Dificultades Ligadas A Deficiencias Auditivas

El oído es el órgano encargado de la audición, su función es convertir las vibraciones sonoras en impulsos nerviosos. Consta de tres partes distintas, cada una de ellas realiza una función diferente: El oído externo, el oído medio y el oído interno.

Aunque en la actualidad parece existir cierto acuerdo, históricamente podemos encontrar términos difusos y variados para hacer referencia a las situaciones de pérdida auditiva. De modo general, las deficiencias auditivas pueden ser entendidas como situaciones en las que la agudeza auditiva resulta insuficiente para el funcionamiento normal del sujeto.

Las dificultades ligadas a deficiencias auditivas se clasifican de la siguiente manera:

1.- Según la audición funcional

2.- Según donde se localiza la lesión

3.- Según el grado de pérdida auditiva

4.-Segun el memento en que se produce la pérdida auditiva

Según el nivel de audición se clasifican en:

Hipoacusia: la audición es deficiente pero potencialmente funcional para la vida diaria, con independencia del uso o no de prótesis.

Sordera: impide el desarrollo adaptativo a través de la oralidad. La deficiencia en la audición dificulta o no permite la adaptación ni el ajuste del sujeto a determinados ambientes sociales mediante el lenguaje oral, y el uso de prótesis no supone una solución.

Según donde se localiza la lesión:

Conductivas o de transmisión: es una deficiencia auditiva en el oído externo o en el medio, debido a esto el sonido no puede penetrar en el oído interno, con lo que además será el nivel de audición el que estaría afectado, y no así la calidad de la misma.

Neurosensoriales o de percepción: son aquellas dificultades de la audición en donde se presentan problemas bien en el oído interno, o bien en alguna estructura del sistema nervioso.

Mixtas: las deficiencias mixtas supone la presencia de un déficit neurosensorial asociado a uno de transmisión. Su frecuencia es menor, ya que lo más habitual es que se presente las anteriores con alguna variante.

Según el grado de pérdida auditiva:

a) audición normal: no estaríamos ante una disfunción auditiva, pues existiría sensibilidad a sonoridades inferiores a 20dB.

b) pérdida leve o ligera: en este caso es frecuente que la pérdida auditiva pase, desapercibida debido a que quien la padece tiene un umbral de audición ubicado entre 20 y 40 dB, el habla normal se sitúa en torno a 60 Db.

c) perdida grave o media: en este caso, el umbral de audición se ubicaría entre 40 y 70 dB, con lo que sería habitual la dificultad para interpretar adecuadamente el habla normal. Se podría oír una conversación hablada si esta es intensa o muy próxima.

d) pérdida muy grave o severa: en este caso el umbral auditivo se ubicara por encima de 70 y por debajode3 90 Db. La percepción

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