Corra Riesgos, No Albures

Corra riesgos, no albures

“Si no esta roto, rompalo”

Hoy en día, el mundo de los negocios nos exige para poder alcanzar el éxito empezar a correr riesgos, no es una opción es una necesidad ya que mantenernos en una zona segura en la zona de “comodidad” nos impedirá progresar en el mundo laboral. Para sobrevivir, para triunfar debemos tomar acciones y decisiones, por lo que en la vida moderna las personas que no toman riesgos y no se mueven constantemente no lograran adaptarse ni mucho menos prosperar. A veces el ser cauteloso resulta más peligroso para uno mismo, pues no nos presionaríamos ni ganaríamos experiencia para sobrellevar situaciones difíciles que pueden presentarse en el futuro.

Los directivos de las grandes empresas conocen que la única manera de jugar, de triunfar es arriesgándose, por lo que para llegar al nivel mas alto en cualquiera tarea o lo que uno se proponga se necesita valor y decisión, de allí que si usted se propone ser el mejor, tiene que tomar riesgos.

Tomar riesgos es aprender. Si uno estuviera totalmente seguro de una acción, esta acción no le traería ninguna enseñanza, si uno no arriesga nada, no aprenderá nada. Cada día el mundo de los negocios se torna mas competitivo, la industria se mueve rápidamente, para poder sobrevivir tenemos que empezar pensar como empresarios, aceptarlo los cambios radicales que pueden surgir en nuestra empresa y no mirar el riesgo como una amenaza si no como algo positivo. A veces cuanto más riesgos se corran, los resultados serán mejores.

Muchas personas relacionan la palabra riesgos como algo negativo, con frecuencia cuando se le pregunta a la gente sinónimos normalmente mencionan palabras como “peligro”, “fracaso”, “locura”, “miedo”, pero en realidad arriesgarse en vez de ser algo negativo es algo benéfico, es una elemento necesario casi imprescindible para realizar negocios, jamás podemos lograr una ambiente empresarial libre de riesgos, seria imposible, ya que un negocios sin riesgos a la larga seria solo un mal negocio.

En nuestra cultura existe una aversión a correr riesgos. Asociamos a las personas que corren riesgos como temerarios, lo asociamos con acciones como tirarse de un paracaídas, practicar bumging jumping o hasta hacer acrobacias. El riesgo nos trae a la mente imágenes que pone en peligro su vida cada vez que corre un riesgo. Pero esto esta muy lejos de la realidad, todas personas que toman riesgos ya sean profesionales, deportistas u otros, no locos, ni impulsivos, por el contrario son personas precisas que se preparan para afrontar situaciones difíciles, que es lo que realmente los protegen su preparación.

Hace unos años, el Dr. Bruce Ogilvie realizo una investigación sobre la diferencia entre riesgos y albures, se analizaron diferentes tipos de personas que corren riesgos por su profesión, entre ellos clavadistas aéreos, corredores del Grand Prix y pilotos acrobáticos, y como resultado se llego a la conclusión de que estas son personas “extremadamente prudentes”. Estas personas al realizar sus actividades combinan una gran cantidad de inteligencia además de preparación, estudian su ambiente y aquellos factores que podrían estar en su contra. Esto se llama planificación, hay que aprender a planificar cada detalle cuando uno esta próximo a un cambio para así tener más confianza, compromiso y control sobre uno mismo, y así nos ayudamos a olvidarnos de los temores que a la larga se convierten en debilidades. Uno tiene que tomar todas las precauciones necesarias, estar siempre alerta y sobretodo PRACTICAR, para así elevar al máximo nuestros conocimientos. Muchas de las personas que vemos haciendo hazañas riesgosas han empezado con cosas mas simples para así con el tiempo ir ganando experiencia y poder alcanzar los logros adquiridos.

Antes de tomar una decisión uno tiene que explorar cada una de las partes y practicar, esto es lo que se llama preparación, uno debe de conocerse a así mismo y sobre todo conocer sus limites, hasta donde uno debe y puede llegar, por ello hay que explorar, y después de explorar tomando en cuenta la experiencia propia tenemos una idea real de lo que en efecto se puede hacer y lo que no.

El mundo de los negocios existe una filosofía

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