China Vs EEUU

¿ESPERANZA O MALDICIÓN? LA LUCHA POR EL PODERÍO ENERGÉTICO

Día a día el mundo como lo conocemos se transforma en una pista de carreras en la que sus más acérrimos competidores son las grandes potencias económicas que buscan alcanzar la tan anhelada “meta”, muchas veces sin tener en cuenta las consecuencias que está desmedida lucha pueda generar. Cuando se habla de “meta” pueden llegar a la mente diferentes definiciones de esta, sin embargo la realidad es evidente y es la energía aquello que se encuentra en el centro de la vida política y la que con el transcurrir de los años ha ido midiendo el desarrollo de una nación.

La palabra potencia implícitamente nos remonta a países como China, Estados Unidos, Rusia, Alemania, entre otros que no escatiman esfuerzos por ser considerados los dueños del mundo y de sus recursos. Sin embargo, esta lucha se ha enfocado principalmente en dos países que compiten por la supremacía en la economía; Estados Unidos y China intensifican cada vez sus esfuerzos por hacerse con los recursos disponibles de la fuente de energía predominante en la actualidad, el petróleo. Ellos, principales consumidores están en un punto en el que son incapaces de producir todo lo que necesitan y deben optar por la importación de este combustible.

Desde el punto de vista de China, el acelerado crecimiento de su economía ha aumentado la necesidad de buscar nuevas alianzas estratégicas que ayuden a mantener la tasa de crecimiento económico; lamentablemente el país no se esperaba este aumento en la demanda de recursos energéticos y ha presentado inconvenientes técnicos en el servicio a raíz de esta situación. No obstante, China quiere expandir su participación en el negocio petrolero ofreciendo acuerdos en los que respeta las políticas internas de aquellos países productores dispuestos a venderles su preciado recurso, al igual que ofreciendo garantías en cuanto a un mejor estilo de vida.

Esta forma de negociación empleada por China desfavorece y trunca los deseos de Estados Unidos por comercializar de igual manera con los países productores, ya que éste si busca implantarse al interior de la política de sus aliados, emplea la manipulación a través del poder del cual goza por ser la súper potencia mundial para hacerse con el control no solo de los recursos energéticos de un determinado país sino de este y sus habitantes completamente.

En el marco de la expansión de la economía y desarrollo Chino, se plantearon la posibilidad de incursionar de manera directa en el mercado Estadounidense a partir de la compra de una de las compañías petroleras más importantes del país, ingenuamente el país asiático creyó en la libertad de comercio y que la compra se daría de manera tan sencilla como si tratara de un negocio más; sin embargo para Estados Unidos significó algo más que una necesidad de energía; esta propuesta fue analizada desde

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