Control de lectura pedagogía social “Dar la palabra” José García Molina

Control de lectura pedagogía social

En el capítulo 4 de su libro “Dar la palabra” José García Molina trata detalladamente el modelo educativo y sus componentes.

Según el autor el modelo educativo es aquel conjunto de prácticas que le dan coherencia a los conocimientos derivados de las investigaciones científicas, o sea aquella construcción  que posibilita llevar a la práctica determinados conocimientos teóricos. Se le atribuyen a dicho modelo el carácter temporal y de dependencia del marco histórico-social-contextual del surgimiento (paradigmas Kuhn 1962) ya que estos se conforman en determinados contextos lo cual va a validar la practica o marcar su fracaso. Es por esto que no todos los modelos pueden ser aplicados en todos las instituciones o en todo momento histórico, responden a las necesidades de un momento y lugar determinado.

El modelo debe contar con cinco factores indispensables para su funcionamiento correcto: marco institucional en el que se desarrolla la práctica, sujeto de la educación, agente de la educación, contenidos de trasmisión educativa, metodologías para la acción educativas.

Estos cinco elementos están relacionados entre sí y el mínimo cambio de uno de ellos afecta directamente a todos los demás.

El autor procede a desarrollar detalladamente los cinco factores del modelo educativo, comenzando  con el marco institucional, el cual describe como aquel lugar que surge a partir de necesidades (encargo social) lo que le delimita las funciones, el autor marca diferencia entre el espacio y el lugar planteando que este primero como una diferencia entre dos puntos, geográfico, y el segundo como un espacio con relaciones, significados, características, por lo cual para que llegue a ser una institución debe tratarse de un lugar.

Al hablar del sujeto de la educación García Molina expone la gran diferencia entre el individuo y el sujeto de la educación planteando que si bien todo sujeto de la educación es un individuo no todos los individuos (por lo menos no en todo momento y lugar) son sujetos de la educación. El individuo debe estar dispuesto a convertirse en un sujeto de la educación y así recibir y apropiarse de los contenidos brindados por el agente, no por el simple hecho de estar en determinado ámbito el individuo se convierte en sujeto. También además de la disponibilidad del sujeto es necesario la existencia  de una oferta de contenidos y la existencia de un agente que oferte esos contenido, donde el sujeto decidirá si está dispuesto o no a apropiárselos.

Al referirse al agente de la educación el autor lo propone como aquel mediador entre el sujeto de la educación y la sociedad en la que habitan, aquel trasmisor de contenidos y formas culturales; trabaja para que el sujeto de la educación pueda pertenecer a su sociedad y participar en ella. A su vez expone que el educador debe estar entretenido y apasionado por su cultura para así poder generar el interés en el sujeto.

Posteriormente el autor expone la idea de herbartiana que define a toda relación educativa como una relación entre el educador-alumno (agente-sujeto en el caso de la educación social ) la cual es mediada por los contenidos a trasmitir; lo que diferencia de esta manera a la educación educativa de las demás relaciones (amorosas, amistad, familiar). En dicha relación asimétrica el educador y el sujeto no se relacionan directamente sino que lo hacen a través de los contenidos, son esos contenidos el lugar de encuentro del agente y el sujeto, por lo tanto sin la existencia de los contenidos culturales a trasmitir no hay posibilidad de una relación educativa. Es tarea del agente encontrar contenidos culturales valiosos y actuales y métodos para que el sujeto pueda adquirirlos. El autor plantea que muchos contenidos no pueden ser transmitidos directamente pero si se puede transmitir el conocimiento o la habilidad lo que va a posibilitar el uso o disfrute; pudiendo asi reproducirlo, transformarlo, y construir a partir de ellos (expone el ejemplo de la música para demostrar esto). El autor divide los contenidos en cinco áreas (tomando como referencia a Violeta Nuñez y Planas), presentando las primeras dos como transversales y las otras tres como áreas de contenidos específicos; Área de lenguaje y comunicación, Área de sujeto social y entorno, Área de arte y cultura, Área de tecnología y Área de juego y deporte

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