Contaminantes En El Entorno

Contaminantes en el entorno laboral

El desarrollo de una actividad laboral cualquiera provoca modificaciones en el ambiente de trabajo que originan estímulos agresivos para la salud de las personas. Dichos estímulos reciben el nombre de contaminantes, pueden presentarse como porciones de materia (inerte o viva), y como manifestaciones energéticas de la naturaleza diversa y su presencia en el entorno laboral. Esto se puede definir como “la probabilidad de sufrir alteraciones en la salud por la acción de los contaminantes, también llamados factores de riesgo, durante la realización de un trabajo”.

Tipo de Contaminantes

Contaminante químico es toda sustancia que durante su manipulación puede incorporarse al ambiente e ingresar en el organismo humano con efectos nocivos y capacidad para afectar la salud de las personas que entran en contacto con él. Podemos clasificarlos atendiendo a su naturaleza, los efectos de riesgo o contaminantes en:

Contaminantes químicos: Es toda porción de materia inerte, en cualquiera de sus estados de agregación (solido, liquido o gaseoso), cuya presencia en la atmosfera de trabajo puede originar alteraciones en la salud de las personas expuestas. Al tratarse de materia inerte, su absorción por el organismo no provoca un incremento de la cantidad absorbida. Dentro de este grupo tenemos como ejemplo, polvos finos, fibras, humos, nieblas, gases, vapores, etc.

Agentes físicos nocivos: Son manifestaciones energéticas, cuya presencia en el ambiente de trabajo puede originar riesgo por ser contaminantes. Algunos ejemplos de formas de energía que tienen capacidad de originarnos un riesgo son. Ruido, vibraciones, variaciones de la presión, radiaciones, entre otros.

Contaminantes Biológicos: Estos contaminantes son toda la porción de materia viva, tales como los virus, bacterias, bongos, etc, cuya presencia puede provocar efectos adversos en la salud de las personas. La absorción de un contaminante biológico origina en el organismo un incremento de estos, ya que se reproducen.

Vías De Entrada De Los Contaminantes Al Organismo

La absorción de un contaminante químico por el organismo supone su incorporación a la sangre, tras franquear los obstáculos naturales constituidos por las diversas barreras biológicas, como las paredes alveolares, epitelio gastrointestinal, epidermis, tejido vascular, etc. A las que se accede por distintas vías que son fundamentalmente la inhalatoria, cutánea, digestiva y parenteral.

En el ámbito laboral la inhalatoria es la más importante, ya que cualquier sustancia presente en la atmosfera es susceptible a ser inhalada.

Vía Respiratoria: Está constituida por todo el sistema respiratorio (nariz, boca, laringe, bronquios, bronquiolos y alveolos pulmonares). Constituye la entrada más importante para la mayoría de los contaminantes.

Las personas necesitamos oxigeno, para obtener este oxigeno aspiramos el aire que nos rodea, mediante la nariz o la boca y este lo conduce hacia los pulmones. Cualquier sustancia suspendida en el ambiente puede ser inhalada, pero solo las partículas que posean un tamaño adecuado llegaran a los alveolos influyendo también su solubilidad en los fluidos del sistema respiratorio, en los que se deposita. Por lo tanto todas las sustancia químicas que se encuentren en forma de gases, valores, humos, fibras, etc. Pueden ser arrastradas por corriente respiratoria de inhalación y dependiendo del tamaño y la forma de sus partículas, llegaran más o menos lejos del recorrido de las canalizaciones que constituyen el aparato respiratorio. Así los gases y partículas más pequeñas de polvo o humo podrán legar a la sangre tal como lo hace el oxigeno.

El aire que es inhalado asa primero por las fosas nasales, siendo acondicionado tanto en temperatura como en humedad. Así mismo las fosas nasales retienen las partículas de mayor tamaño. En la laringe y la tráquea, las partículas de suficiente tamaño son retenidas por la mucosidad que recubre las paredes internas, siendo eliminadas por la expectoración y estornudos.

Los vapores, gases y aerosoles no rechazados por los mecanismos de defensa antes vistos, son capaces de llegar a los alveolos, lugar donde se produce el paso del oxigeno a la sangre. Produciendo daños locales o atravesándolos para incorporarse a la sangre y ser distribuidos por todo el cuerpo junto con el oxigeno.

Si el contaminante en un gas, un vapor o un aerosol liquido, se absorbe por difusión sobre todo cuando se trata de un compuesto liposoluble. De este modo, una vez alcanzados los alveolos pulmonares, atraviesa la membrana alveocapilar con una velocidad de difusión que será proporcional, entre otros factores, al gradiente de concentración existente entre el aire alveolar y la sangre. También se han descrito casos de lesión local (fibrosis intersticial) por la acción de ciertos contaminantes líquidos tales como nieblas de aceite mineral.

En definitiva. La porción total de contaminante absorbida por la via inhalatoria dependerá de su concentración en la atmosfera, del tiempo de exposición y de la ventilación pulmonar.

Vía dérmica: Los contaminantes pueden entrar en el organismo a través de toda la superficie epidérmica de la piel, que es una cubierta de espesor variable que envuelve al organismo.

Su función no es exclusivamente protectora, sino también metabólica, siendo capaz de segregar sustancias que protegen metabólicamente de agentes químicos y microbianos. La facilidad con que una sustancia se absorbe a través de la piel, depende fundamentalmente de sus propiedades químicas (capacidad de disolverse en agua o en grasas) y del estado de la propia piel. Así por ejemplo una piel cuya epidermis no esté intacta ofrece una menor resistencia

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