CUENTO CONTIGO

Neli se levanto de su fiesta a la hora de la visita antes de irise de su casa se llevo el tarro con dulce de leche que habia preparado unos libros para colorear y un titere que todavia la asia reir a pesar de los años. Neli se avia encariñado con sus gurises aunque no fueran suyos.

No pudo evitar que la noticia le quitara el aire. Neli todavía se acordaba de lo que habia pensado al enterarse. ¡Como se puede ser tan vestia? era dificil que el auto se hubiera seguido de largo. El chofer no vio que era un niño pero cuando llego al hospital no le importo distinguir si era de rabia o de dolor y en realidad era de rabia y de dolor.

A lo lejos unos niños se divertian pisando las hojas caidas de un arbol que con el invierno andaba medio pelado. La ilusión de el dueño lo conmovio, uno de los basurales se extendia asta la calle. Unos perros escualidos olfateaban entre las bolsas buscando inutilmente algo que comer.

Como va a soportar esta gente en invierno fue lo unico que logro pensar cuando quiso anotar en su libreta la descripcion del lugar. La unica persona que habia para recibirla era una niña de no mas de ocho o nueve años. Cuando se acerco la niña se puso seria y la miro con desconfianza y se aferro a su muñeca.

Cuando Maria llego al hospital todavía sentia amargura conque escribio los ultimos reportes.

El niño estaba mucho mejor le iban desapareciendo los moretones.

Al dia siguiente le darian de alta.

-Hola como estas?- le dijo el doctor al niño.

-bien bien, ya me dijo el doctor que mañana me puedo ir a casa viste

-Si ya vas a volver a tu casa yo ya hable con tu mama.

-bueno me alegro mucho pero ahora te tienes que concentrar en mejorarte, no vallas a poner mucho empeño en esa pierna.

Cuando saliron el niño tiro del brazo de su madre y le dijo ¡Yo no voy a volver al semaforo!

Cuando la luz cambia a vere madre e hijo se fueron caminando entre la gente que cruzaba hasta la parada del omnibus

que lo llevaría hasta en cantegril.

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