CIelo Rayuela
Enviado por fer021013 • 14 de Octubre de 2014 • 1.811 Palabras (8 Páginas) • 248 Visitas
JULIO CORTAZAR
Rayuela
TABLERO DE DIRECCIÓN
A su manera este libro es muchos libros, pero sobre todo es dos libros.
El primero se deja leer en la forma corriente, y termina en el capítulo 56, al pie
del cual hay tres vistosas estrellitas que equivalen a la palabra Fin. Por
consiguiente, el lector prescindirá sin remordimientos de lo que sigue.
El segundo se deja leer empezando por el capítulo 73 y siguiendo luego en el
orden que se indica al pie de cada capítulo. En caso de confusión u olvido,
bastará consultar la lista siguiente:
73 - 1 - 2 - 116 - 3 - 84 - 4 - 71 - 5 - 81 - 74 - 6 - 7 - 8 - 93 - 68 - 9 - 104 - 10 - 65 - 11 - 136 - 12
106 - 13 - 115 - 14 - 114 - 117 - 15 - 120 - 16 - 137 - 17 - 97 - 18 - 153 - 19 - 90 - 20 - 126 - 21
79 - 22 - 62 - 23 - 124 - 128 - 24 - 134 - 25 - 141 - 60 - 26 - 109 - 27 - 28 - 130 - 151 - 152 - 143
100 - 76 - 101 - 144 - 92 - 103 - 108 - 64 - 155 - 123 -145 - 122 - 112 - 154 - 85 - 150 - 95 - 146
29 - 107 - 113 - 30 - 57 - 70 - 147 - 31 - 32 - 132 - 61 - 33 - 67 - 83 - 142 - 34 - 87 - 105 - 96 - 94
91 - 82 - 99 - 35 - 121 - 36 - 37 - 98 - 38 - 39 - 86 - 78 - 40 - 59 - 41 - 148 - 42 - 75 - 43 - 125- 44
102 - 45 - 80 - 46 - 47 - 110 - 48 - 111 - 49 - 118 - 50 - 119 - 51 - 69 - 52 - 89 - 53 - 66 - 149 - 54
129 - 139 - 133 - 40 - 138 - 127 - 56 - 135 - 63 - 88 - 72 - 77 - 131 - 58 - 131
Con el objeto de facilitar la rápida ubicación de los capítulos, la numeración se
va repitiendo en lo alto de las páginas correspondientes a cada uno de ellos.
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Y animado de la esperanza de ser particularmente útil
a la juventud, y de contribuir a la reforma de las
costumbres en general, he formado la presente
colección de máximas, consejos y preceptos, que son
la base de aquella moral universal, que es tan
proporcionada a la felicidad espiritual y temporal de
todos los hombres de cualquiera edad, estado y
condición que sean, y a la prosperidad y buen orden,
no sólo de la república civil y cristiana en que
vivimos, sino de cualquiera otra república o gobierno
que los filósofos más especulativos y profundos del
orbe quieran discurrir.
Espíritu de la Biblia y Moral Universal,
sacada del Antiguo y Nuevo Testamento.
Escrita en toscano por el abad Martini con
las citas al pie:
Traducida en castellano
Por un Clérigo Reglar de la Congregación
de San Cayetano de esta Corte.
Con licencia.
Madrid: Por Aznar, 1797.
Siempre que biene el tiempo fresco, o sea al medio del otonio, a mí
me da la loca de pensar ideas de tipo eséntrico y esótico, como ser
por egenplo que me gustaría venirme golondrina para agarrar y
volar a los paíx adonde haiga calor, o de ser hormiga para meterme
bien adentro de una cueva y comer los productos guardados en el
verano o de ser una bívora como las del solójico, que las tienen bien
guardadas en una jaula de vidrio con calefación para que no se
queden duras de frío, que es lo que les pasa a los pobres seres
humanos que no pueden comprarse ropa con lo cara questá, ni
pueden calentarse por la falta del querosén, la falta del carbón, la
falta de lenia, la falta de petrolio y tamién la falta de plata, porque
cuando uno anda con biyuya ensima puede entrar a cualquier
boliche y mandarse una buena grapa que hay que ver lo que
calienta, aunque no conbiene abusar, porque del abuso entra el visio
y del visio la dejeneradés tanto del cuerpo como de las taras moral
de cada cual, y cuando se viene abajo por la pendiente fatal de la
falta de buena condupta en todo sentido, ya nadie ni nadies lo salva
de acabar en el más espantoso tacho de basura del desprastijio
humano, y nunca le van a dar una mano para sacarlo de adentro del
fango enmundo entre el cual se rebuelca, ni más ni meno que si
fuera un cóndor que cuando joven supo correr y volar por la punta
de las altas montanias, pero que al ser viejo cayó parabajo como
bombardero en picada que le falia el motor moral. ¡Y ojalá que lo
que estoy escribiendolé sirbalguno para que mire bien su
comportamiento y que no searrepienta cuando es tarde y ya todo se
haiga ido al corno por culpa suya!
CÉSAR BRUTO, Lo que me gustaría ser a
mí si no fuera lo que soy (capítulo: Perro
de San Bernardo).
DEL LADO DE ALLLA
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