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Contabilidad De Cooperativas


Enviado por   •  5 de Enero de 2013  •  11.036 Palabras (45 Páginas)  •  624 Visitas

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COOPERATIVISMO

HISTORIA DEL COOPERATIVISMO

El Cooperativismo como doctrina social y económica se inició es Escocia en 1844 en la época de la llamada revolución industrial en Europa, que fue a fines del siglo XVIII y continuó hasta comienzos del siglo XIX. Esta revolución trajo profundas transformaciones sociales, económicas y técnicas.

Las industrias textiles que funcionaban con telares accionados manualmente, cambiaron a los telares impulsados a vapor, ocasionando el desplazamiento de obreros que quedaron en la desocupación y se vieron obligados a enfrentar la necesidad de sobrevivir. El rendimiento de las industrias y de las cosechas se incrementó con la mecanización, pero las condiciones de vida del trabajador empeoraron, pues vivían en lugares hacinados que no contaban ni siquiera con suministro de agua ni de servicios sanitarios.

El estado estaba empeñado en impulsar la industria para competir internacionalmente por eso daba todo su apoyo al empresario, sin preocuparse mucho de la suerte de los trabajadores.

Recién nacía el sindicalismo concebido como la unión de obreros para mejorar las condiciones de trabajo y defender los intereses del obrero. El sindicalismo y cooperativismo son contemporáneos y nacen para resolver los problemas de los trabajadores; el primero mediante la confrontación con los patrones y el segundo mediante el esfuerzo propio de los obreros.

Con la creación de la cooperativa de Rochdale en Inglaterra el 24 de Octubre de 1844, dejando instaurados los principios cooperativos que hasta la actualidad constituyen la base de la creación de las cooperativas existentes en el mundo.

Constituida por 28 tejedores de una fábrica que iniciaron ofreciendo artículos de primera necesidad personal y familiar, los inicios fueron muy difíciles pero su fortaleza estaba fundamentada con los principios de: la agrupación y la solidaridad, la comprensión, el esfuerzo propio, la ayuda mutua y el trabajo en común.

Pronto aprendieron a administrar sus actividades comunes, compraban al contado mercadería de calidad, iban tomando seguridad de si mismos, adquirían hábitos de orden y economía, su ejemplo fue limitado de inmediato y el éxito del sistema fundió no solamente en Inglaterra, sino también a otros países europeos y luego en todo el mundo.

La cooperativa de Rochdale es una obra de 28 caracteres, de 28 obreros de los cuales 27 eran hombres y una mujer. La cooperativa tenía como escenario un desconocido pueblito inglés llamado Rochdale; el drama se desarrollaba en una casucha vieja de una calle a tras mano conocida como “el callejón del sapo” La cooperativa de Rochdale, que en rigor fue una cooperativa de consumo, se propagó rápidamente en el mundo entero y aparecieron las nuevas clases de cooperativas que ahora existen.

Veinte años después, en 1864, se originó en Alemania el cooperativismo de Ahorro y Crédito, cuando Friefrich funda en 1864 la Asociación de Cajas de Préstamo para aliviar, mediante la auto ayuda. En 1872 se creó el Banco cooperativo Agrario Renano de Neuwied.

En 1885 nació en Inglaterra la Alianza Cooperativa Internacional que se encargó de difundir los principios cooperativos, de relacionar entre si a las organizaciones de los problemas que afecten al movimiento.

COOPERATIVISMO ECUATORIANO

Antecedentes históricos del cooperativismo ecuatoriano

Orígenes y primeras manifestaciones

En los orígenes y consolidación del movimiento cooperativo ecuatoriano se pueden distinguir por lo menos tres etapas fundamentales: a) la primera se inicia aproximadamente en la última década del siglo XIX. cuando se crean -especialmente en Quito y Guayaquil- una serie de organizaciones artesanales y de ayuda mutua: b) la segunda empieza a partir de 1937, año en el cual se dicta la primera Ley de Cooperativas con el propósito de dar mayor alcance organizativo a los movimientos campesinos, modernizando su estructura productiva y administrativa, mediante la utilización del modelo cooperativista; c) la tercera etapa, comienza a mediados de los años sesenta, con la expedición do la Ley de Reforma Agraria, (en 1964) y de la nueva Ley de Cooperativas (en 1.966), aún vigente (Da Ros, 1985: 13).

La etapa mutua

Las primeras organizaciones mutuales que surgieron en el país, a fines del siglo XIX, se caracterizaron por ser entidades gremiales y multifuncionales; “su autonomía respecto de la Iglesia Católica y de los partidos políticos variaba según los casos, pero era generalmente precaria” (Ayala Mora, 1982:231).

En efecto, en la conformación de gran parte de las organizaciones mutualistas guayaquileñas estuvieron involucrados sectores de la pequeña burguesía, vinculados al partido liberal, por un lado, y algunos inmigrantes anarquistas y socialistas por el otro.

Por el contrario, en la Sierra, fue la Iglesia Católica la que jugó un papel fundamental en la organización de los sectores populares. En conjunto, las instituciones mutualistas que surgieron en ese período fueron “un conglomerado multiclasista que reunía en su seno a artesanos, pequeños industriales, obreros, comerciantes, empleados y patronos” (Chiriboga, 1980:322). Dichas instituciones eran una combinación de mutuo socorro, beneficencia y defensa profesional.

Los objetivos que perseguían las organizaciones mutualistas eran, por lo general, similares: contribuir al mejoramiento social, moral e intelectual de sus asociados mediante la ayuda mutua (en caso de enfermedad, indigencia o muerte), la organización de cajas de ahorro y la creación de planteles educacionales y talleres para los afiliados y sus hijos. En algunos casos, los estatutos establecían la constitución de cooperativas de consumo (como en el caso del Gremio de Carpinteros) para la distribución de artículos de primera necesidad, como mecanismo para contrarrestar el abuso de ciertos comerciantes.

A pesar de la buena acogida que tuvieron las ideas del militarismo entre las organizaciones populares a principios del siglo XX. el movimiento de autoayuda empezó paulatinamente a perder importancia en la medida en que los gremios adquirieron un papel más clasista y reivindicativo, en particular, con la creación de los primeros sindicatos.

En efecto, “no obstante los mejores esfuerzos de Virgilio Drouet y de sus anónimos colaboradores y seguidores, el cooperativismo avanzó a pasos lentos desde sus primeros brotes mutualistas hasta su definitiva consolidación como sector reconocido de la economía nacional” (Mills, 1989:211V De ahí que entre la fundación de la organización Asistencia Social “Sociedad Protectora del Obrero” (Guayaquil 1919), considerada la primera cooperativa del país, y la aparición de la segunda (la Caja de Ahorro y Cooperativa de Préstamos de la Federación

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