¿COMO PUEDEN CONTRIBUIR LOS EDUCADORES EN EL PROCESO DE APRENDIZAJE?

¿COMO PUEDEN CONTRIBUIR LOS EDUCADORES EN EL PROCESO DE APRENDIZAJE?

Es bien sabido que las primeras etapas escolares son cruciales en el proceso de aprendizaje, puesto que, en éstas se forman las bases educativas, y también como docentes podemos detectar los signos de cualquier anomalía en el proceso, las autoras del libro “como aprende el cerebro” Sara-Jayne Blakemore quien es “investigadora de la Royal Society Dorothy Hodgkin en el Instituto de Neurociencia Cognitiva del University College de Lóndres, está especializada en el desarrollo del cerebro durante la adolescencia y el aprendizaje social de los autistas; en el año 2000 el Parlamento británico le encargó un informe sobre la educación infantil para la comisión educativa” (Blakemore & Frith, 2008, p: 5).

Uta Frith; “profesora de Desarrollo Cognitivo y directora del Instituto de Neurociencia Cognitiva del University Colleege de Lóndres, es una de las más destacadas autoridades mundiales en autismo y dislexia, y autora de varios libros muy elogiados sobre el autismo y el síndrome de Asperger” (Blackemore y Frith, 2008, p:5) nos hablan de la importancia de la neurología del aprendizaje.

La atención que se debe tener con los infantes es esencial, debido a que, en sus primeros años de vida reflejan la capacidad de escuchar o prestar atención a los sonidos, un niño de dos a tres meses activa el lenguaje desde el momento que escucha a sus padres hablar, por lo tanto, es importante ser cuidadosos con la conducta de éste frente al entorno en el que se encuentra. Por otro lado, continuando con el tema del lenguaje, si comparamos el aprendizaje de un niño que tiene padres bilingües con el de una persona adulta que aprendió recientemente a hablar dos idiomas, el primero aunque se demore en el proceso  de aprenderlas tendrá la oportunidad de adquirir un acento natural y mayor comprensión frente al adulto que se le dificultaría esconder el acento de su lengua materna (Blakemore y Frith, 2008).

Como lo afirman Blakemore y Frith, existen ciertas dificultades específicas del aprendizaje que se hacen más evidentes cuando el niño empieza su etapa escolar, siendo la discalculia, la dislexia, y la disfragía (2008), afectando estas dos últimas a los procesos de lectoescritura, puesto que, el educando presenta déficit para formar y pronunciar palabras desconocidas, incapacidad para procesar y comprender lo que lee, problemas en el deletreo y la ortografía, por ende, evita actividades que conlleven a la lectura y a la escritura, sin embargo, estas dificultades no están ligadas al coeficiente intelectual, es decir, que no tiene relación con la inteligencia, por consiguiente, el educando tiene las mismas capacidades para aprender, solo que la metodología de enseñanza debe ser diferente, adecuada a sus necesidades.

Es importante que el docente pueda detectar estas dificultades a tiempo, debido a que, si se le suministra unas estrategias de aprendizaje durante sus primeros años, el niño podrá solucionarlas y podrá mejorar su aspecto académico; se espera que la intervención por parte del docente y la Institución Educativa sea oportuna para asegurar el debido mejoramiento y aprendizaje en el niño, ya que, leer y escribir adecuadamente garantiza un desarrollo óptimo a nivel personal, social y económico.

Haciendo hincapié en que el docente debe proporcionar unas estrategias didácticas diferentes al niño que presenta una dificultad específica del aprendizaje, es necesario que el educador reestructure su currículo, ya que, comprende que su alumno no tiene el mismo ritmo de aprendizaje comparado a sus otros estudiantes, además, los procesos cognitivos del niño no se adaptan a lo que espera los estándares básicos de competencias en lenguaje, no obstante, el docente tiene la labor de enseñarle lo mismo que un niño que no posee ningún trastorno de aprendizaje, pero con otra metodología, por ejemplo, el docente entiende que el estudiante con dislexia tiene inconvenientes con la decodificación de las palabras, por ende, no es capaz de agrupar letras y formas nuevos términos, entonces, el educador debe ser recursivo y utilizar herramientas que desarrollen la conciencia fonética, haciendo que el  niño pueda aprender a través de los sonidos y de las imágenes, también, el docente debe entender que el entorno cultural también está ligado al trastorno de aprendizaje y por supuesto, es crucial reforzar el autoestima del niño y su relación con sus pares para así poder obtener un verdadera solución y mejoría.

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