Codigo De Etica De Empresa
Enviado por paiolas.5 • 1 de Diciembre de 2013 • 1.737 Palabras (7 Páginas) • 358 Visitas
Introducción
Nuestro Código de Ética
El presente Código de Ética busca convertirse en referente para las actuaciones
de los empresarios afiliados a CASALCO, dentro de la expectativa de que el
ejemplo se extienda para implicar a todos los demás empresarios del sector.
El Código tiene como punto de partida la regla de oro de la ética, y pasa luego
a definir siete principios éticos, en coherencia con los siete temas de la
responsabilidad social empresarial. Estos principios se materializan en 10 valores
éticos, y estos a su vez aterrizan en un conjunto de compromisos éticos con los
nueve principales grupos de interés con los cuales el sector se relaciona en
el ejercicio de sus negocios. De manera que en forma deductiva, el documento
va de lo general a lo particular, estableciendo al final formas concretas de
conducta para cumplir con los postulados éticos.
Nuestro Código de Ética cuenta con un anexo complementario de
autoevaluación, en donde los empresarios encontrarán un conjunto de
indicadores que les permitirán medir los avances y vacíos en la aplicación de
los referentes éticos, para que desde allí diseñen acciones de mejoramiento
y consolidación de políticas y prácticas de RSE.
Los tres sistemas reguladores
Las sociedades complejas como la salvadoreña operan en torno a tres tipos
de reglas que tanto el conjunto de la sociedad como los grupos y los individuos
han adoptado y comparten: las de la ley, las de la cultura y las de la
ética. Las primeras son formales y explícitas, y las dos últimas son informales
y usualmente implícitas. Estas reglas son fundamentales para la convivencia
justa y respetuosa, así como para el desarrollo social y económico.
La ley cumple una función indispensable en la generación de cambios sociales,
al determinar con su fuerza vinculante y coercitiva cuáles son los
comportamientos que la sociedad espera que tengan sus miembros. Frente
a cada ciudadano, la norma se constituye en una regulación externa, cuyo
cumplimiento se asegura en parte por la apelación al sentido de responsabilidad
ciudadana, y principalmente por los dispositivos coercitivos y punitivos que
la misma ley determina. Sin embargo, las personas no cumplen los reglamentos
y las leyes por el solo hecho de conocerlas. Se requiere una disposición
Cámara Salvadoreña de la Industria de la Construcción
12 CÓDIGO DE ÉTICA
interna de cada individuo, una actitud para cumplir con las normas.
La simple observación nos enseña que cuando esta disposición no existe, y
por el contrario la actitud orienta a obrar contrario a la normativa, así se
comporta el individuo.
La actitud para cumplir con la ley es la ética. En otras palabras, la ética
nace del interior de la persona, como un deseo de vivir el mundo de una
cierta manera. Es decir, si la ley establece el "deber ser", la ética se manifiesta
como "querer ser" y "querer hacer". Ser ético consiste en jugar limpio, en no
hacer trampas, en cumplir los acuerdos y normas establecidas. En este sentido,
la ética es la autorregulación de las personas para cumplir a cabalidad
las reglas de convivencia, derivando de dicho cumplimiento una
satisfacción con uno mismo. Por ello la ética no tiene un respaldo coercitivo
-como sí sucede con las leyes y reglamentos-, sino emocional, al hacernos
sentir bien cuando tenemos el comportamiento correcto, y mal cuando
actuamos incorrectamente.
Democracia, confianza y ética
Desde la óptica expuesta, el presente Código de Ética de la industria de la
construcción tiene como objetivo contribuir a consolidar una forma de
hacer negocios acorde con el papel que la empresa moderna desempeña
en la sociedad, al convertirse desde mediados del siglo XX y mucho más en
el XXI en protagonista de la vida de las personas y del colectivo social, por
cuanto el tipo de organizaciones que construyamos es determinante en el
curso de acción que tomen las sociedades, todo dentro del gran propósito
de contribuir a consolidar la cultura de prácticas empresariales responsables
en el sector de la construcción de nuestro país.
Ello se entiende mejor al precisar que la nación salvadoreña ha optado por
una organización republicana, democrática y representativa, tal como lo postula
nuestra Constitución. Y construir la democracia más allá de la elección de los
gobernantes para asumirla como un modo de convivir, como una cultura que
permee todos los espacios sociales, es el desafío más grande que tenemos
en el país, esto es, que aprendamos a convivir en el respeto y el pluralismo,
y ofreciendo las posibilidades para que todas las personas tengan acceso al
desarrollo humano y social digno, en un ambiente de solución pacífica de los
conflictos que puedan emerger, haciendo prevalecer en todas las situaciones
los derechos humanos.
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CÓDIGO DE ÉTICA 13
El ejercicio de los derechos solamente es posible cuando se cumplen los
deberes que hacen viables esos derechos por parte de todos los asociados
-especialmente por quienes tienen altos niveles de concentración del poder
político y económico como una forma de corresponsabilidad social. Una
sociedad que reconoce derechos para todos sus ciudadanos puede, así mismo,
exigirles el cumplimiento de sus deberes, lo cual fortalece el tejido social y
amplía las capacidades de esa sociedad para producir en abundancia y con
pertinencia bienes, servicios, valores, formas cooperativas de relación, sinergias
y prácticas sociales de solidaridad que generen riqueza y que dignifiquen la
existencia de las personas asociadas.
Una sociedad de este tipo requiere de un cemento social, de unas relaciones
básicas que cohesionen, articulen y mantengan el aglutinamiento del colectivo.
En una sociedad democrática, dicho aglutinante es la confianza. La confianza
es la base de lo social, ya que para cualquier acto de interacción social en
donde exista acuerdo de voluntades, la credibilidad mutua es indispensable.
Como sinónimo de credibilidad, la confianza es un elemento
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