Cuento de Administración
Enviado por Elizabeth Mata • 26 de Octubre de 2017 • Tarea • 1.238 Palabras (5 Páginas) • 380 Visitas
Había una vez una joven muy bonita, claro que lo era, porque se dedicaba a la Administración, ella estudió Administración en la mejor facultad que hay, la Facultad de Contaduría y Administración de la UNAM, siempre fue una joven muy dedicada en sus estudios, por esta misma razón, la joven fue contratado inmediatamente en una sucursal de Bancomer, por su gran desempeño y calificaciones.
Gabriela era el nombre de la muchacha ejemplar, quien muy emocionada empezó el primer día de su trabajo con mucha actitud y dispuesta a mejorar para ser Gerente principal de dicha sucursal. Con mucha amabilidad todos sus compañeros la recibieron, unos mejor que otros, ya que, Gabriela acababa de entrar y ya tenía un puesto de Gerente medio, muchos de sus compañeros, que llevaban más tiempo ahí se preguntaban por qué ella tenía ese puesto y no ellos que llevaban más tiempo que ella, pero a pesar de las malas vibras, Gabriela siguió adelante y empezó muy feliz su trabajo, sobre todo, respetando a sus compañeros, porque a pesar de las críticas por su puesto, ella sabía que debía tener respeto a sus colegas, claro, ella había estudiado y sabía que eso estaba en el código de ética.
Transcurridos los meses, Gabriela se dio cuenta que no todo era color rosa en la sucursal, y no por el trabajo que el ejercía, porque ella amaba su trabajo, ni por la empresa, porque era uno de los mejores bancos, pero algo raro había con sus demás compañeros, no con todos, la mayoría de sus compañeros eran muy respetuosas con lo demás y con su profesión, unas cuantas personas eran las que ensuciaban a la sucursal y eso no le parecía a Gabriela; una de esas personas era el Gerente principal de la sucursal, José era una de las peores personas que Gabriela había conocido, y le sorprendía que a pesar de ello siguiera con un puesto tan importante en la sucursal. El director de sucursal, Ramiro, era un hombre que siempre ayudaba a los demás y lamentablemente por la carga de trabajo que tenía, no se daba cuenta de los malos pasos que José y otros coludidos con él, hacían, a pesar de que Ramiro los contrato con la mejor disponibilidad y ponía toda la confianza en sus empleados.
Un día, Gabriela necesitaba realizar un trabajo con José para el mejoramiento de la empresa, gracias a este trabajo, Gabriela pudo darse cuenta de los actos ilícitos que realizaban algunos de sus compañeros en conjunto con José.
José llevaba registros y elaboraba informes sobre la situación de la sucursal, administraba los recursos de ésta y captaba la información, pero no todo era miel sobre hojuelas en el trabajo de José, sin que el jefe de la sucursal se diera cuenta, coludido con el contador de la sucursal, estaba haciendo actos ilícitos. Los dos corrompían a cajeros y a personal para poder desviar fondos y también pasaban la información de la sucursal a la empresa competencia para que esta pudiera aprovechar las lagunas de la sucursal Bancomer y así poder dejar en la ruina esa sucursal y que sólo quedará un banco en dicha zona.
Gabriela no entendía como José podía hacer todas esas cosas tan malas, además de tratar mal a los empleados, José estaba traicionando al jefe de sucursal, Ramiro, y además estaba ideando un plan para que los socios depositaran todo el dinero que iban a invertir, en la cuenta de José y en la del contador que le ayudaba con todas sus fechorías, pero ¿qué podía hacer Gabriela? José demostraba que, a pesar de los reportes, el jefe siempre le daba otra oportunidad por “ser tan buen empleado”, las empleadas ya lo habían acusado de que él las acosaba, y los empleados de que les gritaba y los obligaba a hacer trabajo que no les correspondía, pero por unos cuantos que lo defendían, las cosas quedaban como una mentira para manchar su imagen.
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