CARACTERÍSTICAS DEL LENGUAJE HUMANO
Enviado por brancofernet • 5 de Agosto de 2014 • Tesis • 4.771 Palabras (20 Páginas) • 310 Visitas
TEMA: CARACTERÍSTICAS DEL LENGUAJE HUMANO
1. Características del lenguaje humano frente al de algunos animales
2. Sistemas de comunicación humana:
a) Distintos tipos de signos empleados en la comunicación humana. Su clasificación
b) El signo lingüístico y sus características.
1. Características del lenguaje humano
La comunicación es el rasgo más característico de la vida en sociedad. Con frecuencia pensamos que la comunicación es una característica exclusiva de los seres humanos, y sin embargo, son muchas las especies que posen sistemas comunicativos. Uno de los ejemplos clásicos es el de las abejas, como puedes ver en este texto:
El mundo de las abejas está cada día más lleno de sorpresas. Si siempre ha llamado la atención la perfección con que construyen sus panales, más notable es lo que se ha denominado el lenguaje de las abejas.
El sabio entomólogo austríaco Karl von Frisch ha estudiado las llamadas danzas de las abejas, mediante las cuales la abeja orienta a sus compañeras hacia las fuentes de provisión de néctar que ha localizado previamente.
Al regresar una abeja del campo, comienza una danza que gira primero hacia la derecha y luego hacia la izquierda; con esto informa de que ha encontrado flores de las que trae el néctar, a unos 50 metros de distancia de la colmena. El mayor o menor vigor de la danza depende de que el contenido en azúcar sea superior o inferior al 40 por ciento. La abeja indica además la situación del lugar del hallazgo en relación con el Sol mediante una corta carrera emprendida al acabar la danza: si en ella baja verticalmente frente al panal, indica que hay que volar en dirección recta alejándose del Sol; si se desvía hacia la izquierda d la vertical, por ejemplo 50º, esto quiere decir que hay que volar con igual ángulo, y así sucesivamente para cualquier posición. La distancia mayor de 50 metros la indica la abeja por la repetición del ciclo de danza y carrera.
El proceso desarrollado por la abeja en esta danza de orientación es semejante a lo que llamamos lenguaje o habla privativo de los humanos. En efecto, la abeja en este caso ha debido recordar la distancia que ha recorrido, establecer la triple posición del Sol, la colmena y la fuente de alimento, y transportar el mapa del terreno así obtenido del plano horizontal de la realidad al plano vertical del panal ante el que efectúa su gráfica demostración.
El Tesoro de la Juventud, tomo 15 (adaptación)
Efectivamente, la danza de la abeja –y sucede lo mismo en muchas otras especies animales- recuerda a la actividad lingüística del ser humano. Tanto en el caso de la abeja como en el del hombre, se produce un acto de comunicación en el que intervienen los mismos elementos: un emisor (la abeja que ejecuta la danza), un receptor (las abejas que están en el panal), un mensaje (existencia de flores), un código (la danza que efectúa) y un canal de comunicación (visual).
Aunque hay otras formas de comunicación, la comunicación humana tiene una serie de características específicas. En el siguiente texto se señala la diferencia fundamental entre la comunicación verbal y otros tipos de comunicación:
Hay un rasgo de importancia capital que sólo se da en el lenguaje humano. Se trata de la capacidad de comprender y producir un número infinito de enunciados. Esta propiedad del lenguaje se conoce bajo diferentes nombres. Chomsky la denomina creatividad, mientras que otros autores la llaman apertura o productividad.
Los seres humanos pueden hablar de cualquier cosa que deseen –por ejemplo, de un ornitorrinco que se cae de espaldas escaleras abajo- sin crearse ni crear a sus interlocutores ningún tipo de problemas. Pueden decir lo que quieran cuando quieran. Si suena un trueno, no tienen por qué pronunciar automáticamente una frase apropiada a este suceso, como por ejemplo “Hay tormenta, corramos a buscar cobijo”. También pueden decir “¿No te encantan las tormentas?”, o “Hay que meter al perro”, o incluso “Según una leyenda china, el trueno provoca el choque de dos dragones en una tina”.
En contraste con ello, la mayor parte de los animales tienen un número fijo de señales mediante las cuales trasmiten un número también fijo de mensajes que emplean en circunstancias claramente definidas... Incluso el impresionante mono vervet sólo dispone de un repertorio de treinta sonidos vocales diferenciados y, dado que entre ellos figuran el estornudo y el vómito, el número real de los que usa para comunicarse comprende unos cuantos menos. Dentro de esta gama, las posibilidades de elección son limitadas, ya que por lo general las circunstancias indican cuál es la llamada que debe usar; la cría separada de su madre emite el grito rrah de soledad, y la hembra que quiere ahuyentar a un macho que la requiere emite el grito anticopulatorio de queja.
Jean Arrchinson: El mamífero articulado.
Efectivamente, existen características específicas de la comunicación de los seres humanos. Aunque la fundamental es justamente su creatividad, no es la única.
El ser humano posee un sistema comunicativo enormemente complejo y eficaz. Tiene, como hemos visto, algunas características exclusivas y otras que no encuentran un desarrollo tan completo en ninguna especie animal. De esas características, éstas son las más importantes:
• Creatividad. Capacidad para construir nuevos enunciados que nos permiten trasmitir nuevas experiencias a nuestros receptores. Existe una capacidad infinita para expresar y comprender el significado empleando elementos conocidos de oraciones para producir otras nuevas (a diferencia del conjunto limitado y fijo de llamadas que emplean los animales).
• Desplazamiento. Capacidad para referirse a hechos que no se hallan espacial o temporalmente presentes. Esta característica es fundamental para el progreso cultural y técnico y no se da en ninguna otra especie animal. Gracias a ella podemos transmitir nuestros descubrimientos a los demás. (A diferencia de la mayoría de los animales, que reflejan los estímulos ambientales inmediatos).
• Semanticidad o arbitrariedad. Capacidad del lenguaje humano para utilizar símbolos para significar o referirse a objetos y acciones. Los elementos del signo no dependen de la naturaleza de la realidad a la que se refieren (a diferencia de la velocidad de la danza de la abeja, que refleja de modo directo la distancia de la abeja, que refleja de modo directo la distancia del néctar desde la colmena).
• Dualidad. El lenguaje humano se caracteriza por poseer una doble articulación. Esto lo estudiaremos ampliamente al referirnos al signo lingüístico. Adelantamos que los sonidos que forman las palabras no tienen un significado intrínseco,
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