Conga
Enviado por alatrista • 27 de Mayo de 2015 • Informe • 857 Palabras (4 Páginas) • 197 Visitas
Conga es una música popular afrocubana; un instrumento de percusión; una danza colectiva. Conga es, también, un proyecto de la minera Yanacocha en Cajamarca. En los primeros casos, su definición invita al baile, a la comunión. En el último, no. Y es ahí, según los expertos en temas mineros, ambientales, hídricos, sociales y económicos, donde radica la diferencia que desata reclamos populares: para la minera Yanacocha el proyecto Conga influye de forma directa en 2 mil familias (promedio de 8 mil personas) de 3 distritos (Sorochuco, Huasmín y La Encañada) de 32 caseríos. Para Proesmin, empresa que da servicios de ingeniería y que tiene ‘mapeada’ la zona con un sistema informático, el radio de alcance es otro: 25 mil familias (promedio de 100 mil personas) de 6 distritos (incluyen Cajamarca, Libertad de Pallán y Hualgayoc) de 697 espacios poblados, entre ellos caseríos, barrios, cooperativas agrarias y villas.
El proyecto Conga está suspendido desde hace cuatro días. Axel Dourojeanni, consultor en materia de recursos hídricos e innovación en la Fundación Chile y propuesto por el Ministerio del Ambienteen las observaciones al estudio de impacto ambiental (EIA) de Conga, da su visión del porqué: “El malestar es más por el efecto acumulado de ver mucha alteración en su entorno, millones de barras de oro pasando delante de ellos y la situación de la mayoría sin mayor cambio. Los EIAdeben medir el efecto acumulado en las intervenciones de una cuenca, no es lo mismo una mina allí que seis”.
Para las personas de la zona de influencia reconocida por Yanacocha, la empresa ha planteado alternativas para mitigar el impacto hídrico producto de la extracción de oro y cobre. Y para los que sobran en el ‘baile’ (92 mil personas), Proesmin plantea una alternativa más allá del agua que podría calmar los ánimos. Claro está, de ir adelante el proyecto.
PARA QUE NO SE SEQUEN
El proyecto de Yanacocha implica, según lo planteado por la minera, desaparecer cuatro lagunas, dos (El Perol y Mala) serán vaciadas para extraer el mineral, y las otras dos (Azul y Chica) serán usadas como depósitos de desmonte.
Las dos lagunas usadas como botaderos, explica Proesmin, podrían conservarse. Trasladar los desmontes no a uno sino a cinco kilómetros más allá hacia una zona plana: “Eso costará 1,5 dólares por tonelada. Si retirarán 92 mil toneladas diarias: 33 millones de dólares al año. En grueso: la rentabilidad será de un 5% menos de lo que debería ser”. Para Yanacocha, no es un tema económico, sino de conservación ambiental. Su asesor, el ingeniero Roberto Parra, dice que los fondos de esas lagunas por secarse son impermeables; que en otra zona hay riesgos de que se filtren aguas ácidas. Algo que los expertos del tema aseguran se puede solucionar con geomembranas.
Pero hay un tema más allá del agua: son estas 92 mil personas que verían su vida comprometida con
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