Ciudadania

Marisol Esperanza Cipagauta Moyano y José Daniel Quiroga Escobar - Evaluación e impacto de la Práctica en Responsabilidad Social, para la modalidad virtual

Corporación Universitaria Minuto de Dios – UNIMINUTO – Sede Virtual y a Distancia

mcipagauta@uniminuto.edu, dquiroga@uniminuto.edu

Resumen

En el presente documento se presenta la evaluación e impacto del curso: Práctica en responsabilidad social, que por primera vez en la historia de la Corporación Universitaria Minuto de Dios – UNIMINUTO – se imparte para la modalidad virtual. El curso nace en el Centro de Educación para el desarrollo, del cual se hace un contexto general de su formación y el apoyo que presta a los programas académicos que ofrece la institución. Es importante destacar que Práctica en responsabilidad social, es una materia del componente Minuto de Dios de obligatoria inscripción, además de formar parte del plan de estudios de las carreras de pregrado de la oferta de UNIMINUTO. El curso incluye prácticas presenciales guiadas y acompañadas por los tutores en cada una de las sedes de la universidad, donde se ofertan los programas a distancia. La plataforma que se utiliza para el desarrollo del curso es Moodle, y tienen acceso todos los estudiantes matriculados e inscritos formalmente en este. Los acompañan un titular y tutores con experiencia en educación a distancia e investigación en el campo de la responsabilidad social, que supervisaron las intervenciones que los estudiantes realizaron en campo.

Palabras clave: responsabilidad social, evaluación, educación para el desarrollo, impacto.

Introducción

La Corporación Universitaria Minuto de Dios-UNIMINUTO como parte del proceso de formación de los estudiantes de los programas profesionales y tecnológicos, de todas las modalidades, promueve la Responsabilidad Social como uno de los ejes articuladores del Modelo Educativo.

El Centro de Educación para el Desarrollo-CED es la unidad responsable en todas las sedes del Sistema UNIMINUTO de liderar la formación en Responsabilidad Social de los estudiantes de todos los programas, bajo el enfoque de Educación para el Desarrollo, el cual desde una perspectiva ciudadana y democrática promueve reflexiones y acciones individuales y colectivas para contribuir a la transformación social. Como lo afirma Remolina (2003): “toda labor académica de la Universidad y de sus unidades tiene un contenido altamente social. Ella busca, en efecto, formar hombres y mujeres integrales que presten un servicio profesional altamente cualificado a la sociedad”.

Este enfoque se ha materializado en el currículo por medio del Componente Minuto de Dios, donde existen entre otros, dos cursos especiales: 1). Desarrollo Social Contemporáneo y 2). Práctica en Responsabilidad Social. El primero proporciona a los estudiantes de todos los programas profesionales, los elementos conceptuales, desde la perspectiva de la Educación para el Desarrollo, para el análisis crítico de la realidad social. El curso aborda contenidos tales como: modelos de desarrollo; pobreza, desigualdad, injusticia y exclusión social; ambiente; género; interculturalidad; paz y noviolencia y acciones socialmente responsables. El segundo curso, Práctica en Responsabilidad Social, objeto de esta ponencia, busca fortalecer en el estudiante la dimensión social de su proyecto de vida a través de la formación ciudadana, a partir de un modelo conceptual y pedagógico que guía dicha formación.

Este modelo parte de reconocer la ciudadanía como el proceso por medio del cual los individuos y los colectivos se apropian de su contexto local, global y planetario, lo cuestionan y son co-responsables de su desarrollo y a partir de allí propone y gestionan alternativas de transformación social. En este modelo se apunta hacia la consolidación de una ciudadanía más crítica y activa. Crítica porque es vista como la capacidad del individuo y los colectivos de reconocer su realidad y la de otros, cuestionarla analizando la relación causa-efecto y los intereses que le subyacen y a partir de allí construir un posicionamiento frente a ella. Ciudadanía Activa porque busca que el estudiante se vincule en procesos de desarrollo y transformación social que beneficien y propendan por el bienestar de poblaciones o grupos con algún grado de vulnerabilidad, bien sea por su condición social, económica, etaria, cultural o política. Al respecto Gimeno y Henríquez (2001) afirman: “la tarea educativa que se desprende es el fortalecimiento del espíritu crítico, del sentimiento de pertenencia a una comunidad y la formación en el compromiso, la responsabilidad social y la participación. Son aportes de este modelo la crítica al liberalismo y la contribución a la responsabilidad con el bien común”.

En este sentido, se entiende entonces la formación ciudadana como el conjunto de prácticas pedagógicas y políticas ejercidas con la intensión de que los estudiantes reconozcan la realidad y construyan estrategias de acción por medio de las cuales participen e incidan en su transformación. Para llevar a cabo este proceso es necesario que el modelo de formación ciudadana y su aplicación supongan ejercer la responsabilidad y entender la dignidad humana como valor guía, que lleve al ejercicio de una ciudadanía comprometida con el bien común y con el logro de una sociedad más equitativa.

Finalmente este modelo se orienta hacia la formación de ciudadanos socialmente responsable, pues coloca como fin último de su actuación el bienestar de los otros, con quienes se reconoce por medio de sí mismo, y pone al servicio de ello sus capacidades, potencialidades e inclusive sus debilidades como ser humano que es.

Desarrollo

Por primera vez, a mediados de 2013 este el curso denominado: Práctica en Responsabilidad Social, se diseñó para ser impartido en la metodología a distancia, modalidad virtual.

El curso responde de manera directa a uno de los enunciados de la misión institucional de UNIMINUTO: “formar profesionales éticamente responsables y líderes de procesos de transformación social”. Asimismo, busca fortalecer en los estudiantes la dimensión social de su proyecto de vida, a través de un proceso de formación ciudadana, de tal manera que al terminar el curso hayan podido reconocer una realidad específica en un contexto determinado, sean críticos y argumentativos frente a esa realidad, pero a la vez puedan generar de manera directa y en campo, estrategias de acción por medio de las cuales participen e incidan en su transformación. Al respecto dice Remolina (2003): “la acción política de la Universidad ha de consistir en proyectar su saber sobre la sociedad para transformarla. Esta proyección ha de realizarla de diversas maneras. En primer lugar,

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