Comunicación Y Su Papel

El Ocho de Julio de 1976 ha sido marcado en la historia mexicana del periodismo, como el golpe que recibió el periódico Excelsior, un golpe que dolió mucho a la libertad de expresión. yo, todavía ni estaba en la mente de mis padres, casi 10 años antes de mi nacimiento, y hasta ahora me voy enterando de sucesos importantes en la lucha de un periódico que se mantuvo al margen de sus ideales por mucho tiempo.

Al comenzar a hojear el libro de Vicente Leñero, no puedo evitar leer las opiniones, reseñas, sinopsis, (o como usted lo quiera llamar) de Carmen Aristegui, mujer periodista de “hueso colorado y sin pelos en la lengua”; así como las mismas palabras del ex-director de Excelsior, Julio Scherer García. Cada palabra me acerca más a entender el por qué de la importancia de semejante novela, me recuerda en cierta parte al libro de Crónicas de México, escrito por José Agustín. Libro que sin lugar a dudas, recuerdo, está redactado a manera de anécdota, así como Los periodistas.

Recapitulando, el Gobierno de México, a ocho años después de la matanza de Tlatelolco, sigue siendo blanco de crítica social, periodística, y televisiva. El Excelsior no sale sobrando en estos aspectos, se dice que su imparcialidad y constante lucha con el Estado fue una de las razones que lo llevó a ser reconocido en toda América Latina y que también ésta misma razón lo hundiría.

El trabajo de Excelsior era sencillamente excelente. Los mejores escritores, columnistas, colaboradores, y editorialistas estaban detrás de las líneas del periódico. Eran el símbolo de la libertad de expresión, característica de un periódico influyente en América Latina. Como estatutos del periodista cabe señalar – Noticias que es necesario descubrir, ganar, recoger de las fuentes, arrebatar al enemigo – Vicente Leñero. Es aquí, donde me pregunto acerca de la esencia del periodista actual, ¿seguirá teniendo en cuenta éstos preceptos? ¿o se ve obligado a copiar, comprar, o robar la nota de algún otro medio? ¿qué tanto estoy dispuesto hacer para poder hacer salir mis dotes de “periodista”?

Se ve en los salones de clases todos los días, cierta tarea dejada por un maestro, con el objetivo primordial de investigar, y lo que hacen los alumnos es meterse a una página de fuentes poco confiables, oprimir unas teclas (bendita/maldita tecnología) ctrl.+v; ctrl.c. Copiar y pegar la información es la labor de los estudiantes mediocres; la meta a seguir entonces es soltar esa mediocridad, ¿Cómo?, dándose cuenta de la mediocridad. Al menos este consejo deja en sus primeras líneas Vicente Leñero.

Al igual que el cine, el famoso conocido como la época de oro, también el periodismo tuvo su época; claro que están los defectos de la competencia periodística de Excelsior; interesados solamente por el dinero, vendiendo publicidad al por mayor, consumismo, notas de

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