De alumnos a estudiantes un gran paso
Enviado por licpsiedu • 14 de Junio de 2019 • Ensayo • 1.987 Palabras (8 Páginas) • 90 Visitas
Es necesario reformar el centro gravitacional de la enseñanza; es decir, la conciencia del maestro, pero esta transformación involucra a la sociedad implícita en la educación, es decir; a todo educador-educando y educando-educador, pues sólo así será asequible liberar y despertar la conciencia. Esta emancipación permitirá generar grandes cambios en el pensamiento, y a su vez dar grandes pasos en educación.
Es preciso hoy realizar una introspección ontológica, epistemológica y metodológica para descubrir cuáles son las capacidades que poseemos, hoy es necesaria una revolución en la producción y construcción de ideas y pensamientos que nos ayuden a combatir la crisis heredada de la escuela tradicional e implementar una visión crítica y reflexiva en nuestro contexto.
Como individuos nos encontramos inmersos en todos los contextos, en cualquiera de estos podemos observar la crisis, y con ésta; la existencia considerable de individuos irreflexivos, acríticos, pasivos, apáticos, con escaso desarrollo de potencialidades, aspiraciones y motivaciones. Pero, ¿es acaso la crisis la culpable de todo lo que acontece en la educación?, ¿cómo ha afectado la crisis a los docentes y estudiantes?, ¿qué consecuencias tiene ésta en sus aprendizajes? Y ante esta situación, ¿existe alguna posibilidad en educación para mejorar?, ¿qué podemos retomar de los grandes pensadores para transformar nuestra realidad educativa?
“Necesitamos pensar de otra manera, conocer de otra manera; necesitamos, por tanto reformar la educación. Y ahí es donde surge el paradigma de la educación (…) necesitamos reformar la educación para poder reformar nuestro pensamiento; necesitamos una educación que no enfatice sólo el análisis o la separación, una educación que integre los diferentes tipos de conocimiento, no solo los conocimientos científicos, sino también el conocimiento popular y otras formas de conocimiento, como el poético, el religioso, el místico, etc. Y necesitamos también democratizar el conocimiento, no dejarlo en manos de unos cuantos.” (Núñez 2007:28).
*Se ha usado este signo en el documento como si se utilizara la palabra “alumno”.
Algunas personas consideran que en la actualidad son insuficientes los conocimientos (conceptual, procedimental y actitudinal) de los niños, adolescentes y o adultos de cualquier nivel educativo. Y que estos conocimientos son incongruentes con los resultados del examen; es decir con la calificación, ya que en ocasiones los * obtienen buen resultado en el examen pero no existen evidencias de aprendizaje; así que habría que investigar qué acciones ejecutaron para obtener esa calificación.
Posiblemente los conocimientos son insuficientes, porque los * no han sido concientes al aprender, porque los * no llevan a cabo una reflexión en torno a sus conocimientos, o porque nosotros como docentes no generamos en los * la reflexión y el debate dentro del aula; y por si fuera poco, no confiamos ni apostamos en las capacidades de los *, pero además sucede algo importante, que al llamarlos * los estamos subestimamos de manera inconsciente.
Cualquiera que sea el caso; tiene consecuencias, y estas se dirigen a un gran problema, problema que en México se demostró con los resultados de las llamadas “Pruebas Enlace”; aunque no era necesaria la aplicación de ésta para darnos cuenta que es innegable y penosa la realidad educativa que existe en nuestro país, los resultados desalentadores de ésta, nos invitan a la reflexión teórica sobre nuestras prácticas educativas, y gracias a esta reflexión podemos concebir que aun los que estamos al servicio de la docencia, epistemológicamente no hemos aprendido a pensar de manera reflexiva y crítica, no estamos aprovechando ni desarrollando las capacidades intelectuales que poseemos; y al mismo tiempo estamos dando a las siguientes generaciones de * nuestra crisis ontológica, epistemológica y metodológica.
De tal manera que es necesario utilizar este momento, para “Recuperar el aula como espacio de reflexión, debate y conformación de pensamientos originales” (Díaz: 1993,26), este espacio de reflexión involucra no sólo a los * sino también, a todos aquellos que realizamos prácticas educativas. Al respecto Freire manifiesta que la educación verdadera es en donde se lleva a cabo la praxis, pues ésta provoca, fascina e invita a la reflexión y acción del hombre sobre el mundo para transformarlo (Freire:1995) y para lograr lo anterior, necesitamos primero una revolución epistemológica.
Es necesario el uso del diálogo como elemento de aprendizaje, y vincularlo con la acción y la reflexión, los argumentos que el niño construye le permiten reflexionar y analizar el mundo en que vive, es preciso que los niños desde la primaria descubran y aprendan a desarrollar sus capacidades cognitivas; ya que, de acuerdo a la Teoría de Piaget, citado por Ajuriaguerra “distingue cuatro periodos en el desarrollo de las estructuras cognitivas, íntimamente unidas al desarrollo de la afectividad y de la socialización del niño” (p.53), estos periodos o estadios nos permiten conocer las bases del aprendizaje en los niños.
De acuerdo a esta Teoría, hemos tomado como ejemplo a niños de 11 años, los cuales a esta edad, aproximadamente se encuentran en 6º grado de educación primaria, según Piaget; se localizan en el estadio de las operaciones formales. Estadio en el que utilizan datos experimentales para formular hipótesis, en su razonamiento pueden “manejar proposiciones…las confronta mediante un sistema plenamente reversible de operaciones, lo que le permite pasar a deducir verdades de carácter cada vez más general” (ib).
Con lo anterior podemos decir, que a esta edad el * cuenta con un sistema de pensamiento capaz de comprender discursos científicos; por supuesto, si se le encamina a desarrollar las capacidades cognitivas de las que está dotado, y Freire (1972), nos dice que podemos lograrlo a través del debate, de la reflexión, y del diálogo por ser:
una relación horizontal de A+B … se nutre del amor, de la humildad, de la esperanza, de la fe, de la confianza. Por eso sólo el diálogo comunica. Y cuando los polos del diálogo se ligan así, con amor, esperanza y fe uno en el otro, se hacen críticos en la búsqueda de algo. Se crea entonces, una relación de simpatía entre ambos. Sólo así hay comunicación. (p.105).
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