Criminologia

Los Tipos Psicológicos

a) Caracterología:

No es posible separar el cuerpo del alma, de modo que soma y psique forman una unidad. Hay, por tanto, una relación indubitada entre ambos, y a toda función fisiológica del cuerpo corresponde una función psíquica. No se puede estudiar al hombre como persona, desligando la forma de la psique. A estas conclusiones han llegado los escritores que estiman al individuo como un biotipo psicológico. Pero antes hubo quienes, dando preponderancia a la psiquis, clasificaron a los tipos humanos según las variaciones de la individualidad, según la manera de obrar y reaccionar, esto es, por el carácter.

La caracterología es el estudio científico de los caracteres, pero el concepto de carácter ha dado lugar a numerosas discusiones que aún persisten en el campo de la ciencia. Puede decirse que el término carácter se toma en sentido de “individualidad psicológica”.

b) Clasificación caracterológica:

Ribot divide a los sujetos, por su carácter, entres grandes categorías, que subdivide en otras más cercanas a la realidad concreta:

1. Los sensitivos, afectivos o emocionales, impresionables en exceso, pesimistas, que abarca a los humildes, de

gran timidez o inteligencia limitada, desprovistos de energía; a los contemplativos, de sensibilidad viva, pesimistas, incapaces de obrar, y a los emocionales en sentido estricto, de impresionalidad extrema e inteligencia sutil con actividad intermitente.

2. Los activos con tendencias renovadas a la acción, optimistas, emprendedores y audaces, que comprenden los mediocres, que “sienten la necesidad de gastar el exceso de sus fuerzas y cuya inteligencia no es grande”, y los grandes activos, cuyos recursos intelectuales son formidables, pero carecen de sensibilidad.

3. Los apáticos, indiferentes, ni pesimistas ni optimistas, que subdivide en apáticos puros, sin carácter e interés, y los calculadores, que carecen de espontaneidad, pero tienen inteligencia práctica.

Entre los sensitivos se han destacado hombres ilustres, como Mozart y Rousseau; entre los grandes afectivos, eminentes diplomáticos y jefes militares, y entre los apáticos, los especuladores fríos y tenaces.

Alfred Fouillée toma como base la anterior concepción ordenadora en clase de Robot y señala sujetos sensitivos, volitivos e intelectuales. Malapert amplia las clasificaciones, indicando apáticos, afectivos, intelectuales, activos, templados y volitivos, según que se aglomeren o predominen en la persona los tres elementos psíquicos: sensibilidad, actividad e inteligencia.

Paulhan toma como base de su clasificación las formas de relación de las tendencias, las cualidades que surgen de ellas o la preponderancia de una tendencia, e indica sujetos unificados y equilibrados, sujetos dueños de sí mismos y reflexivos, personas nerviosas, contrariadas e inquietas,

comportamientos desintegrales o individuos impulsivos, incoherentes, débiles, sugestionables, distraídos y ligeros.

La orientación general del espíritu sirve a los psicólogos para fundamentar otras divisiones. Ostwal distingue los sabios clásicos y los sabios románticos. James diferencia los espíritus delicados de los espíritus recios y tenaces. Bidet señala un tipo objetivo y otro subjetivo. Heymans, los amorfos, nerviosos, sanguíneos, sentimentales, flemáticos, coléricos y apasionados. Jung distingue el tipo introvertido, más o menos refractario a la influencia del mundo exterior, replegado en sí mismo, y el tipo extravertido, que se orienta hacia el mundo exterior y se adhiere al medio. Esta división corresponde también a los caracteres esquizofrénico y ciclotímico de Krestschmer. Y todas estas clasificaciones tienen su correspondencia en la tipología criminal, que señala delincuentes violentos, por tendencia, pasionales y emocionales, anormales intelectuales y volitivos.

Tipología Criminal Psicológica

a) Clasificación de Kauffmann

Por ejemplo Kauffmann distingue los criminales según la condición de la persona, su manera de vivir y de sentir, sus formas de reacción ante el trabajo y la vida, y señala criminales débiles o inferiores y enérgicos o superiores, que distribuye de esta manera:

I) Tipo general débil:

a) El ocioso.

b) El vagabundo, bien por deficiencia psíquica u orgánica, por etiología social, abuso del alcohol o impulso errabundo.

c) La prostituta, cuya criminalidad típica es el robo con ocasión del acto sexual o “hurto coital”.

d) El libido delincuente.

e) El delincuente alcohólico.

f) El delincuente

pasional.

g) El delincuente ocasional.

h) El tipo criminal pasivo

II) Tipo general enérgico:

a) El ladrón con fractura.

b) El ladrón.

c) El estafador.

d) El caballero de industria.

e) La filibustera.

f) El rufián.

b) Clasificación de Lacassagne

En Francia el doctor se fundamenta en que en el cerebro residen los sentimientos en la parte occipital; la actividad, en la parte frontal, y la inteligencia, en la parte parietal, según esta topografía cerebral distingue:

1. Los frontales (criminales de pensamiento, alienados).

2. Los parietales (criminales de actos, impulsivos y ocasionales).

3. Los occipitales (verdaderos criminales, insociables)

c) Clasificación de Freud

El psicoanálisis freudiano interviene, con su pansexualismo, para distinguir el tipo erótico, que orienta su libido hacia el amor y se coloca en dependencia de las tendencias eróticas; el tipo obsesivo, en el cual predomina el super-yo, y vive en perpetua tensión con el yo; y el tipo marcisista, en que las tendencias eróticas no súper-valen. Desempeña un papel intenso la acción criminal psicoanalítica el inconsciente, en donde se hallan las tendencias primarias reprimidas que tratan de aflorar a lo consciente e invadir sus terrenos, para vencer las resistencias o frenos que obstaculizan la fuerza de los instintos primarios y agresivos.

La relación psicológicosocial crea dos tipos psicosociológicos: el adaptado y el inadaptado, de tanta importancia para la criminología y la defensa social.

Para Freud todos tendríamos una predisposición al delito, al tener instintos destructivos, que aún cuando se opongan

instintos de amor, el "ello" encuentra en el delito una vertiente para expresarse. Los que no cometen delitos, para los psicoanalistas, pertenecen a la criminalidad de fantasía. "Los hombres buenos, son aquellos que sueñan lo que los malos realizan", por lo que soñaríamos matar, violar, y disfrazamos nuestro comportamiento hacia el exterior

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