Cómo quiero mi universidad

¿Cómo quiero mi universidad?

La universidad como alma mater de la amazonia de Colombia debe ser un estandarte educativo de ejemplo y desarrollo no solo para los locales, sino para el mundo entero. La universidad debe ser proyectada desde su dirección, porque quienes la dirigen es sobre quien recae el peso y la responsabilidad de su desarrollo. Cada uno de los programas debe marcar un desarrollo armónico y futurista para siempre estar a la vanguardia del desarrollo del mundo. La universidad debe ser foco de emprendedores y triunfadores debe ser capaz de innovar de adentro hacia afuera , sus docentes deben estar día a día preparándose por medio de maestrías, doctorados, para que a su vez ellos transmitan los conocimientos adquiridos, las experiencias vividas a los estudiantes en formación y al entorno educativo. Por otra parte, los estudiantes deben tener una responsabilidad desde sus inicios en la universidad, queriendo su alma mater y aportando su voluntad y ganas para sacar adelante nuestro entorno educativo, cuidar y velar por todo lo material existente en la universidad, y dar ideas a sus directivos integrando el concejo estudiantil y demás organizaciones estudiantiles con responsabilidad y amor por la universidad.

Después de tener todo esto en desarrollo mostraremos al mundo una exitosa, proyectada y desarrollada alma mater, por esta y tantas razones es que quiero que mi universidad tenga un alumnado excelente, que se encuentre a disposición de colaborar, que quiera realmente estar aquí cumpliendo una gran labor como estudiante, interesándose por la carrera que está estudiando y todas sus áreas, pero no solo de esto, que no viva con los ojos vendados, que se dé cuenta de tantas oportunidades que tiene no solo para desempeñarse con el rol que va a cumplir en la sociedad cuando se gradúe, sino para su vida cotidiana, que todas las  oportunidades  lo ayuden a desarrollarse como persona, y que además se preocupe por el desarrollo de la universidad, por verla bien, que se interesen en crear proyectos que ayuden con el crecimiento de esta,  que participen en foros, charlas etc.  Que los ayuden a darse cuenta de cómo está su universidad y como día a día se puede seguir sacándola adelante, que se inscriban en algún deporte, que realmente participe y aproveche los espacios que la universidad nos brinda, que seamos grandes agentes de cambio.

Que no creamos que cumplir con cada trabajo y cada clase es una obligación y hacerlo con “jartera”, es parte de nuestra carrera, y si, es difícil, pero no se obtiene un arcoíris sin un poco de lluvia, se trata de dedicarnos y empaparnos de nuestra carrera, empaparnos de universidad, ponernos la camiseta , no siendo mediocres y haciendo las cosas por hacerlas, ponerle empeño y dedicación a cada cosa por más mínima que sea, ya que estamos forjando y preparándonos para nuestro futuro como abogados, licenciados, ingenieros etc. Que saquemos provecho de la educación que tenemos, porque la educación es eso, es la construcción del ser, en donde se aprende experimentando y mirando la cara completa de las cosas para decidir en qué creer y en que no, se aprende haciendo, produciendo, se aprende con los sentidos, teniendo contacto con la vida misma, pero sobre todo se aprende siempre, la educación no finaliza con un diploma y  somos privilegiados porque no cualquiera puede costearse una universidad. Aunque todo sería más fácil si fuera una educación de carácter popular que no fuese selectiva en tantos medios económicos, que la calidad de persona no se estandarizara, y los contenidos siempre fuesen guiados por las necesidades tanto sociales como científicas.

Los estudiantes debemos ser honrados, tener una conducta adecuada de acuerdo al medio en el que estamos, debemos tener principios éticos y morales, pero no debemos ocultar quien somos, como somos y como pensamos, los estudiantes deben asistir a clases con una presentación adecuada, sin obedecer a principios de estereotipación que nos separan, nos dividen y nos oponen,  aunque en realidad la vestimenta es lo de menos, esto no influye para nada en la educación, ya que para aprender no se necesita más que ganas, disposición, empeño y concentración. También debemos tratar de mantener la disciplina, responsabilidad  y siempre  perseguir la excelencia en nuestra educación y estar motivados para seguirla. Los estudiantes debemos confiar en nosotros mismos y tratar de superar todas nuestras dificultades, además que nuestros profesores sean conscientes y que no nos recarguen de trabajos que no podemos terminar y también porque en todas las asignaturas que vemos nos llenan de estos, ¿para qué? Cuando es mejor aprender de la práctica, porque muchas veces hacemos los trabajos por hacerlos, como “obligación” y no aprendemos nada de todo lo que escribimos, que los docentes no nos dejen un trabajo y se desaparezcan, que nos ayuden, nos guíen, nos den consejos para poder llegar a entender mejor el tema a tratar, que nos den un espacio de su tiempo para poder mostrar avances sobre lo que hemos hecho y nos aclaren todas nuestras dudas. Pero sobre todo que los trabajos nos ayuden a entender al país, porque es necesario estar informados, que sepamos sobre nuestro entorno y todo lo que lo conforma.

 Que la universidad no sea más una institución de pocos sino de todos, que deje la exclusión a un lado,  que sea abierta al cambio y que ese cambio sea para mejorar cada vez más, que sea una institución revolucionaria, en términos de pensamiento, pues cada duda merece ser escuchada y cada mente liberada. Que reconozca los derechos de los estudiantes, que la dignidad no sea nunca un motivo de lucha violenta por su invisibilización, ni un negocio que agregue a la integridad de los jóvenes unos ceros a la derecha del papel mientras el estudiante va caminando por peñas escarpadas en su camino a la educación; que permita el acceso a todos libremente, sin convertirlo en un trámite burocrático exhaustivo y tedioso,  o que existan becas proyectadas en los distintos talentos que se tienen, para que más personas potencien los mismos y aprendan en medio de sus procesos académicos otras formas de pensamiento que más adelante alimentarán dichos procesos. Que su cuerpo rectoral, de dirección entienda que la participación de toda la comunidad universitaria es necesaria para enrumbar esos  sueños y proyectos de vida, para tomar decisiones en cuanto a la universidad. Que su cuerpo profesoral sea integral y conocedor del mundo, que sean evaluados al igual que a los estudiantes para saber a qué nivel se encuentran, que tengan   un espíritu creativo, emprendedor y lleno de pasión, que entiendan y den a entender a los estudiantes que cada uno de ellos es pieza fundamental para el desarrollo del país, y que su colaboración depende de su servicio y conciencia social  como persona, como ciudadano.

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