Competitividad y globalización

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La productividad y la calidad como herramientas de ventaja competitiva de las organizaciones en un mundo globalizado

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San Carlos, mayo de 2018

La productividad y la calidad como herramientas de ventaja competitiva de las organizaciones

La productividad y la gestión de la calidad son factores clave para la competitividad, estas siempre han sido una preocupación para los sectores productivos, especialmente en los países con economías abiertas que quieren ganarse un espacio en el mercado global.

En tal sentido, Robbins y Coulter (2010) indican al respecto: “Al hablar de productividad nos referimos a la cantidad de bienes o servicios producidos dividida entre los insumos necesarios para general ese resultado” (p. 404). Del mismo modo, relacionado con la productividad, Chiavenato (2006) sobre la competitividad escribió que es la “Capacidad de una organización para ofrecer productos y servicios, mejores y más baratos adecuados a las necesidades y expectativas del mercado, brindando soluciones innovadoras al cliente” (p. 20).

Los esfuerzos concentrados para mejorar la productividad y la gestión de calidad de una organización a menudo resultan en una mayor satisfacción interna y externa, ya que ambos ayudan a los precios de los productos y servicios que ofertan al público y aporta a la confiabilidad en general.

Productividad como herramienta para determinar la eficiencia de la organización

La productividad es una herramienta de medición que determina la eficiencia de la organización en términos de la proporción del producto producido con respecto a los insumos utilizados. Varios factores como la tecnología, el diseño de la planta, el equipamiento y la maquinaria afectan la productividad. Por lo tanto, los gerentes de operaciones deben llevar a cabo una revisión periódica de todos estos factores para mantener y mejorar la productividad.

La productividad puede medirse como productividad total o como productividad parcial cuando se consideran variables únicas o múltiples variables. Medir la productividad en las organizaciones de producción es relativamente fácil. Pero medir la productividad para los trabajadores del conocimiento y en las organizaciones de servicios es difícil. Mantener hojas de tiempo para determinar el tiempo dedicado a cada tarea y la cantidad de trabajo realizado es una de las maneras de medir la productividad en la industria de servicios. La calidad es una de las cuestiones clave, que define la posición competitiva de una organización en el mercado. Hasta mediados de la década de los setenta, la calidad solo se definía por el mantenimiento periódico, pero hoy las empresas están utilizando la calidad como una ventaja competitiva frente a los competidores.

Ventaja competitiva a través de la Gestión Total de la Calidad

Para obtener una ventaja competitiva en el mercado a través de la calidad, las organizaciones han adoptado el enfoque de Gestión Total de la Calidad (TQM). La filosofía TQM establece que mantener y mejorar la calidad no es solo una prerrogativa del departamento de control de calidad, sino que todos y cada uno de los empleados de una organización son igualmente responsables. Una publicidad inteligente y bien ejecutada puede atraer a los clientes inicialmente, pero si el producto suministrado no coincide con las expectativas de calidad del cliente, entonces con toda probabilidad el cliente cambiará a un producto de la competencia.

La calidad es conformidad con los requisitos. Un producto bien diseñado y producido correctamente sin ningún error puede no ser percibido como un producto de calidad por parte de los clientes si no cumple con sus requisitos.

Hay ocho dimensiones de calidad diferentes que una empresa puede aprovechar para obtener una ventaja competitiva. Son el rendimiento, las características, la fiabilidad, la conformidad, la durabilidad, la facilidad de servicio, la estética y la calidad percibida. Muestras aleatorias, gráficos de control estadístico y planes de aceptación son algunas de las herramientas que se utilizan para el control de calidad.

La calidad debe ser un compromiso de las organizaciones

Una vez que las empresas determinan las necesidades de los clientes, deben concentrarse en satisfacer esas necesidades produciendo productos de alta calidad a un ritmo eficiente.

La productividad es la relación entre una cantidad determinada de producción y la cantidad de información necesaria para producirla. La rentabilidad resulta cuando el dinero sobra de las ventas después de pagar los costos. Los gastos realizados para garantizar que el producto o servicio cumplan con las especificaciones de calidad afectan el costo final o general de los productos y / o servicios involucrados. La eficiencia de los costos será una consideración importante en todas las etapas del sistema de mercado, desde la fabricación hasta el consumo. La calidad afecta la productividad. Ambos afectan la rentabilidad. La unidad para cualquiera de los tres no debe interferir con la unidad para los demás. Los esfuerzos para mejorar deben coordinarse e integrarse. El costo real de la calidad es el costo de evitar el incumplimiento y la falla. Otro costo es el costo de no tener calidad: perder clientes y desperdiciar recursos.

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