EL PAPEL DE LAS MARCAS SEGÚN EL CORTO LOGORAMA

Es oportuno resaltar que convivimos día a día con diferentes marcas, desde que nos levantamos hasta que el día termina, convivimos y hasta alimentamos nuestro cuerpo con ellas, esto se logra hasta tal punto que los más fieles a ellas resultan convirtiéndose en fanáticos de las mismas, viviendo y consumiendo a la manera que las marcas dicen que está bien.

Entrando en detalle, al visualizar el corto animado Logorama ganador de un Oscar a mejor corto animado, la saturación de marcas es innegable, se observa que cada estructura física está diseñada a partir de los símbolos representativos de cada marca que pueda llegar a ser conocida por el ser humano, el cortometraje hace mucho más notorio como está compuesto nuestro entorno, nos demuestra realmente que nos desenvolvemos en un ambiente donde casi llega a ser imposible no tener relación alguna o contacto con una marca, desde el objeto más sencillo como un lápiz hasta un carro pertenece a una marca.

Pero más específicamente la crítica que se logra con Logorama, sobre lo que realmente trasciende en el corto, es que en la actualidad cada marca busca la manera de ser más sobresaliente que otra, en donde se cae en un mundo de plasticidad en el que cada una se hace retoques, o quiere causar sensación para convencer cada vez más a sus seguidores de que lo que ellos hacen es adecuado.

Sin embargo dentro del corto se evidencian claramente dos bandos el bueno y el malo, en este caso el papel de bueno es desempeñado por Michelin como el policía, mientras que en el bando malo se encuentra a Ronald McDonald como un traficante de armas químicas y de fuego; sin importar el papel que cada una desempeña en el corto, es apenas claro lo que logra significar, y es como las marcas se destruyen entre sí, y en ese mismo sentido van destruyendo lo que las rodea, en un punto de demostrar quién es mejor haciendo que; lo mismo pasa con Haribo y Big Boy con el león de la Metro-Goldwyn-Mayer pero de una manera más infantil.

Volviendo a Ronald Mcdonald es necesario enfatizar en el papel bajo el cual se ha construido su personaje, suponiendo que un payaso es el amigo de un niño, en este caso resulta ser la pesadilla de muchos personas desde la infancia, un payaso psicótico que es capaz de cualquier cosa, es ahí cuando se pone a discusión que tan amiga y que tanto le importa un consumidor a una marca, o si solo busca tener y lograr lo que ella desea.

Así pues las marcas no son del todo malas, sólo debemos tratarlas de una manera diferente, quizá verlas con un poco más de criticidad, si bien las marcas nos proveen de alimentos, vestimenta, y servicios de los cuales dependemos para desarrollarnos como personas, es importante conservar nuestra prudencia y no depender totalmente de estas, solamente cuando dejemos de idolatrarlas como lo hacemos actualmente, tendremos la capacidad de ser más correctos y centrados en nuestras decisiones como consumidores.

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