Consecuencias Para El Trabajo Del Docente

Un erudito es incapaz de movilizar sus conocimientos será, frente a una situación que exige acción rápida, casi tan inútil como un ignorante. Un enfoque por competencias precisa el lugar que ocupan los saberes como recursos determinantes para identificar y resolver problemas, preparar y tomar decisiones. Los conocimientos sólo son válidos si están disponibles en el momento adecuado.

Los profesores acostumbrados a un enfoque disciplinario no creen poder «transmitir su materia a través de un problema» ya que toda la tradición pedagógica los lleva a dar prioridad a la exposición de saberes y a concebir aplicación con simples ejercicios.

Las competencias se crean frente a situaciones que son complejas desde el principio. La tarea de los profesores no es improvisar cursos sino la regulación del proceso; pero no se trata de renunciara toda enseñanza «organizada». Se puede dar la coexistencia armoniosa de dos lógicas, siempre y cuando no se olvide que la lógica de la enseñanza es, por naturaleza, imperialista, que nunca tiene tiempo suficiente para exponer «el mínimo de lo que es necesario saber antes de actuar.»

Trabajar en el desarrollo de competencias conlleva a proponer imagen de su posible utilización. Se trata de «aprender a hacer lo que no se sabe hacer, haciéndolo» (Philippe Meirieu; 1996). Para enseñar saberes, basta ser un poco sabio, para formar en competencias, más valdría que los formadores las poseyeran

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