EL ESTADO IDEAL Thomas Moro

EL ESTADO IDEAL

Siendo Thomas Moro, para los años de 1522, presidente de la Cámara de Comunes y Canciller del Ducado de Lancaster, llegando a ser Canciller del rey Enrique VIII, hablamos de  un hombre excepcionalmente inteligente, de una profunda vocación humanista, teólogo, legista, escritor, pero sobre todo con una vocación Cristiana, fiel a sus creencias y convicciones.

Dicho esto, partimos entonces a lo que pudiéramos llamar las razones que inspiran a Moro a fraguar la obra Utopía, teniendo en cuenta que se trataban de momentos críticos en lo que a gobernabilidad se refiere; ya Maquiavelo  había hecho lo propio en su  brillando obra: El Príncipe, donde define al Estado, Moro por su parte pretendió definir el Estado Ideal, al que denomino  UTOPIA, palabra que el invento, compuesta por los griegas U= no y topos= lugar, es decir, ninguna parte, o sea, lugar inexistente.

   En consideración a lo anterior, vemos que se trata de una creación imaginaria, ficción, una verdadera quimera. Sin embargo, esta obra cargada de Idealismo por parte del autor, lleva consigo un toque de realidad, si tomamos en cuenta que Moro hace referencia a un personaje clave, en lo que represento el descubrimiento del Nuevo Mundo: Américo Vespucio, personaje que participo en los viajes hacia América del Sur, relacionando con ello las nuevas formas de existencia, de gobierno, de vida que mantenían los nativos de ese territorio y que se llega a contrastar con lo que para ese momentos ellos desconocían, de tal modo que el autor, hace una profunda critica, a los numerosos problemas contemporáneos, como el despotismo de los monarcas, los abusos y atrocidades de los nobles, la ambición del poder y de dinero, la hipocresía, las intrigas internacionales, la codicia, la carencia de auténtica y sincera visión cristiana en las cosas de la vida, las injusticias, los abusos de la comodidad, el lujo en que viven los jerarcas de la iglesia muy poco acorde con su doctrina, la pobreza de los agricultores y ganaderos, las injusticias, en fin, enjuicia todo lo malo que albergaba Inglaterra en esa época.

   Este Estado descrito por Thomas Moro en Utopía, engloba una serie de elementos muy propios que a continuación describimos;

1.- GOBIERNO:

En Utopía, existía una máxima autoridad: Un Príncipe, quien era un magistrado vitalicio, sin embargo, estaba expuesto a ser destituido, cuando se sospechaba que tenía una tendencia a convertirse en un tirano, se demostraba así el principio democrático de mandato revocable.

Su sistema político era una perfecta democracia, existía alternabilidad en el ejercicio de gobierno,  cada grupo de 30 familias, escogía todos los años a uno de sus miembros  y lo nombraba magistrado, denominado por ellos, sifogranteso filarcas, por cada 10 filarcas , que son 200, existe un traniboro o protofilarca , estos se reunían cada tres días, en consejo con el príncipe y tratan los negocios públicos, y administraban justicia, resolviendo discrepancias entre los particulares, cuando las había que no era frecuente.

   Los Utópicos, detestan la guerra para matar, consideran este fin repugnante, solo emplean este medio para protegerse de invasiones a su territorio, no entran en conflictos por motivos fútiles, se preparan asiduamente en la disciplina castrense, para disponerse a cualquier circunstancia, empleando solo el arte, por una justa causa, eran sumamente solidarios en vengar las injurias a sus amigos, o lo que les haya causado daño, solo quieren al hacer la guerra, que se les restituya aquello que de no habérseles arrebatado no se habrían visto obligados a luchar. Es decir que son sumamente, estrategas, puesto que se muestran sagaces en el arte de preparar emboscadas, de tal modo que cuando parece que se disponen a huir, ni siquiera piensan en ello, son cautelosos, los campamentos los rodean cuidadosamente de fosos profundos.

   Los utópicos, inventaban  ingeniosas maquinas bélicas y las ocultan con precaución, observan treguas pactadas con los enemigos con  toda escrupulosidad, no saquean tampoco las tierras del enemigo ni incendian los campos sembrados, por el contrario evitan eso, porque saben que puede ser provechoso para ellos. No se ensañan nunca contra el hombre indefenso, salvo si se trata de un espía.

2.- TERRITORIO:

Utopía, era una Isla creada artificialmente por sus habitantes, cavaron una fosa por orden del rey: Utopo,  el resultado de ello fue un cinturón en forma de media luna, alcanza 200 millas, un perímetro de quinientas millas, se diría que  en forma de cuarto creciente. Cuenta con 54 ciudades excelentes e iguales, grandes e idénticas en leguas, en el centro de ellas se encuentra su capital, denominada Amaurota, allí se ubica el senado, donde tres hombres maduros o sifograntes, se reúnen para tratar asuntos comunes a toda la isla. Las tierras han sido bien repartidas, jamás ninguna de las ciudades ambiciona poseer más tierras, porque los Utópicos se consideran propiamente cultivadores y no dueños de sus tierras.

1.- POBLACION:

Utopía, era un Estado, donde sus habitantes hombres y mujeres se dedicaban a la agricultura, mientras que las mujeres se dedicaban al oficio de tejer la lana y lino, los hombres se dedicaban a la albañilería, herrería y carpintería. No conocían otra profesión, salvo aquellos que eran escogidos para el estudio y las letras. En Utopía, las cuestiones relacionadas con leyes, idioma,  y las costumbres, eran iguales para todas las ciudades, la vestimenta era muy significativa, la que usaban para el trabajo, de pieles curtidas  que debía durar siete  años de uso, mientras que el lino, usada para ocasiones especiales, por considerarla de material fino, se gastaba mucho más rápido y todo ello era suficiente para darle cobertura a su necesidad de vestimenta. Se hace necesario resaltar que el oficio de la agricultura era rotativo, pertinente a todos los habitantes por periodos  anuales, sin embargo, aquellos habitantes que tuviesen especial dedicación y placer en ejecutar esa actividad, voluntariamente podían permanecer hasta que quisieran. Los sifograntes, se encargaban de evitar a toda costa el ocio de los habitantes, de este modo,  estos, cumplían jornadas de trabajo de 8 horas divididas en tres horas efectivas de trabajo en la mañana, seguida de una comida  con descanso de dos horas, se reincorporaban durante tres horas efectivas, hasta la hora de la cena, en sus ratos libres jugaban algo parecido al ajedrez, pues los demás juegos eran considerados insanos. Las actividades de recreación eran obligatorias. De este modo, el Estado, Utópico, buscaba la mayor suma de felicidad para sus pobladores, de  tal manera que mantendría una tasa de ocupación de la mayoría, buscando así, no acumular riquezas sino, la utilidad y el interés común, llevando así una vida en dónde se obtendría todo lo necesario para una vida confortable.

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