Disfunciones Sexuales
Enviado por zeus • 3 de Julio de 2011 • 1.694 Palabras (7 Páginas) • 1.121 Visitas
Disfunciones sexuales: Trastornos orgásmicos
Existe una gran variedad de trastornos en esta fase de la actividad sexual o fase del orgasmo, aunque uno de los trastornos más frecuente en la fase del orgasmo es el Trastorno Orgásmico.
Siempre que nos encontramos ante un Trastorno Orgásmico es fundamental la evaluación que llevamos a cabo.
En la primera parte de la evaluación del Trastorno Orgásmico hemos de descartar el origen orgánico de este problema con el fin de poder acudir al profesional adecuado.
Al contrario de lo que piensan muchas personas, la mayoría de los Trastornos Orgásmicos son de origen psicológico, esto es, sin causa orgánica que lo justifique.
Una vez descartados estos problemas orgánicos durante la evaluación del Trastorno Orgásmico, continuamos analizando las variables implicadas en el origen (causas) y mantenimiento de este problema así como la historia y evolución del mismo para diseñar un programa de tratamiento específico para cada paciente.
El Trastorno Orgásmico se da tanto en varones como en mujeres aunque en estas es mucho más frecuente. Este trastorno consiste en un retraso permanente o recurrente del orgasmo o en la ausencia del mismo. Es posible que exista una predisposición biológica ya que si nos fijamos en otras especies es raro encontrar que las hembras obtengan placer de sus relaciones sexuales.
El componente cognitivo (ideas, creencias y pensamientos) no es nada desechable en el trastorno orgásmico junto con factores educacionales y de la historia de los pacientes.
El tratamiento tiene altos índices de éxito y suele consistir en un programa de focalización sensorial junto con unos sencillos ejercicios que nos ayudan a facilitar la respuesta orgásmica.
Esta disfunción sexual se caracteriza por una alteración en la fase del orgasmo de la respuesta sexual humana. Pueden darse tres tipos de trastornos:
Eyaculación precoz.
La característica esencial consiste en la aparición de un orgasmo y eyaculación en respuesta a una estimulación sexual mínima antes, durante o poco después de la penetración y antes de que la persona lo desee. Hay que tener en cuenta factores que influyen en la fase de la excitación, como son la edad, las parejas o situaciones nuevas y la frecuencia reciente de la actividad sexual.
Es el trastorno sexual más frecuente en los varones (aproximadamente el 30% de los hombres de la población general según datos de la APA de 1988). Una gran parte de los varones jóvenes aprende a retrasar el orgasmo a lo largo de los años y a medida que tienen más experiencia: hay personas, sin embargo, que a pesar de haber adquirido esta capacidad en relaciones de larga duración, sufren eyaculación precoz cuando tienen una pareja nueva. La familiaridad con la pareja es un factor tan importante como la edad del individuo, su experiencia sexual y su actividad sexual actual a la hora de desarrollar un trastorno de eyaculación precoz.
La mayoría de los hombres han presentado este problema en alguna ocasión, pero para que se convierta en un trastorno no se tiene que presentar de forma ocasional, debe presentarse de forma recurrente.
Es infrecuente que esté relacionada con causas orgánicas. Lo más frecuente es que se produzca un aprendizaje de esta respuesta defectuosa, en situaciones sexuales en las que existe un grado de ansiedad importante; una vez aprendido, es difícil controlar el reflejo de forma voluntaria, ya que la respuesta de eyaculación es controlada por la rama simpática del sistema nervioso autónomo y por tanto la ansiedad facilitará la aparición de la respuesta.
Trastorno orgásmico femenino.
Ausencia o retraso persistente o recurrente del orgasmo femenino después de una fase de excitación sexual normal. Las mujeres muestran una amplia variabilidad en el tipo o intensidad de la estimulación que desencadena el orgasmo, por este motivo para calificar los síntomas como trastorno hay que tener en cuenta la edad, la experiencia sexual y la estimulación sexual recibida y que provoque malestar acusado o dificultades en las relaciones interpersonales.
Es el trastorno sexual más frecuente en las mujeres con un 10% de prevalencia. Debido a que la capacidad orgásmica femenina aumenta con la edad, el trastorno orgásmico suele ser más frecuente en mujeres jóvenes. En la mayoría de los casos han existido siempre los síntomas y no son adquiridos, ya que es poco frecuente que una mujer que ha aprendido a conseguir el orgasmo pierda esta capacidad.
Las causas principales son los factores psicológicos: La educación sexual inadecuada, la falta de información, las primeras experiencias sexuales traumáticas o creencias irracionales sobre las relaciones sexuales constituyen una importante fuente de dificultades orgásmicas. El temor a perder el control en alguna de las funciones corporales o la inadecuación de la estimulación recibida son también factores importantes.
Trastorno orgásmico masculino.
La ausencia o el retraso persistente o recurrente del orgasmo masculino después de una fase de excitación sexual normal. Se debe tener en cuenta la edad, si la estimulación recibida es apropiada en cuanto al objeto, la intensidad y la duración.
PARAFILIAS, Frotteurismo.
El frotteurismo es una parafilia que se caracteriza por la excitación sexual de la persona al frotar el cuerpo contra el de otra persona que no consiente.
Tiene como sinónimos el “frotismo”, “frotage” y el
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