CONTRATO LEONINO

CONTRATO LEONINO

DAVID ERNESTO QUINTERO OTALVARO

UNIVERSIDAD COOPERATIVA DE COLOMBIA

SEDE IBAGUE

IBAGUE TOLIMA

2012

CONTRATO LEONINO

Es un contrato oneroso en que toda la ventaja se atribuye a una de las partes, sin equitativa conmutación entre estas.

Se llama contrato leonino al contrato de sociedad en que se pacta que todas las ganancias sean para uno o algunos de los socios y todas las pérdidas para los demás. Observando los rectos principios de la equidad, está reprobado por las leyes y es nulo «ipso iure».

Toma el nombre de una conocida fábula de Fedro, en que asociado el león con varios animales para hacer una presa, al verificar el reparto de la misma se fue adjudicando por diferentes conceptos sus diversas partes, hasta quedarse el león con todo por ser el más fuerte

Es un contrato abusivo en el que se compara la figura del león que, por ser el animal más fuerte, se aprovecha de los más débiles a la hora del reparto (fábulas de Esopo); por eso es un contrato en el que no existe reciprocidad de prestaciones e intereses entre ambas partes, debido a la situación de desigualdad de los contratantes y el abuso de poder de una de ellas que hace a la otra aceptar condiciones abusivas.

Para mantener el orden jurídico es necesario evitar la situación de preponderancia de uno de los contratantes, lesionando los derechos de la parte más débil, que se ve forzada a la aceptación de convenios y cláusulas impuestas unilateralmente. Por esto la necesidad de la defensa de los consumidores y usuarios y la Ley de Condiciones Generales de la Contratación.

Las hipotecas son un claro ejemplo de ello. Especialmente las llamadas hipotecas suelo.

Al igual es contrato en el que no existe una auténtica reciprocidad de prestaciones e intereses entre ambas partes, debido a la situación de desigualdad de los contratantes y el abuso de poder de una de ellas que hace a la otra aceptar condiciones abusivas. El amplio margen a la autonomía de la libertad de los contratantes reconocida en el art. 1.255 del C.c., tiene necesariamente que encontrar un límite legal y de orden público para evitar que la situación de preponderancia de uno de los contratantes pueda lesionar los derechos de la parte más débil, que se ve forzada a la aceptación de convenios y cláusulas impuestos unilateralmente y que resultan abusivos. La intervención estatal en este tipo de contratos se hace ineludible, y encuentran un apoyo generalizado en la Ley 26/1984, de 19 de julio, de defensa de los consumidores y usuarios y la Ley de Condiciones Generales de la Contratación.

Es muy común que entre particulares y también que entre éstos y el Estado se celebren pactos, convenios, o acuerdos que comúnmente conocemos como “contrato leonino”. Se dan cuando el contenido de las cláusulas beneficia a una de las partes y ninguna a favor de la otra. Este concepto del contrato leonino se inspira en la fábula de Esopo en la cual participan el león, la vaca, la cabra y la oveja. En general, los protagonistas de la fábula, como característica propia, son los animales que personifican el hombre del mundo real, de carne y hueso, con sus virtudes y vicios.

Esta modalidad de contratos es el pan de cada día en el sector público. Regularmente se llevan a cabo para sacar el cvy (como voy yo); sus jugosos dividendos han enriquecido a más de uno, pero casi nunca trasciende el entuerto a la opinión pública cuando la confabulación en que se inspiran se conserva en secreto entre las partes. A no ser que la delación se conozca y se denuncie puede prosperar la

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