Concatenando la historia: Hugo y su vida, el reflejo en una máquina

Concatenando la historia: Hugo y su vida, el reflejo en una máquina

En un mundo donde la fantasía reina, un niño, claro ejemplo de ello, sufre una trágica vida tras la muerte de su padre, viviendo solo, donde los rieles suenan a cada instante, Hugo prepara una obra con una solvencia y magnificencia casi irreconocible.

Su padre, relojero, padece un grave accidente en el museo donde laboraba, sin embargo le dejó una encomienda a Hugo, reparar un autómata (símbolo del desarrollo de la maquinaria europea en el siglo XVIII, robot de cuerda).

Hugo quedó con su tío y este lo llevó a la estación de trenes. Allí, preparaba y enmendaba los relojes que pertenecían a la estación y desde ese instante, el sueño de Hugo (reparar el autómata), comenzaba a tomar fuerzas.

La época del siglo XIX trajo consigo muchos avances tecnológicos a la humanidad, nació la cinematografía por los hermanos Lumière, y fue Georges Méliès (también personaje de la película) quien experimentó y creó filmaciones extravagantes que impactaron a toda la sociedad de ese entonces. Pero llegó la guerra y no ‘había’ tiempo para seguir viendo este nuevo arte y Méliès quedó en la quiebra.

El propósito de Hugo de reparar el autómata vas mas allá de hacerlo funcionar, es encontrar consuelo de lo que ha padecido, de cómo su vida a involucionado y trascendido hasta un punto de que se sentía irreconocible, inclusive por él mismo. El niño se topa con Méliès y se da cuenta que el ‘autómata’ fue construido principalmente por este señor, que lo había llevado a un museo (pero nunca lo exhibieron), y que por supuesto su padre le había entregado.

Al final de todo, Hugo logra reparar el pequeño artefacto y se da cuenta del secreto que revela. Una historia con trascendencia histórica, que mezcla fantasía y hechos reales para impresionar en cuerpo y alma al espectador. GRAN PELÍCULA.

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