EL DUENDE A RAYAS

UN DUENDE A RAYAS

Esta es la historia de un duende a rayas, que como todos los duendes es pequeño, gordito, ágil, inquieto y preguntón. No se vestía de un solo color, sino que de muchos colores y a rayas y naturalmente su nombre es RAYAS.

Rayas disfrutaba haciendo travesuras para llamar la atención y recordar a las personas que los duendes existen.

Le encantaba molestar a los demás duendes: Imitaba al duende Rojo cambiando los huevos de la gallina al de la pata, jugaba como el duende Gris formando remolinos de polvo; copiaba al duende Verde haciendo crecer malas hierbas. Claro que también le gustaba molestar como lo hacía el duende Morado a los niños que estaban solos haciéndolos pensar que los demás niños estaban divirtiéndose. Por último, también copiaba al duende negro despertando a la gente en la noche.

Rayas era muy feliz cuando podía jugar a que era un duende de dos colores Amarillo-Lila le gustaba, porque los duendes de 2 colores saben como hacer que las cosas se pierdan.

Un día, Rayas estaba en su casa comiéndose una tora de miel cuando de repente miró el calendario que estaba en la pared, siendo tanto su impresión que se cayó al suelo quedando varios días con dolor en su ala izquierda. Zapatetas ¡¡¡ dijo Rayas, si el próximo Miércoles es mi cumpleaños y voy a cumplir 70 años. Entonces Rayas decidió que debía hacer una gran fiesta para celebrar su cumpleaños.

Al día siguiente, se levantó dispuesto y emocionado a preparar su fiesta. Se puso ropa de trabajo y bajó a trabajar a su huerta. Una vez que regó sus flores y frutales, revisó las colmenas y guardó sus herramientas, se baño y salió a la calle ya que tenía que ganar un poco de dinero para comprar las cosas de la fiesta de cumpleaños.

Comenzó a trabajar con el duende Azul zapatero clavando tacones y cortando suelas, se ganó 2 monedas. Luego trabajó con la duenda Turquesa limpiando alfombras y cristales y se ganó 3 monedas. Más tarde fue a trabajar con el abuelo Añil limpió el jardín y baño al perro, ganando 3 monedas

Pasaron las noches y por fin llegó el gran día para Rayas. Su casa y su jardín estabas muy resplandecientes. Rayas estaba muy guapísimo y todos los invitados le trajeron regalos fantásticos. Su tía Purpura, le ayudó a servir la comida y todos los invitados opinaban que estaba deliciosa.

Cuando estaban en la mitad de la fiesta, su tía Purpura interrumpió y dijo: Rayas 70 años es una edad muy seria. Se supone que comienzas a ser una persona responsable. Desde ahora en adelante no puedes realizar ciertas travesuras que hasta ahora han podido tener gracias porque eres un chiquillo. Por lo tanto, debes dejar de imitar o copiar a los demás duendes.

Terminadas las palabras de la tía Purpura, se acercó a donde Rayas su tío Añil para aconsejarle que debería hacer un viaje por el mundo para aprender nuevas cosas. Rayas en un principio le dio susto pero pensándolo bien le gusto mucho la idea de viajar y una vez terminada su fiesta preparó su maleta para salir de viaje al día siguiente.

Al día siguiente, Rayas comenzó su viaje y llegó a un bosque de árboles enormes. Durante su caminata se encontró con arboles abetos quienes le dijeron a Rayas que el era muy pequeño. Luego se encontró con hormigas, quienes le dijeron a Rayas que el era un gigantón.

Siguió caminado por el bosque y tuvo que construir un puente para pasar un río. En ese momento se le acercó un Grulla y le dijo a Rayas que era muy trabajador. Rayas cruzo el río y se encontró con un Caracol y este le dijo a Rayas que muy veloz.

Rayas siguió caminando hasta que llegó a la cima de una colina, cuando de repente observa que viene en picada un Ave Milano y este le dijo a Rayas que era la persona más lenta que había visto en su vida, si hubiera querido te hubiera atrapado varias veces.

Cansado después de la subida a la colina, Rayas se acostó en un matorral donde había un Erizo durmiendo la siesta. Rayas se pinchó con las púas del Erizo y salió disparado hacia adelante, el Erizo al verlo le dijo a Rayas, si que eres ligero.

Después de lo sucedido con el Erizo, Rayas se quedó pensando, estaba muy serio y callado cuando dos abubillas le dijeron a Rayas que era un duende muy aburrido. Rayas se enojó mucho así que tomo una nuez y se las lanzó ¡Eres muy divertido le dijeron unas ardillas al ver como rayas lanzaba nueces a las abubillas.

Prosiguió su marcha por el bosque y se topo con unas Vacas las cuales le dijeron a Rayas que pobre era ser tan flacucho. Rayas cansado de tanta aventura se acostó sobre la hierba y al rato después una Mariquita que esta en su cuerpo le dijo a Rayas que largo eres. Al mismo tiempo un Ciervo apoyó sus cuernos sobre el estomago para saludarlo y le dijo a Rayas eres muy blandito.

Rayas no se dio cuenta que el ciervo se había llevado su zurrón y comenzó a correr para alcanzarlo. Luego de un tiempo no fue posible alcanzar al Ciervo y enojado Rayas le dio un puñetazo a un montoncito de tierra que el realidad era la casa de un Topo quién al ver su casa destruida le dijo a Rayas eres una fiera rabiosa.

Rayas saco su pañuelo para limpiarse sus manos y al hacerlo saltaron unas palomitas de maíz. Dos Cuervos que pasaban por ahí las atraparon y le dijeron a rayas que era una persona muy encantadora.

En el zurrón que se llevó el ciervo se encontraba el cuaderno donde rayas estaba anotando todas las cosas que le decían los animales o insectos del bosque. No sabía que hacer para recuperar su cuaderno, estaba desesperado, cuando de repente escucho unos gritos, fue haber y encontró al ciervo atrapado. Se encaramó en unas ramas y pudo sacar el cuaderno y lápiz para tomar. Tanto movió el ciervo el árbol donde estaba atrapado, hizo caer a una palomita que esta recién aprendiendo a volar. Rayas rápidamente ayudo a la palomita dejándola nuevamente en su nido.

Finalmente a Rayas le pareció que ya había viajado bastante y que había oído bastantes opiniones. Así que comenzó el camino de vuelta a su casa.

Una vez que llegó a su casa, sus amigos fueron rápidamente a saber como le había ido en su viaje. Rayas se emocionó bastante porque todos estaban interesados por él. Entonces Rayas les contó que había atravesado el bosque y he aprendido que soy de distintas formas y tamaños.

UN DUENDE NEGRO ARRUGADO

Cuando hay un duende negro cerca, sabemos que nos jugará alguna mala pasada, pero sus travesuras no durarán mucho ya que los duendes negros no se detienen mucho tiempo en el mismo lugar.

Todos los duendes son inquietos y se van pronto, especialmente si aguantamos sus pesadas bromas con buen humor.

Existen

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