Cristiano
Enviado por carloss1012 • 18 de Septiembre de 2014 • 7.026 Palabras (29 Páginas) • 170 Visitas
Durante el siglo XVI, Europa hervía con ideas reformistas en lo que concernía a política, moralidad, ambientes sociales, y sobre todo reforma religiosa. El movimiento humanista del Post-Renacimiento había introducido en las mentes intelectuales una sed de conocimiento, explicación y expresión para apoyar y sostener sus afirmaciones teológicas. El sistema dogmático de la Iglesia Católica Romana ya no era suficiente para satisfacer la inquietud de las masas y hombres como Erasmo, Lutero, Calvino, Melancton y otros aprovecharon la oportunidad para poner en letra impresa ideas que muchas veces chocaron contra la corriente dogmática Romanista. En el otoño de 1517 Martín Lutero clavó en la puerta de su parroquia en Wittenberg, Alemania, 95 tesis, o proposiciones, seriamente retando al papado romano en lo que concernía a la posición de la Iglesia Católica sobre la salvación por gracia, autoridad papal, indulgencias, etc. El papado romano reaccionó inmediatamente excomulgando a Lutero y a todo el que aceptara sus posiciones anti-papistas. La explosión que esto generó se hizo sentir por toda Europa, y países como Alemania, partes de Francia, Suiza, e Inglaterra, reaccionaron positivamente. Sin embargo, países como España e Italia permanecieron acérrimamente católicos romanos.
El papado desató toda la furia de la “Congregación del Santo Oficio” o Inquisición sobre todo lo que la Iglesia Romana considerara herejía o rebeldía al dogma papal. Miles de cristianos murieron en la hoguera o ahorcados por la Inquisición. Miles fueron encarcelados y torturados cruelmente y miles más aún fueron exiliados a otros países de Europa huyendo de las garras del papado.
Nuestra historia comienza bajo este trasfondo. Por más de 1000 años la única Biblia autorizada en Europa había sido la comúnmente llamada Vulgata Latina. Esta traducción al idioma latín por Jerónimo (405 DC.) había sido la única fuente autorizada indiscutiblemente hasta que hombres como Wycliffe, Tyndale, Erasmo, y otros comenzaron a preocuparse en traducir y publicar la Biblia en los idiomas populares. En 1551 la Inquisición prohibió no sólo la lectura sino aún la posesión de cualquier otro ejemplar de la Biblia que no fuese la Vulgata Latina. Muchos de los hermanos que se ocupaban en la traducción de las escrituras tuvieron que trabajar de ahí en adelante clandestinamente.
En 1516 Erasmo publicó su Nuevo Testamento en griego y adjunta una traducción al latín junto con un comentario propio. Fue una obra de indiscutible valor y abordaremos la historia de ella y asuntos relacionados después. Lo que deseamos establecer aquí es que cuando Francisco de Enzinas hace su aparición en la historia de la Biblia Hispana, el mecanismo necesario para efectuar su labor ya estaba en orden. La línea o familia de manuscritos que comenzaría con Erasmo, continuaría con Estéfano, seguiría con Beza y terminaría con los hermanos Elzevir, recibiría el nombre de “Textus Receptus”, dado a la edición del Nuevo Testamento de 1633 por los hermanos Elzevir en su prólogo: “Textum ergo habes, nunc ab omnibus receptum; in quo nihil immutatum ant corruptum damus.”(Trad: “…tenéis el Texto ahora recibido por todos; en el cual no existe nada alterado o corrupto.”)
FRANCISCO DE ENZINAS
Uno de los principales personajes en la traducción de las Sagradas Escrituras es Francisco de Enzinas (1520-1553) nacido de una familia rica y aristocrática de Burgos, España. Educado en la Universidad de Louvain en Bélgica llegó a ser un gran escolar en griego (1539). En 1541 se mudó a Wittenberg donde conoció y llegó a tener una buena relación con el reformador Felipe Melancton. Melancton aconsejó a Enzinas a que éste tradujese el Nuevo Testamento al español tomando en cuenta la maestría del griego que Francisco tenía. Después de trabajar arduamente por más de dos años, Francisco de Enzinas publicó su obra titulada: “El Nuevo Testamento, o sea el Nuevo Pacto de nuestro único, Redentor y Salvador Jesucristo, traducido del griego al idioma castellano.” Esto ocurrió en Amberes en 1543. Varias peculiaridades de su traducción se discutirán en el próximo artículo; suficiente decir que este trabajo abrió la puerta para un nuevo sistema de traducción que facilitó la tarea a los que vendrían después. Fue aprisionado en Bruselas por orden de la Inquisición pero pudo huir hacía Amberes y en 1545 huyó a Wittenberg y de ahí a Inglaterra. En Inglaterra, se presentó delante del Arzobispo de Canterbury, Thomas Cranmer, el primer protestante que ocupase ese puesto, y delante del Lord Protector, bajo recomendación directa del mismo Felipe Melancton. En 1548 se le confió con el Departamento de Griego en la Universidad de Cambridge. Desafortunadamente su mala salud le forzó regresar a Europa en 1550 y murió en Estrasburgo, Francia de la plaga en 1553 a la edad de 33 años.
Enzinas murió no sabiendo lo que había logrado. La publicación de su Nuevo Testamento había sido sólo el primer peldaño en una gloriosa odisea. Casi todos los ejemplares de sus Nuevo Testamentos fueron quemados por la Inquisición. Sin embargo, algunos llegaron a España y sirvieron como punto de partida para hombres como Juan Pérez de Pineda.
Dr. Juan Pérez de Pineda
Juan Pérez de Pineda nació alrededor del 1490. De buena familia y grado noble, sirvió como diplomático de negocios especiales en Roma representando al gobierno de Carlos V en 1526. Después de la invasión española de Roma en 1527, Pérez regresó a España y llegó a ser el Rector del Colegio de Doctrina y Teología en Sevilla. Sevilla era uno de esos centros de experimentación ideológica muy raros en España. En los pasillos de las universidades abundaban las discusiones sobre asuntos de interpretación teológica. Bajo este trasfondo Pérez encontró a Cristo en una pequeña congregación protestante bajo la dirección de Rodrigo de Valer. Allí también el Dr. Juan Gil encontró a su Salvador y fue casi inmediatamente encarcelado. Fue durante esta persecución que Pérez huyó a Ginebra, Suiza y de allí a Frankfurt, Alemania. Siendo un experto en lenguajes, Pérez comenzó una traducción del Nuevo Testamento al español usando el texto griego pero apoyándose fuertemente en la obra de Enzinas. B. Foster Stockwell considera que del 80% al 95% de la obra de Pérez era una revisión del Nuevo Testamento de Enzinas, sin embargo, el notable historiador, crítico y literato español, Menéndez Pelayo escribe: “…las modificaciones que Pineda introdujo a la versión de Enzinas la mejoró en muchas formas. En nuestra opinión la versión de Juan Pérez de Pineda es la mejor de las versiones castellanas antiguas del Nuevo Testamento.”
La versión de Juan Pérez de Pineda se tituló: “El Testamento Nuevo de nuestro Señor y Salvador Jesucristo, nueva
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