Ciudadania

¿Cómo se llega a ser ciudadano?

¿Qué entendemos por población? Tradicionalmente se entiende como el elemento humano del Estado. Se conforma por varios individuos, con distintas características entre sí, pero que habitan, de manera permanente, o casi, en un mismo territorio. Que poseen, en algún momento, la misma lengua, y que al saber que convivirán, dadas las condiciones geográficas, desean organizarse políticamente.

En el momento en que este conjunto de individuos logra ponerse de acuerdo y busca el bienestar mutuo, desde la satisfacción de las necesidades básicas (casa, sustento, educación hasta los más sofisticados, entonces adquiere una identidad a la cual se le denomina pueblo. No antes. Es decir, pueblo es la palabra que se utiliza para denominar la homogeneidad, el deseo intrínseco de pertenecer a la comunidad.

Para Hegel era importante la cohesión del pueblo, y creía que uno de los elementos que más podía unir a un pueblo era la religión. Hegel no podía concebir al pueblo sin pensar también en gobierno, que es la otra cara, el complemento. Por tanto, Hegel cree que la religión, las leyes, el arte, la política en conjunto forman un pueblo. Pero la identidad no termina allí. Se requiere una parte activa, más allá de la identificación.

Se puede definir la ciudadanía a partir de la consabida frase zoon politikón (que es el lema de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales) animal político, pues expresa la simbiosis entre la humanidad y su pertenencia a la polis o ciudad. Es decir, que el ser humano no solamente busca su bienestar, sino que es capaz de reconocer la necesidad de otro ser humano de la suya, y además le ayuda a alcanzarla.

Cicerón hizo hincapié, en De república en dos conceptos importantes: la libertad y la concordia, dentro de la cual se rige el comportamiento social, a partir de no invadir el derecho de los demás, pero tener autonomía, es decir, elecciones propias. EN ser consecuentes y congruentes. Si hay respeto hay convivencia. Y si hay convivencia, hay sociedad, y al haber sociedad es más fácil cubrir las necesidades. Y al cubrir necesidades, se engrandece la raza humana.

La ciudadanía es la identidad, la pertenencia a una sociedad, la posibilidad de participar activamente en la construcción de una nación a través no solo de la democracia, sino del involucramiento, de la responsabilidad del propio entorno de los individuos, de la unión para contribuir y trasformar las condiciones en las cuales vive.

Muchas personas creen que con votar en elecciones basta. Y no es así. Se requiere un involucramiento más profundo: Ser ciudadanos implica el pago de impuestos, el trabajo, el servicio social, el voluntariado, el cumplimiento de normas cívicas y éticas, el cuidado al medio ambiente, la honradez, el pago de servicios. Todo buen ciudadano ayuda a la construcción de un espacio mejor, más agradable y funcional.

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