EL AULA

El aula, una comunidad de lectores y productores de textos

Desde el inicio de la humanidad el hombre sintió la necesidad de comunicarse, logro hacerlo de diferentes formas hasta llegar al alfabeto. Fue así como consiguió expresar sus pensamientos, con el paso del tiempo el hombre creo un lugar donde pudiera formarse lingüísticamente hablando, poder usar signos, palabras, sonidos de forma escrita; haciéndose así lector y escritor, siendo el aula de clase, el lugar donde aprenderá el arte de leer y consecuentemente llegar a producir textos.

Es responsabilidad de cada institución educativa específicamente del docente de cada aula la formación de cada estudiante con respecto a la lectura y escritura, leer poco significa escribir poco, y es el aula donde se deben utilizar todas las estrategias necesarias para enseñar dichas actividades, además se debe tomar en cuenta que el educando construye el conocimiento con base en la experiencia y en la interacción que lleva a cabo con el entorno (el aula), es esto lo que mejora en el estudiante la capacidad de leer y escribir.

El aula no es solo una habitación de cuatro paredes, es un área lleno de conocimientos y métodos innovadores donde se transmite el patrimonio cultural ósea, el conjunto de contenidos reducido a ideas depositada en los libros, que a su vez pasan a la cabeza del docente, transmitiéndolas al alumno permitiéndole a éste crear, crecer y desarrollar sus propias ideas formándolos como lectores y productores de textos.

Es preciso incentivar a los estudiantes en el habito de la lectura y la escritura en una avocación de docente y estudiantes, trabajando en conjunto en el aula con herramientas para crear, reforzar y fomentar el vocabulario y la redacción, es por ello; que se le da el nombre al aula de comunidad, motivado a que debe existir una asociación docente-estudiantes que tienen un interés común, es decir, formar lectores y productores de textos.

El aula es fundamental en el proceso de aprendizaje de los estudiante, aunque les resulte aburrido es necesario que se les impulse a leer y escribir, a ser capaz de producir. Aunque se presenten diversos factores para llevar a cabo este proceso la acción pedagógica del docente es esencial, de él depende convertir el aula en una comunidad de lectores y productores de texto.

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