CIUDADANÍA E IDENTIDAD NACIONAL.
Enviado por Alessandra Gregorio • 24 de Septiembre de 2016 • Apuntes • 1.262 Palabras (6 Páginas) • 243 Visitas
CIUDADANIA E IDENTIDAD NACIONAL
La historia desde mediados de los años ochenta se ha dinamizado, y los tres movimientos históricos de esta nueva época inciden directamente sobre la relación entre la noción de ciudadanía y la identidad nacional. En las siguientes líneas aclararemos conceptualmente algunas perspectivas normativas que nos permitirán comprender de manera más clara la compleja relación existente más arriba mencionada.
1. Pasado y futuro del estado-nación.
Si analizamos la reunificación que se dio en Alemania, encontraremos que no sólo existió una controversia en torno al proceso administrativo y económico, sino que también no hay una conciliación sobre lo que esta reunificación significó. Por un lado, se interpreta la reunificación como una restauración de la unidad de un estado nacional dividido, y por otro, como la restauración de la democracia y del estado de derecho. Desde este punto de vista la República Federal es una nación de ciudadanos, lo cual contradice a la noción imperante en la Europa de la época, lo cual derivó en una confusión respecto a la relación entre ciudadanía e identidad nacional.
La forma clásica del estado nación se encuentra actualmente en proceso de desaparición. Sin embargo, es preciso recordar que en Europa se ha intentado instaurar imperios y federaciones, pero sólo el estado ha tenido la capacidad de administrar correctamente a una nación y estructurarlo de todo lo necesario para su subsistencia y desarrollo, de la misma manera le brindo la estructura necesaria al capitalismo. El estado creó los fundamentos para una homogeneidad cultural y étnica sobre la que pudo imponerse desde mediados del siglo XVIII. El estado-nación y la democracia nacieron juntas, pero culturalmente se encuentran en las sombras del nacionalismo, entiéndase por este a una forma de conciencia que presupone una apropiación de las tradiciones culturales. Sin embargo, las fuentes del nacionalismo no son confiables, podrían ser manipuladas por las élites.
Es importante señalar las formas en las que ha sido concebida la nación. En una primera instancia como comunidades de origen integradas geográficamente por el asentamiento y la vecindad que comparten culturalmente, además, la lengua, las costumbres y las tradiciones, pero que aún carecen una forma de organización estatal. A partir de mediados de siglo XVIII la nación se convirtió en fuente de la soberanía nacional y tiene derecho a la autodeterminación política. Se entenderá por nación a la nación de ciudadanos, y no como una comunidad de origen.
Se considerara a la soberanía popular como la trasformación de la dominación en autolegislación, estas leyes se formularan con un procedimiento consentido por todos de tal manera que garantice la pluralidad de todos los individuos.
La ciudadanía se desarrolla en un primer momento como autodeterminación, para ampliarlo después como el concepto de estatuto de ciudadano delimitado por los derechos civiles y se encuentra ligado al principio de voluntariedad. El núcleo de la ciudadanía viene dado por los derechos de participación y de comunicación política.
Los comunitaristas sostienen que el ciudadano necesita identificarse con las tradiciones étnico-culturales de una comunidad. Sin embargo, la ciudanía democrática no necesita arraigarse en la identidad nacional de un pueblo. No obstante, independientemente de la multiplicidad de formas de vida cultural, esa ciudadanía precisa de la socialización de todos los ciudadanos en una cultura política común.
2. Estado-nación y democracia en la Europa unida.
El capitalismo generó una integración sistémica paralela a la integración social, que contenía a la integración política, la cual se orientaba hacia la democracia. Por lo cual podemos observar una relación tensa entre capitalismo y democracia. Esa misma tensión se observó en el desarrollo de la Comunidad Europea, pues se dio la integración a nivel económico y administrativo pero no a nivel político. La principal causa fue la que la publicidad política permaneció fragmentada entre los distintos estados nacionales. Lo cual nos conduce a la pregunta si puede haber realmente una ciudadanía europea. Para lo cual es necesario tener una cultura política común que se asimilada por las diferentes sociedades. Sin embargo, los derechos civiles genuinamente políticos seguían sin traspasar los marcos de estado-nación por lo cual los ciudadanos no tienen la posibilidad efectiva de tematizar e influir sobre las decisiones europeas.
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