Conflicto Sin Tregua
Enviado por Mauromotta • 19 de Septiembre de 2012 • 1.229 Palabras (5 Páginas) • 395 Visitas
Conflicto sin tregua
El día había tenido un sol irradiado de luz que dejaba entrever una leve llovizna horas más tarde y que empezaba a escribir su historia con letras de sangre. Villavicencio muy refinada y vestida de gala esperaba con ansiedad la celebración de sus cumpleaños. Ya la oscuridad de la noche cubría los cielos de la homenajeada para despertar la distracción de jóvenes y adultos en la zona rosa ubicada en el sector de La Grama. Todos exhibían un entusiasmo desbordante, a causa del aniversario 162 de esta afable ciudad, tanto así, que la celebración paso de la sala de la casa a las calles de la cuadra. Los bares, tabernas, discotecas y tiendas del lugar mantenían atiborrados de gente, en su mayoría adolescentes que aprovechaban las promociones en el licor y que se divertían sin cesar con la música a grandes niveles de volumen.
En esa época, el presidente de Colombia, Andrés Pastrana quien desde su juventud soñaba con un permio Nobel de Paz, fue testigo del rompimiento de las negociaciones bilaterales entre la guerrilla y su gobierno, situación que provocaría una inminente venganza del grupo insurgente en gran parte del país. Sin embargo, Pastrana muy sobrio en sus decisiones no cedió a las absurdas peticiones de la guerrilla que sin saberlo, desencadenaría en los días siguientes un centenar de muertes inocentes.
La noche era joven pero el ambiente subía de temperatura, como lo vivían unos universitarios que celebraban el fin de su semestre en una de las esquinas del sector mientras otros bailaban sin descanso en el interior de los cerca de 15 establecimientos públicos.
El reloj caminaba y ya marcaba la 1:05 de la mañana del 7 de abril de 2002, entonces repentinamente el estallido de un petardo llamo la atención de los inexpertos a la escena, era una ‘cazabobos’ a cuatro metros del carrobomba junto a un árbol, que en fracción de segundos detonó una carga explosiva de 100 kilos de clorato de potasio que mato a varias personas, provocando un desconsuelo total. A unos metros de altura se formó una nube de polvo gris tóxica que empezó a levantarse sobre La Grama, similar a la explosión del cráter de un volcán. Todos recuerdan el ensordecedor ruido, entre ellas Patricia Tarquino una de las personas que concurría al lugar. El impresionante impacto dejo entre las víctimas mortales, menores de edad que se desempeñaban en el oficio de vender dulces y flores alrededor de los eventos especiales, el caso más conmovedor el de Wilson Javier Cruzado que era conocido como ‘el Pecas’. Sólo tenía 12 años pero ya se rebuscaba la vida: de día repartía tarjetas con mensajes de amor en bares y restaurantes, y de noche, como esa en que murió destrozado, vendía dulces con sus hermanos en La Grama. De él y otras voces inocentes que deambulaban en el lugar solo quedo el recuerdo. Humanos quemados y desmembrados en un radio de cincuenta metros. Los gritos, el llanto y el desespero se apoderó de los asistentes a uno de los episodios más cruentos del conflicto interno en Colombia. Unos corrían sin rumbo definido y otros instintivamente buscaban sus familiares, amigos o acompañantes que se desdibujaron en el transcurso de la noche de festividad al amanecer de terror, sangre y amargura.
La zona carecía de luz producto de los daños que dejo en los transformadores de energía, no obstante, la onda explosiva esparció los cuerpos de muchas personas, dejándolas despedazadas. Unos fueron aprisionados o en términos castizos, aplastados por uno de los tantos carros ubicados sobre la carretera. El cielo era una amenaza, una cantidad exagerada de vidrios, pedazos de tejas, piedras, varillas, partes y accesorios de vehículos caían lentamente
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