EJEMPLO DE ANTEPROYECTO

Título

LA MUJER UNIVERSITARIA EN EL ESTADO DE CAMPECHE, CONDICIONES DE TRABAJO Y ESFERAS DE PODER

Planteamiento del problema

¿Cuáles son los problemas y los obstáculos que afrontan las mujeres universitarias de la entidad para conseguir espacios en el ámbito de trabajo y en las esferas de poder?

Antecedentes

La realización del ser humano sólo es posible en la proyección a través de otros seres y, en sí esta acción, es una lucha permanente de la humanidad y en la que hombre y mujer deben dar la misma aportación, tener las mismas responsabilidades y también los mismos derechos y oportunidades.

En realidad, hablar de hombre y mujer es hablar de dos seres complementarios y no antagónicos. Día con día se impone una realidad incuestionable: el hombre y la mujer solo podrán progresar juntos, aliados, empeñados en un esfuerzo común. En la familia, en el trabajo, en las naciones, los derechos del hombre y la mujer van emparejándose al tiempo que se advierte que ambos habitan el mismo espacio vital, y que es necesario que ambos colaboren estrechamente para conseguir un mundo mejor.

La eterna pregunta que se ha hecho a mujeres que lograron destacar en la vida, pregunta que desde luego jamás se ha hecho a un hombre es: “¿Qué hubiera preferido ser, hombre o mujer?”. Esta eterna pregunta tan insípida fue contestada por Simone de Bouvoir lacónica e inteligentemente: ¿Qué hombre o qué mujer? Porque evidentemente no es el sexo lo que importa sino el ser humano que llevamos dentro, la personalidad que vivimos, porque hombre y mujer no es una idea biológica, sino la consecuencia del sujeto vivido.

El mito platónico menciona que había hombres y mujeres andróginos, cada ser poseía cuatro brazos, cuatro piernas, dos cuerpos unidos por el vientre, pero un día fueron divididos en dos y desde entonces cada mitad busca reunirse en el mundo con su otra mitad complementaria. Esta explicación platónica parece confirmar una teoría de que no es en el campo de la biología donde puede encontrarse el origen de la superioridad de un ser sobre otro.

La historia de la humanidad como la imagina Calderón de la barca, es un gran teatro del mundo, tiene un gran escenario en el que todos somos actores, pero siempre los primeros papeles los han representado los hombres. El tema central de la historia es la política, en el poder, y ésta ha estado en manos de la mujer sólo esporádicamente y el que una mujer haya gobernado no quiere decir que las mujeres hayan mandado. La mujer siempre ha vivido una vida episódica, condicionada siempre por muchos factores emocionales y biológicos.

La vida y el destino del hombre, del sexo masculino, forman un todo armónico, sus triunfos profesionales no contrarían su vida emocional ni familiar, la afianzan, despertando la admiración de su esposa. Los triunfos profesionales de una mujer están a menudo en contradicción con su vida emocional y le ocasionan problemas familiares, problemas que le llevan a una elección definitiva y dolorosa.

Prehistoria.

En el misterioso y lejano periodo de la prehistoria existía el concepto de que la madre procreaba en virtud de ciertas fuerzas mágicas independientes de toda relación sexual con el hombre. Esto dio origen al matriarcado y aparece el culto de la diosa tierra (Coatlicue). La diosa madre de la fertilidad, la Venus prehistórica fueadorada desde épocas inmemorables.

La maternidad era considerada una función sagrada porque los primitivos ignoraban la participación del hombre en el acto de la procreación y pensaban que el acto de engendrar era producido por larvas ancestrales que se encontraban en lugares sagrados y que descendían del cuerpo de la mujer durante el sueño.

La naturaleza entera en esta etapa de la prehistoria se presentaba como una madre, la tierra es mujer y la mujer está habitada por las mismas potencias obscuras de la tierra. El hombre frente a ella se sentía pasivo porque desconocía aun su poder creador.

La mujer, de acuerdo con esta creencia, por estar en contacto con las fuerzas oscuras de la naturaleza era la mediadora entre el más allá y el hombre de ahí que en la antigüedad griega y latina existieran tantas pitonisas y sibilas poderosas e inescrutables, estas sibilas grandiosas se convertirían en forma muy humillante en las brujas del mundo medieval con la progresiva denigración que en sus funciones y en su oficio adquirió la mujer dentro de la sociedad de esta época.

Pero con el culto fálico va a surgir la pareja que engendra, la pareja de dioses. Cuando el hombre adquiere conciencia de su paternidad, de la parte importante que el tiene en la procreación, da paso al patriarcado, el eterno desequilibrio.

En los primeros tiempos de patriarcado, si bien no se intenta compensar las crueles desventajas con las que la naturaleza abruma a la mujer, por lo menos no se le perjudica. La mujer sufría la vida nómada, incierta, dura, de la naturaleza agreste, soportando además lactancia, preñez y la serie de problemas que su biología lleva implícita. Cuando los hombres cazadores nómadas se hicieron sedentarios y agricultores y cuando surgió la propiedad privada frente a la propiedad comunal, prevalece la ley del más fuerte y el hombre que excede en fuerza física y en vigor a la mujer, triunfó.

A la mujer activa y combativa, a la compañera, sucede la mujer sumisa, pasiva, la que se queda en la casa cuidando los hijos y una tierra que ya no le pertenece, ella no importa cuán avanzado esté su embarazo, cultiva la tierra mientras alimenta y cobija al hijo y lleva en su interior vida que siente patear en su vientre y trabaja doblemente, interiormente manteniendo al feto, exteriormente, manteniendo la tierra.

Con el patriarcado aparece el vínculo matrimonial. La propiedad privada y el vínculo matrimonial se establecen por hombres, entre hombres, siendo la mujer nada mas el instrumento, ella no decide, ella acata lo que se le impone, de ahí que el matrimonio desde sus orígenes no fue una institución establecida entre hombres y mujeres sino entre hombres. La mujer pasa a estar bajo la tutela del padre primero, del esposo después, en caso de que enviudara, del cuñado o del hijo mayor. La sociedad no le concedía el derecho de dirigir sus actividades, de ser ciudadana libre, por ello, la vida de la mujer transcurrió en una especie de infancia donde siempre le decían lo que debía hacer y quizás de allí surgió su tremenda inseguridad y frustración que ha caracterizado a la mujer hasta nuestros días.

Historia del problema

Las tareas domésticas y otras similares impuestas como obligación a las mujeres nunca han carecido de importancia, pero siempre se han considerado secundarias. En la estructura milenaria de las relaciones sociales a las

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