EL Emprendedor
Enviado por stiiveng • 29 de Abril de 2013 • Ensayo • 352 Palabras (2 Páginas) • 307 Visitas
EL Emprendedor
Arsecio Augusto Ramírez Carabalí nació el trece de mayo de mil novecientos sesenta y siete en Jamundí (valle), en el barrio Sachamate en casa de una vecina, vivía con sus padres Luis Carlos Ramírez Balanta y María Elena Carabalí Moreno, era el menor de tres hermanos y una hermana, su familia tenía problemas económicos y les costaba tener una alimentación diaria, así que a los diez y seis años decidió escaparse de su casa, sin haber terminado el bachillerato se trasladó a un municipio llamado Puerto Tejada (cauca) con cinco mil pesos en su bolsillo, lo cual no le duro mucho y por eso le toco aguantar varios días hambre, a Arsecio sin conocer la parte donde estaba, sin trabajo y sin donde quedarse le toco empezar a pedir limosna y le tocaba vivir en la calle, paso a vivir de una peor manera hasta que conoció una persona, esta persona que trabajaba como conductor de buseta le dio trabajo como ayudante de buses y aparte de eso le consiguió una cuarto donde quedarse ubicado en una de las casas de un barrio conocido como el triunfo, no era mucho lo que ganaba pero le alcanzaba para tener donde quedarse y como alimentarse, trabajo unos meses, seis meses aproximadamente, después empezó a trabajar en un granero donde le tocaba estar cargando bultos pesados así llegaba cansadísimo a su casa y con dolores en todo el cuerpo, así que no resistió mucho trabajando en ese lugar, después consiguió trabajo en una ferretería donde trabajo casi un año, cambio mucho de trabajo a veces porque de manera injusta lo despedían es decir sin ninguna explicación, otras veces el renunciaba, trabajo en la galería vendiendo ropa, también a veces vendía frutas o vegetales, trabajo en las busetas vendiendo dulces o chocolatinas, llego a vender boletas, también periódicos e incluso llego a fabricar y vender sus propios helados , nunca se quedaba quieto sabiendo que tenía que pagar una renta que según Arsecio era más importante pagarla que incluso comer, así que varios veces prefirió aguantar hambre que no pagarle arrendatario.
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