Cafe Punta Del Cielo
Enviado por blancahernandez2 • 28 de Agosto de 2013 • 758 Palabras (4 Páginas) • 730 Visitas
Pablo se inició en el mundo laboral en una casa de bolsa trabajando como mensajero esa experiencia despertó en él la semilla que años más tarde dio como fruto una de las empresas de café más exitosas de México. Trabajando en esa compañía financiera se dio cuenta que ascender era muy difícil, que pasarían muchos años antes de llegar a un buen nivel y, finalmente, por mucho que trabajara, no estaba generando un patrimonio propio para el futuro. Por eso decidió abrir su propio negocio: comercialización de pescado en restaurantes. Obtuvo buenos réditos y conoció a los mejores restauranteros de México, hasta que su familia trajo al país la franquicia de café Gloria Jeans. El “aroma” lo conquistó (sobre todo después del olor del pescado), dio un giro y se concentró en ese nuevo emprendimiento familiar.
Ya trabajando con su familia, Pablo abrió una cafetería Gloria Jeans en un centro comercial, la primera de una serie de tiendas de la franquicia estadounidense que atrajo el interés de los consumidores mexicanos de café y rápidamente se posicionó entre los cafés de mayor demanda. Fue una acción familiar, en la que los González demostraron su gusto y habilidades para emprender y en la que Pablo tuvo el liderazgo del proyecto.
La franquicia tuvo mucho éxito, pero cuando la competencia empezó a llegar al país, el mercado se saturó de barras de café gringas como Coffee Factory, Coffee Station, Café Café, Starbucks, entre otros. Para sobrevivir debían innovar, ofrecer un concepto diferente. La solución se presentó simple para Pablo: tenían que explotar la identidad de lo mexicano, promover lo producido en México y colocar el café del país a la altura de los mejores.
Pablo detectó que en México la gente compra café extranjero porque piensa que es bueno y cuando compra café mexicano lo hace porque le da lástima la situación del campo mexicano y desea apoyar a los productores nacionales aunque crea que el café es malo. Tal vez hayamos visto un envase de café mexicano con la foto de un trabajador pobre y sudoroso, en su etiqueta no dice que el café sea bueno, sino que está hecho por gente de bajos recursos y por eso hay que comprarlo. Pablo González consideró que esa estrategia de venta está equivocada: vender un producto dando razones para generar lástima en lugar de resaltar las cualidades reales y las ventajas de lo que se produce en México, como el café mexicano que está entre los de mayor calidad del planeta. Los comercializadores del café generaban además un círculo vicioso en el que no exigían a los productores sembrar y cosechar el mejor café, sólo les pedían que fuera barato.
El reto, y por consiguiente la oportunidad de negocio, era motivar a los productores en México para sembrar y cosechar café de gran calidad con el que podrían obtener mayores ganancias, ya que se demostraría al mercado que consumir buen café mexicano
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