EL LABERINTO DE LA SOLEDAD
Enviado por leoneleljunior • 28 de Julio de 2014 • 1.218 Palabras (5 Páginas) • 173 Visitas
Capítulo uno
EL PACHUCO Y OTROS EXTREMOS.
El resumen de este primer capitulo el autor Octavio Paz en su ensayo: habla sobre el adolescente y su asombroso descubrimiento de sí mismo, que lo lleva por conclusión, a una consciente soledad en el mundo, ¿qué somos y cómo realizaremos eso que somos?, la adolescencia, ese preciso momento en que tomamos conciencia de nuestro ser, es comparado por el autor con los pueblos “en trance de crecimiento”. El México pos revolucionario, dejó un país en etapa reflexiva que necesariamente lo llevó a la auto contemplación, fue entonces, cuando afloraron distintos niveles históricos que convivían, o se enfrentaban, en un mismo presente, México, estaba hecho de distintas razas, además de las diferentes lenguas, que ya de por sí marcaban una brecha por entender.
Fue en la ciudad de Los Ángeles donde Octavio Paz comenzó su análisis, comparando precisamente al gringo promedio, con más de un millón de mexicanos que ahí radicaban, mexicanos que no se mezclan y que se autonombran Pachucos, es decir, “bandas de jóvenes generalmente de origen mexicano, que viven en las ciudades del sur, que se singularizan por su vestimenta conducta y lenguaje”, personas que no quieren volver a su origen mexicano, pero que tampoco quieren pertenecer al sistema americano.
El Pachuco, según Octavio Paz, “Es uno de los extremos a los que puede llegar el mexicano”, siempre marginal, al Pachuco le gusta irritar a la sociedad, entonces, y sólo entonces, el Pachuco encuentra su lugar en el mundo y por lo tanto, su razón de ser, se siente libre de romper las reglas, de conocer lo prohibido, en pocas palabras, de desafiar al sistema.
Entonces el Pachuco se sabe distinto y por ello, se sabe solo, Paz niega el supuesto complejo de inferioridad que caracteriza al mexicano, “Sentirse solo no es sentirse inferior sino distinto”, de hecho, la soledad no es una ilusión, es la vida contemplada con los ojos abiertos, la soledad del mexicano, tiene sus raíces en su profundo sentido religioso, y en la muerte, la compañera perfecta de la vida, sólo en México se rinde culto a la muerte pues se sabe dadora de vida.
La historia de México es la búsqueda de su origen: indigenista, hispanista, afrancesado; México, quiere “volver al centro de la vida de dónde un día, en la conquista o en la independencia, fue desprendido”.
Capítulo dos.
MÁSCARAS MEXICANAS.
Varias son las facetas del mexicano, ser singular que sin embargo, “siempre está lejos, lejos del mundo y de los demás, lejos también de sí mismo,” Capaz incluso de hacer uso del silencio, además de la palabra, como un instrumento de defensa”.
El poeta reflexiona sobre el poder real que la palabra misma ejerce sobre el mexicano, conceptos como “rajarse”, revelan el grado de machismo que todos llevamos dentro, ¡Puto el que se raje! otro ejemplo, que sólo en México existe, es el albur, lenguaje secreto, ingenioso, de fuertes connotaciones sexuales que agrede, reta, y finalmente, termina por demostrar nuestro carácter cerrado frente al mundo.
El mexicano usa máscaras para proteger su intimidad, no le interesa la ajena y por lo tanto, el círculo de la soledad se vuelve a cerrar, la manera instintiva en la que consideramos peligroso a todo lo que representa lo exterior, tiene su razón si revisamos la historia de nuestro país, las derrotas se sufren con dignidad, Lo anterior, subraya el autor: “No carece de grandeza”.
Mención aparte sería el caso de la mujer mexicana, mujer cuyo recato tiene que ser a toda prueba, la vanidad masculina, heredada de los indígenas y los españoles, se regodea bajo la sumisión, económica, moral y social de la mujer, “En
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