Calculadora

De acuerdo a García Álvarez en 1896, la conferencia del Consejo Nacional de Profesores de matemáticas de E.E.U.U. recomendó “la integración de la calculadora en el programa escolar de matemáticas en todos los niveles de escolaridad en las aulas, en las tareas para la casa y en las evaluaciones”, la recomendación específica que en cada nivel escolar hay que enseñar a los alumnos como y cuando hay que usar la calculadora.

El uso de la calculadora debe ser como herramienta para resolver problemas y solo con los siguientes fines, por ejemplo, para verificar rápidamente el resultado de un cálculo y si no es correcto el resultado revisar manualmente el procedimiento en nuestra operación y encontrar el error, no se debe usar para resolver la operación en sí; con la excepción si el cálculo es complicado en algún problema; también se deben establecer reglas en el aula para el uso de la calculadora y en qué casos disponer de ella.

Las ventajas del uso de la calculadora en los alumnos ayudan para no distraerse en la escritura y la realización de las operaciones en sus cuadernos, sino que se centran en la parte lógica de la solución del problema, en ejercitar su pensamiento lógico. Con esto los alumnos procesan una cantidad mucho mayor de material lógico y numérico que en la situación tradicional. Toma vital importancia porque favorece el desarrollo de habilidades en la resolución de problemas, ver que lo que importa es en sí razonar el problema para saber cómo resolverlo y que la operación se podrá deducir y no esperar a que el profesor diga que es lo que se va a necesitar.

Según García Álvarez si el uso de la calculadora en la clase de matemáticas es regulado y dosificado por el profesor de la misma manera que cualquier otro material didáctico, los alumnos aprenden a distinguir lo que más les conviene en cada ocasión, si calculan mentalmente, con el papel y lápiz o con calculadora,.

En primer año se puede empezar a enseñar actividades que les permitan conocer el funcionamiento de la calculadora, como con qué tecla se enciende y con cuál se apaga, las teclas de las diferentes operaciones, aprender a borrar si se equivocan, conocer el significado de otras teclas aunque no las utilicen sin dejar que la utilicen.

A partir de tercero los alumnos, además de conocer el teclado y el funcionamiento de la calculadora, podrán estudiar con más profundidad aspectos “menos visibles” de la misma. Por ejemplo, el uso repetido de algunas teclas y el efecto que producen.

Hay también situaciones en las que es necesario retirar la calculadora, por ejemplo cuando se quiere propiciar el desarrollo de un procedimiento para realizar una operación. Importancia del planteamiento de problemas para la enseñanza de las matemáticas en la escuela primaria. No se trata de adquirir conocimientos para aplicarlos en la resolución de problemas,

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