Caso Snowden
Enviado por rsabaal • 12 de Diciembre de 2013 • 2.434 Palabras (10 Páginas) • 325 Visitas
UN ARMA DE DOBLE FILO
CAP I
Julian Assange: ¿Libertad de expresión o seguridad nacional?
Una de las condiciones esenciales para decir que en un país se vive en democracia plena es, sin duda, la libertad de expresión. La libertad de expresión asegura a los ciudadanos de una nación que, en esta, sus opiniones, posturas ideológicas, demandas y reclamos en la convivencia política y social serán no solamente respetadas, sino tomadas en cuenta en la medida de lo posible. De hecho, grandes cambios en la historia de la humanidad han sido posibles gracias a esta invaluable condición que rige en la mayoría de las sociedades del mundo, desde la caída de algún gobierno corrupto enquistado en el poder hasta reformas legales que transparentan el ejercicio de la vida pública.
Es así que, la sociedad se encuentra con un dilema habitual en estos últimos tiempos: ¿Hasta qué punto la libertad de expresión permite que un gobierno pueda manejarse de una manera sólida en sus decisiones? Inmediatamente nace otra pregunta, hija de la primera: ¿Cuándo la libertad de expresión deja de serlo para convertirse en burda manipulación, cálculo político o parcialidad por sabe dios qué razones?
Sabemos, también, que la prensa ha adquirido con el tiempo un papel importantísimo dentro de los países. Es saludable y peligrosa a la vez, ya que tiene la capacidad de tirar agua para un molino u otro. Por ello, es crucial que esta se maneje de la forma más ponderada posible, que mantenga una ética en el ejercicio de sus funciones y que ponga, sobre todo, empeño en defender las causas justas de la sociedad. Sin embargo, en la realidad son solo algunos medios, y peor aún, solo algunos periodistas los que llegan más allá de la simple teoría. Esto ocurre, entre otras cosas, no por la incompetencia de los periodistas ni de los canales de difusión, sino por un sistema que está podrido desde adentro, tanto por la presión que ejercen diversos entes de poder sobre ellos como por los beneficios que se puede obtener tomando tal o cual postura.
Libertad de expresión, la ilegalidad de la verdad:
Es en este contexto en el que ha aparecido la figura de Julian Assange, fundador y cara visible de la famosa web Wikileaks, que se encarga, desde el año 2006, de filtrar documentos confidenciales a internet y que ya, en innumerables ocasiones, se ha encargado de desenmascarar operaciones estatales escandalosas. Estos documentos, que cuelga Wikileaks en la web, son obtenidos mediante hackers, es decir, piratas informáticos que operan desde diversas partes del mundo, y luego de la web son rebotados en todo el mundo por periódicos de gran trascendencia. De esta manera, han sido develados los cruentos abusos de Estados Unidos en Medio Oriente, con espacio en Irak y Afganistán; también estrategias estadounidenses que se aplican en esas zonas y que comprometen no solo al país norteamericano; quizá lo más importante haya sido el haber puesto sobre el tapete el absurdo alargamiento de una guerra inútil mediante la publicación de un documento llamado “Los papeles de Afganistán”. Es por ello que el australiano Julian Assange ha tenido que pedir asilo político a Ecuador en la Embajada de este país en Londres, ya que Estados Unidos lo ha declarado traidor a la patria y quiere llevarlo a la cárcel, en el mejor de los casos. Puesto que, para este país, se pusieron en riesgo no solo los planes o estrategias frente a un determinado caso, sino que se vulneraron las normas, reglamentos y leyes que trajeron consigo la inestabilidad del estado poniendo en peligro la seguridad de una nación. Independientemente de sus acciones, es decir, de si Estados Unidos está haciendo lo correcto o no. Mientras que, para el resto del mundo, incluso para los países involucrados, la develación de estos documentos se presentan como un beneficio y coloca a Estados Unidos en una desventaja favorable para otras naciones que ven en Julian Assange a un héroe más que a un enemigo.
Como se dijo, Julian Assange está enmarcado en un contexto, y es este contexto el que ha ayudado a erigirlo como un verdadero luchador de la libertad de expresión, incluso, se le ha otorgado a su organización muchos premios en mérito a su labor. Pero, lo que no se puede obviar, un punto clave en este tema, es que el celebrado hacker australiano accede a esta información de manera ilegal. Si bien sus aportes han sido significativos, también ha puesto a la vista una gran cantidad de cuestiones de menor transcendencia que hasta resultan absurdas comparadas con las de mayor relevancia, estas, que sabemos son obtenidas fuera del marco legal, no han logrado sino banalizar muchas de las revelaciones importantes.
Fines justifican los medios:
Las intenciones del accionar de Julian Assange son, no cabe duda, un misterio; pues al difundir toda esta bola de ineficacia y corrupción de Estados Unidos, la mayoría olvida que él no está actuando desde una postura ética, que lo aleja de la postura que él denuncia, ni mucho menos legal. Se puede suponer, si se quiere pasar de ingenuos, que Julian Assange obra en base a los ideales de la libre expresión, pero ahí se estaría regresando a una pregunta moral que se planteó al inicio de este texto sobre los límites de esta libertad, y si estos límites son, ciertamente, los que están dentro de un marco jurídico. Todo país, y en mayor medida Estados Unidos por ser potencia mundial, tiene injerencia en política extranjera. Es natural que todos los países la tengan con este fenómeno llamado globalización que hoy se está viviendo. Es por eso que en los Estados Unidos y en cualquier país es necesaria la privacidad y la confidencialidad. Si hay algún indicio de que las cosas se están llevando mal o de forma delictuosa, pues existen otro tipo de canales para encausarlos. No es posible que en nombre de la libertad de expresión se ponga en riesgo la seguridad nacional de un país y se pase por encima de la legalidad, pues el hacerlo solo significaría degradar el concepto y convertirlo en libertinaje.
CAP II
Caso Snowden - ¿Héroe o Criminal? Develar secretos de estado por defender la libertad.
Es la revelación de Edward Snowden: ¿una denuncia de violación a los derechos fundamentales del ser humano, o un crimen de traición contra su propio país? ¿Hasta qué punto la Seguridad Nacional permite que se vulnere la intimidad y libertad de los individuos? ¿La libertad de expresión tiene vigencia cuando se trata de velar secretos de estado?
Edward Joseph Snowden, es un ex empleado de la Agencia Central de Inteligencia (CIA) y de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), quien se ha convertido en el personaje más discutido en el quehacer político internacional, cuando en Junio de este año hizo público a través de los diarios The Guardian y The Washington Post,
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