Como Gestionar Eticamente En La Escuela
Enviado por • 14 de Junio de 2015 • 1.548 Palabras (7 Páginas) • 591 Visitas
Gestionar éticamente constituye uno de los factores importantes para obtener beneficios para la escuela, ya que para ello es indispensable el apoyo de maestros, directivos, padres de familia y alumnos, por ello es práctico realizar la gestión éticamente.
La visión compartida de la escuela nos orienta que debemos de trabajar con el uso de las metáforas ya que estas nos ayudaran a describir una percepción de la imagen que tenemos de una realidad ya que esta percepción es un instrumento de, valoración y de análisis, pues los centros educativos ofrecen su imagen y esta puede ser analizada por la organización desde el prima de la ética. La cohesión educativa se establece a partir de la cooperación entre los miembros de la organización y tiene como horizonte la necesidad de compartir un modelo de la educación que permita una acción educativa coherente por parte de todos los miembros de la organización, la visión en las organizaciones educativas, se construye a través del ejercicio de las vivencias compartidas, de aquí proviene la necesidad de debatir , de dialogar y de convivir alrededor de los ideales y de su práctica educativa.
Se exponen también diferentes actividades las cuales ayudan a trabajar la visón compartida de la gestión dela escuela, ya que la gestión compartida incluye a todos los actores escolares para poder realizar una gestión ética apropiada.
La gerencia de las instituciones educativas, sin duda, requiere de profesores competentes, padres colaboradores y alianzas estratégicas con la comunidad. Indudablemente, la gestión no solamente debe centrarse en la planificación, el financiamiento, la administración de recursos humanos y materiales, y en la autoevaluación, sino también en lo referente al currículo, tutoría, espacios y medios educativos, así como en la práctica docente, en un marco donde lo pedagógico es lo central. Por ello, una gestión descentralizada, unitaria, eficiente y ética debe caracterizarse por la humildad, el trabajo en equipo, la motivación, el optimismo, la iniciativa y la innovación para continuar avanzando hacia una escuela pública, universal, inclusiva y gratuita, que asegure aprendizajes de calidad.
Desde luego, sólo podremos hablar de una gestión institucional, administrativa y pedagógica de calidad si se encuentra enmarcada dentro de la ética. Los valores no sólo los deben asumir y poner en práctica los estudiantes, sino también los directivos, maestros, padres de familia y demás actores educativos. No se puede pedir que los educandos sean, por ejemplo, honestos, responsables, veraces, justos, respetuosos de las diferencias, puntuales y disciplinados, si es que los adultos en la escuela y los padres se comportan de manera opuesta. Por eso, es indispensable un liderazgo consistente del director del centro de enseñanza, que promueva el desarrollo de las potencialidades de nuestros estudiantes y maestros. Un liderazgo con autoridad efectiva, solvencia moral y capacidad técnico-profesional para crecer y mejorar. Y, por supuesto, que fomente un clima institucional propicio para la formación integral de los alumnos.
1. Visión compartida de la gestión de la escuela
Los integrantes de una institución educativa, tienen una visión de la organización a la que pertenecen. Por lo cual, las visiones compartidas crecen como subproductos de interacciones de visiones individuales. La experiencia sugiere que las visiones genuinamente compartidas requieren una conversación permanente, donde los individuos no solamente se sientan libres de expresar sus sueños, sino que aprendan a escuchar los sueños de los demás. Con una visión compartida se tiene más propensión a exponer lo que se piensa, a renunciar a perspectivas enraizadas y a reconocer los defectos de una persona o de una organización. Para ello se sugiere: Frases inacabadas, Metáforas o imágenes, Plan estratégico (misión de la escuela) y estudios de casos.
2. Acción compartida de la gestión de la escuela
En la acción compartida se trata de valorar hasta qué punto la institución educativa o los miembros que la forman, ha instaurado dinámicas de participación responsable en la vida de la institución, ya que la participación ejercita las actitudes sociales de relación y todos los valores que conllevan. Por ello, el objetivo de las acciones a llevar a cabo para potenciar la acción compartida debe ser, sin duda, el de optimizar al máximo la participación de todos los miembros de la comunidad educativa en las tareas de gestión del centro. Además se sugiere:
- Participación transversal. Establecer determinados procesos de participación que empiezan y terminan en un único estamento o grupo de la comunidad educativa.
- Reflexionar públicamente sobre las responsabilidades personales. Se sugiere
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