DISFUNCION SEXUAL EN LA MUJER
Enviado por MARTINAEULALIA • 30 de Julio de 2013 • 4.200 Palabras (17 Páginas) • 432 Visitas
REPUBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA
MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÓN UNIVERSITARIA
UNIVERSIDAD PEDAGOGICA EXPERIMENTAL LIBERTADOR
INSTITUTO DE MEJORAMIENTO PROFESIONAL DEL MAGISTERIO
NUCLEO TRUJILLO – VALERA
DISFUNCIÓN SEXUAL EN LA MUJER
PARTICIPANTES:
GUIDO ARNALDI VILLARREAL. C.I.N° 14.983.606
BLANCALIDA QUINTERO 11.618.927
MERVIC ARAUJO 13.207.399
ELIANA ROJAS 18.924.946
LILIANA DUARTE 17.831.236
GISELLE CONTRERAS 17.322.868
TUTOR:
Dr. ALBERTO TELLES
Educación Sexual.
Código: IOC611
Educación Especial
Semestre: VIII
VALERA JULIO, 2013
INTRODUCCIÓN
“EL SEXO se exhibe de continuo al público mediante revistas, anuncios en las carteleras, libros, películas cinematográficas, representaciones teatrales y programas de televisión [...] El practicar la promiscuidad sexual ya no se considera escandaloso. Se acepta como cosa normal. La juventud [...] que está deseosa de ganarse la aprobación de sus semejantes se ajusta a las normas de éstos por medio de experimentar con intimidades relacionadas con lo sexual y la promiscuidad sexual. Este aumento en actividad sexual es lo que está causando el aumento en la cantidad de casos de enfermedades venéreas.” (Del libro Venereal Disease, por E. R. Young.)
¿Cuán comunes son los casos de enfermedades venéreas, y cuán peligrosas son éstas? Ha llegado a ser una pandemia. Según el respetable periódico británico The Lancet, la OMS (Organización Mundial de la Salud) calcula que ahora hay anualmente, en todo el mundo, unos cincuenta millones de casos nuevos de sífilis, la cual puede causar locura y muerte. La gonorrea, que puede causar esterilidad e incapacidad física, se está haciendo aún más común, y la OMS calcula que todos los años hay unos doscientos cincuenta millones de casos nuevos de gonorrea.
Una enfermedad venérea más reciente, el herpes genital, también está esparciéndose rápidamente, y, según se informa, hay cinco millones de víctimas tan solo en los Estados Unidos. Además de ser una enfermedad dolorosa, ésta puede provocar la muerte a los recién nacidos, o causarles daño cerebral. Se informa que las mujeres que contraen esta infección son cinco veces más propensas a desarrollar cáncer en el cuello de la matriz que otras mujeres.
Las personas que evitan la inmoralidad sexual rara vez contraen alguna enfermedad venérea. Sin embargo, la sífilis se puede contraer por medio de besar los labios de alguien que tenga esta enfermedad. Respecto a los gérmenes de la sífilis, el libro Venereal Disease advierte: “Estos también pueden transmitirse de boca a boca y del órgano genital a la boca”. A medida que aumenta la práctica de las relaciones sexuales orales, úlceras sifilíticas aparecen “muy a menudo en la garganta de los jóvenes [...] Si uno besa a alguien [...] que tenga estas llagas sifilíticas en la boca, uno puede contraer la enfermedad”.
La persona que evita el ambiente inmoral de este mundo, no solo mantiene su dignidad, sino que ciertamente protege su salud de tales enfermedades repugnantes. Personas como ésta agradecen este consejo bíblico: “Huyan de la fornicación. [...] El que practica la fornicación está pecando contra su propio cuerpo”, ‘recibe en sí mismo la recompensa completa, que se le debe por su error’. (1 Corintios 6:18; Romanos 1:27.)
TRASTORNOS SEXUALES EN LA MUJER.
Las relaciones entre sexualidad y psiquismo han sido estudiadas desde la antigüedad; Hipócrates en Grecia y Galeno en Roma opinaban que muchos trastornos mentales dependían de la insatisfacción de las necesidades sexuales. A pesar de que la sexualidad interesó a pensadores antiguos, medievales y modernos, tardaron mucho en establecerse las características fisiológicas del comportamiento sexual, las relaciones entre psiquismo y respuesta sexual y también las estimaciones estadísticas de los patrones de conducta sexual de la población humana (Masters y Johnson, 1977).
Con los trabajos de Freud en la segunda mitad del siglo XIX comienzan los esfuerzos de los científicos para conocer y tratar los trastornos de la función sexual femenina. Estos estudios iniciaron el conocimiento de los conflictos psíquicos que afectan dicha función. Este autor elaboró técnicas psicológicas de tratamiento para esas perturbaciones. En Estados Unidos el grupo de Kinsey y colaboradores, 1953, realizaron encuestas masivas en la población, por medio de las cuales se pudieron determinar los patrones del comportamiento sexual. También los investigadores Master y Johnson describieron los componentes biológicos de la respuesta sexual femenina y desarrollaron técnicas corporales para corregir los trastornos de la respuesta sexual.
En la consulta de terapia sexual, la frecuencia de mujeres que acuden por trastornos sexuales se va elevando en los últimos años, pensamos que este fenómeno está condicionado por el aumento del nivel cultural en nuestra población femenina, los programas de educación sexual y la mayor libertad sexual en las mujeres. A continuación trataremos las distintas formas en que se presentan los trastornos sexuales femeninos.
TRASTORNOS O DISFUNCIONES SEXUALES
Se caracterizan por una alteración del deseo sexual, por cambios psicofisiológicos en el ciclo de la respuesta sexual y por la provocación de malestar y problemas interpersonales. Los subtipos se clasifican: de acuerdo con la naturaleza del inicio del trastorno y de acuerdo con el contexto en que aparece.
a. De acuerdo con la naturaleza del inicio:
• De toda la vida. Este subtipo indica que el trastorno sexual ha existido desde el inicio de la actividad sexual.
• Adquirido. Este subtipo indica que el trastorno sexual ha aparecido después de un periodo de actividad sexual normal.
b. De acuerdo con el contexto en que aparece el trastorno.
• General. Este subtipo indica que la disfunción sexual no se limita a ciertas clases de estimulación, de situaciones o compañeros.
• Situacional: Este subtipo indica que la disfunción sexual se limita a ciertas clases de estimulación, de situaciones o compañeros.
Los trastornos sexuales se caracterizan por una alteración de los procesos propios del ciclo de la respuesta sexual o por dolor asociado a la realización del acto sexual. El ciclo completo de la respuesta sexual puede dividirse en las siguientes fases, según Kaplan, H., 1978:
• Deseo: Esta fase consiste en fantasías sobre la actividad sexual y el deseo de llevarlas
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