Derecho Politico
Enviado por JOSE.BRIONES • 5 de Mayo de 2014 • 24.719 Palabras (99 Páginas) • 163 Visitas
I.- TEORÍA DE LA SOCIEDAD
Una rama importante de las ciencias sociales, de amplio desarrollo en los tiempos modernos, y, todavía en construcción, es la SOCIOLOGÍA.
Ciencia aún no acabada, presenta en su seno, un debate que hace que todavía mucho de sus conceptos no estén debidamente acotados, existiendo confusión sobre muchas materias.
Lo anterior, ha llevado a más de algún autor, para enojo de los sociólogos, a señalar que se trata aún de una ciencia inacabada y que presenta en su formulación un cierto carácter caótico.
Sin embargo, la sociología es capaz de entregarnos ciertos conceptos que nos permiten, en el caso que nos ocupa, aproximarnos a conocer aquel fenómeno denominado SOCIEDAD.
Así como la sociología es una rama de las ciencias sociales, también lo es la Ciencia Política y el Derecho.
Lo específico de la sociología, o mejor dicho, el objeto de su estudio es “las condiciones de existencia y desenvolvimiento de las sociedades humanas”.
El Estado es, sin duda, una expresión de esas sociedades humanas y, por tanto, constituye un fenómeno sociológico. Pero, también es un fenómeno político y un fenómeno jurídico.
Por lo mismo, desde una perspectiva sociológica, el Estado debe ser observado como una sociedad y sus sistemas de gobierno; es lo que se llama la SOCIOLOGÍA POLÍTICA.
La primera experiencia sociológica del hombre, es decir, lo primero que el hombre percibe es el “tu”, o sea, su relación con otro ser semejante. En concreto, esto significa constatar que, habitualmente, el hombre, antes que nada, entra en relación con su madre, relación que no es la biológica del embarazo, sino aquella que abre al ser humano a la vida cuando nace.
El hombre llega a la vida a consecuencia de que antes de que nazca, se ha formado ya un grupo, la familia (entendida ésta en sus diferentes variantes que conocemos), dentro de la cual el padre y la madre transmiten la vida.
El hombre, cuando nace, está en una condición de precariedad evidente. No logrará subsistir sin el auxilio de los demás.
De allí arranca el carácter sociable del ser humano; está dado por su naturaleza misma.
Aristóteles decía, reconociendo este carácter de ser social del hombre, que “el que vive fuera de la sociedad por organización y no por efecto del azar, es, ciertamente, un ser degradado o un ser superior de la especie humana. ; es un bruto o un dios”.
Y es precisamente esa sociabilidad del hombre, la que hace posible, por ejemplo, el lenguaje.
El lenguaje no es sino el mecanismo mediante el cual el ser racional expresa sus necesidades y comunica sus ideas y sentimientos.
En suma, postulamos que la interpenetración entre el individuo y la sociedad es tan profunda, que solamente a través de dicho proceso, el hombre puede desarrollarse en plenitud en todas sus potencialidades.
El hombre es, en cierto sentido, condicionado por la sociedad, pero, al mismo tiempo, actúa y repercute sobre ella influyéndola.
Veamos ahora, someramente, cómo se estructura el concepto sociológico de sociedad organizada:
En sociología se ha definido que una sociedad se encuentra organizada cuando, al menos, concurren en ella los siguientes elementos:
a) Se encuentra regulada la forma de entrada y salida de ella. Esto es, la forma de incorporación y expulsión de la misma.
b) Cuando se han definido sus órganos de autoridad, es decir, quién dirige la sociedad y cuales son las atribuciones de esa autoridad.
c) Cuando se han definido sus fines y objetivos, y se han establecido los medios para alcanzarlos.
d) Cuando se ha definido cómo se designan los titulares de sus diversos órganos y el tiempo en que desempeñarán sus funciones, y finalmente
e) Cuando se han definido las obligaciones de sus componentes, y la forma como se mantiene la disciplina en el cumplimiento de tales obligaciones.
Todos estos requisitos deben concurrir copulativamente, para calificar a una sociedad de ORGANIZADA.
Muy cerca de la Sociedad, se sitúa la idea o concepto de INSTITUCIÓN.
Algunos creen ver una Institución cuando estamos frente a una Sociedad basada más en causas exógenas (vale decir de la naturaleza) que en la voluntad del hombre (causa endógena).
Por eso, algunos hablan más bien de la Institución de la Familia, por ejemplo.
Se ha dicho que la Institución es una colectividad humana unida por una idea o una necesidad común, y sometida a una autoridad y regla fija, que mantiene su esencia a lo largo del tiempo, aunque cambien sus integrantes o su forma organizativa.
Retomando la Sociedad, un aspecto de ella que debe ser foco de especial atención por su relevancia, es el fenómeno de la relación mando- obediencia siempre presente en esta clase de grupos.
Dicho fenómeno, tiene vital importancia tratándose de la sociedad política, siendo el objeto principal en todos los estudios de dicha clase de sociedades.
Veamos, en primer término, qué es mando y qué es obediencia.
EL MANDO lo constituye la orden o conjunto de órdenes que se imparten a otro para que actúe desacuerdo a la voluntad del que manda, y son la expresión más relevante de la del poder que tiene un superior sobre sus subordinados.
LA OBEDIENCIA es la aceptación, acatamiento y conformidad de quien recibe la orden, expresadas en la realización o ejecución de lo que le ha pedido quien manda. Es decir, la obediencia significa la actuación conforme con la voluntad manifestada por el superior.
La conclusión evidente e inevitable que se extrae de ambos conceptos es la siguiente: SIN OBEDIENCIA NO HAY MANDO.
Por lo tanto, lo determinante en la relación mando-obediencia, es ésta última.
Veamos entonces cuales son los requisitos de la OBEDIENCIA:
1) En primer lugar, es necesario que el título del que manda sea regular. Esto significa, que el que obedece conoce ese título y lo acepta o admite. Desde su perspectiva, percibe que el título es legítimo.
2) En segundo término, es necesario que lo mandado, es decir, el contenido de la orden, esté comprendido dentro de la esfera de atribuciones de quien ejerce el mando (Un carabinero del tránsito me puede desviar de mi ruta, pero no me puede obligar a que le corte el pasto de su casa).
3) En tercer lugar, la orden debe presentar un contenido justo
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