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CONDUCCIÓN DE GRUPOS Y MASAS Gregorio Fingermann


Enviado por   •  25 de Diciembre de 2016  •  Apuntes  •  5.421 Palabras (22 Páginas)  •  2.272 Visitas

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CONDUCCIÓN DE GRUPOS Y MASAS

Gregorio Fingermann

Filósofo y psicólogo argentino, Trabajó en el Instituto de Orientación Profesional desde 1925 y fue uno de los fundadores de la Sociedad de Psicología Argentina. Escribió libros como Psicología Social, Lecciones de Psicología, Lógica y Teoría del Conocimiento, Lecciones de Filosofía entre otros.

FORMACION DE LOS GRUPOS

1. Concepto de grupo.

2. El individualismo.

3. Métodos de investigación.

4. Las diferencias grupales

5. Relativismo cultural.

1.-CONCEPTO DE GRUPO

Debió de ser un agudo sociólogo el autor anónimo del Génesis, cuando nos relata con toda minuciosidad los trabajos del Ser Supremo para asegurar la felicidad del hombre. Compadecido de la triste soledad de Adán, mediante una delicada intervención quirúrgica Dios le suministró una mujer para hacerle compañía en la vida. Esta primera pareja fue el típico "grupo primario" de que nos hablan los sociólogos modernos. Después vinieron los "grupos secundarios" cuando se cumplió el mandato divino de "creced y multiplicaos".

Entramos aquí en el intrincado y discutido problema de la formación de los grupos humanos, de su naturaleza y de las relaciones recíprocas entre el individuo y el grupo. Para abordar este problema es preciso aclarar previamente el concepto de “grupo” porque este término tiene diversas acepciones. Puede referirse tanto a un montón de objetos diferentes como a una colección de cosas reunidas y ubicadas en el mismo espacio, pero donde los elementos que lo forman son totalmente independientes entre sí, sin ninguna acción recíproca. Un montón de piedras o una colección de monedas son grupos, pero entre sus elementos no existe influencia mutua.

Cosa distinta es cuando nos referimos a grupos humanos. En este caso se trata de aquellos conjuntos de personas cuyos miembros actúan y se influyen directamente los unos a los otros y el resultado es completamente diferente de la acción individual de cada uno de sus elementos. La psicología de la forma, la "Gestalt Psychologie" en alemán, nos suministra muchos ejemplos de que elementos idénticos, según su estructuración, pueden adquirir propiedades diferentes. Así, por ejemplo, una misma melodía puede ser trasportada de una a otra escala, sin sufrir un cambio. Aunque bajemos o subamos cada uno de los tonos, la melodía seguirá siendo la misma. Recíprocamente, con las pocas notas de la escala se puede componer tanto un himno heroico como una marcha fúnebre. Todo depende de la organización de sus elementos. En las ciencias físicas y naturales encontramos muchos ejemplos análogos. De los mismos elementos del carbono se compone el diamante, así como el grafito. Sin ir más lejos, pensemos que con los diez símbolos que nos enseña la aritmética se hacen los cálculos más complicados.

En todas las ciencias nos encontramos con el mismo problema referente a las relaciones entre las partes y las totalidades. La psicología social no es una excepción. Los grupos sociales, por lo tanto, deben ser considerados totalidades tan reales como los elementos humanos que los constituyen. Los grupos humanos, al organizarse y estructurarse, adquieren un aspecto nuevo, con leyes propias que no pueden ser reducidas a sus componentes individuales.

Conviene recordar que ya a fines del siglo pasado Wilhelm Wundt, el creador del primer laboratorio psicológico en Leipzig en 1879, se había anticipado a la doctrina de la "Gestalt" refiriéndose reiteradamente a las síntesis creadoras, las cuales surgen de las modificaciones que resultan de las relaciones parciales singulares de los procesos psíquicos, y formuló la ley de la heterogénesis de los fines por la cual se rigen esas síntesis creadoras.

Sin embargo, se menciona al psicólogo austríaco Christian von Ehrenfels como precursor de esta teoría, en virtud de una memoria que publicó en 1890 acerca de las cualidades de la forma, donde demuestra con muchos ejemplos y experimentos que ésta es algo más que la suma de sus partes. Inadvertida durante mucho tiempo, esta doctrina resurgió en Alemania a comienzos de este siglo gracias a la llamada Escuela Psicológica de Berlín, integrada por psicólogos experimentalistas entre los que figuraban Wertheimer, Kohler, Koffka y Kurt Lewin, quienes la desarrollaron ampliamente.

Se pueden dar muchos ejemplos de la "síntesis creadora" que produce totalidades con propiedades nuevas, en que solo por análisis es posible encontrar sus elementos constructivos. Cuando oímos una frase, por más larga que sea, oímos una totalidad, plena de sentido, y no las palabras aisladas. Al leer una frase o un párrafo, percibimos el conjunto y no las palabras ni las letras aisladamente, como lo prueba el hecho tan frecuente de que pasemos por alto los errores de imprenta. Sin conocer la doctrina "gestaltista" los pedagogos modernos emplean, en la enseñanza de la lectura a los niños, el método global de las palabras, y no como se practicaba antes en forma de deletreo, formando las palabras mediante la combinación de letra por letra.

Estos ejemplos se refieren al plano intelectual, pero la psicología "gestáltica" o "figurativa" llevó también la investigación de las formas a la esfera de la acción en que se incluyen las acciones parciales del instinto, del impulso y de la inteligencia, formando un todo que se traduce en una acción unitaria. Dentro de la psicología de la voluntad se incluyen las formas del sentimiento. La voluntad no es, como se creía, una entidad autónoma, sino un proceso solidario de varios factores con el predominio de los emocionales. Es indudable que existen relaciones entre las partes, pero nosotros vivimos, es decir, vivenciamos la totalidad, o sea, la forma, pero no captamos las relaciones. "Las relaciones hay que buscarlas"

2.- EL INDIVIDUALISMO

Este enfoque de la naturaleza de los grupos es completamente opuesto a la doctrina individualista, para la cual la única realidad la constituyen los individuos. Los sociólogos que sostienen esta tesis se basan en el hecho de que los procesos psicológicos se producen únicamente en los individuos y que solo éstos pueden ser objeto de la observación. Son los individuos, afirman, los que piensan, los que aman, los que odian, "los que deciden y actúan".

Si este modo de pensar reflejara la única verdad, la noción de "grupo" sería una nueva ficción o bien un simple vocablo para referirse a los diversos procesos psicológicos que ocurren en los individuos. Pero esto no es exacto, puesto que existen muchos conceptos que tienen un valor objetivo, como cuando nos referimos al "industrialismo", al "capitalismo', a la "democracia", etcétera. Estos conceptos no son meras expresiones abreviadas relativas a las innumerables actividades de los individuos, sino que responden a ciertas formaciones que actúan como hechos reales y que pueden ser descritas con objetividad. Pero la doctrina individualista sostiene firmemente que para comprender los fenómenos sociales hay que descender hasta la raíz de los procesos psíquicos individuales, porque los únicos actores son los individuos, y que todos los fenómenos de grupo, es decir, todas las instituciones, la religión, el lenguaje, el arte, la ciencia, la técnica, el Estado, etcétera, son productos de las mentalidades y de las motivaciones individuales.

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