de los pintores ecuatorianos de mayor trascendencia en el arte ecuatoriano, que ha logrado proponerse como una figura dentro la cultura pictórica y la plástica Latinoamericana. Tábara es un creador que lejos de refugiarse en el cómodo hallazgo de una imagen que le es propia, indaga y desmitifica su propia

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