EL POSITIVISMO
Enviado por PELON21 • 7 de Diciembre de 2011 • 4.092 Palabras (17 Páginas) • 364 Visitas
INTRODUCCION
En este trabajo pretendemos exponer las líneas fundamentales de la teoría pura del derecho, de uno de los más grandes juristas de todos los tiempos, cuya obra ha originado polémicas diversas, reconociendo los estudiosos innegables aportes a la ciencia y filosofía del derecho por parte del ilustre maestro vienés. En primer lugar se analizan en los distintos apartados las tesis del autor cuya formación ancló, no solamente en el conocimiento del derecho en sus más elevados exponentes, sino en la obra de los historiadores, los literatos v especialmente los grandes filósofos de diversas épocas, pues Kelsen fue un jurista con amplísima cultura y formación, además de ser original y creativo en la elaboración de su ingente obra. En un segundo momento se expresarán algunas reflexiones evaluativas de las aportaciones de Kelsen para llegar a conclusiones.
La producción de Kelsen es enorme y sus obras se han traducido a más de veinticuatro lenguas. Con respecto a ese corpus el jurista Luis Recaséns Siches señala que se puede clasificar en cuatro grandes sectores:
"a) los trabajos de teoría pura del Derecho y del Estado, que constituyen la obra más importante, por virtud de la cual ha obtenido su mayor fama y es considerado con justicia ya como uno de los grandes clásicos del pensamiento jurídico; b) las aportaciones a la historia de las ideas políticas, tanto del pretérito como del presente de la democracia y de la libertad; c) los libros de dogmática jurídica, en el campo del Derecho Constitucional, del Administrativo y del Internacional; y d) algunas aportaciones a la Sociología y a la Historia del Derecho". La teoría pura del derecho y por ende la filosofía del derecho, la historia de las ideas políticas, los libros de dogmática jurídica y temas de la sociología e historia del derecho constituyen el vasto campo de investigación jurídica de Kelsen.
El lenguaje de Kelsen es muy técnico, riguroso y preciso, tanto que reitera sus conceptos, lo cual se refleja en este texto, pero preferirnos las repeticiones a vagas generalidades. También es un lenguaje analítico y abstracto propio de la reflexión filosófica. Finalizaré el trabajo con una apreciación crítica y algunas conclusiones.
EL POSITIVISMO , SUS ORIGENES (HANS KELSEN)
El verdadero fundador del positivismo es Augusto Compte. Pero a éste no le faltaron precursores. El mismo se reconoce como sucesor principalmente de Hume y secundariamente de Kant, y Hume es con su empirismo el ascendiente directo de Compte en el método positivo; y sus relaciones con Kant, si bien tardías y superficiales son claras. Era propicio para el desarrollo del positivismo el momento histórico en que Compte lo formuló. Las ideas materialista y empiristas habían ya ido infiltrándose en muchas inteligencias; el criticismo había socavado los cimientos, y las derivaciones de la metafísica idealista y panteísta no eran para conciliarle la estima de los hombres aficionados a lo material y concreta. Por otra parte los progresos en las ciencias físicas y matemáticas, la nueva afición a los estudios históricos, un ambiente intelectual verdaderamente positivo eran terreno abonado al florecimiento de una doctrina que no exigía sacrificio alguno positivo ni pedía esfuerzos intelectuales.
Para Compte positivo es inseparable de relativo, de orgánico, de preciso, de cierto, de real. La filosofía positiva se contenta con las realidades apreciables por nuestro organismo, por esto es real; elimina toda inquisición sobre lo absoluto, por esto es relativo. Inclina al espíritu a lo útil, poniéndole en condiciones de poder aprovechar el curso de los acontecimientos. Quita todo lo indeterminado y vago haciéndose precisa como la ciencia matemática, cuyo método adopta; es orgánica, porque da unidad a la fenomenología y permite elevarla a sistema; exige el asentimiento porque nada avanza que no sea perfectamente demostrable y está enteramente acorde con los hechos cuyas leyes invariables descubre, y así abre un camino seguro al progreso científico. Por esto, como Compte se complace en repetirlo, el positivismo no es otra cosa que "el sentido común generalizado y sistematizado".
CORRIENTES POSITIVISTAS
TENDENCIAS.
a) Positivismo extremado: afirma que el derecho natural no existe: se trata de una hipótesis ideológica, mediante la cual se pretende atribuir existencia objetiva a valoraciones que no existen sino subjetivamente en la mente del autor. Este positivismo crudo va siempre unido a un relativismo y escepticismo en lo que se refiere a la objetividad de la justicia y los valores jurídicos. El representante máximo contemporáneo es Hans Kelsen. Este sostiene que la creación normativa está sometida solamente a ciertas estructuras formales, pero que dentro de ellas, dicha creación es completamente libre y depende por completo del arbitrio del órgano.
b) Positivismo atenuado: considera como objeto propio de su estudio en primer lugar las creaciones de los órganos de la comunidad (la ley), pero admite junto a ella y en forma complementaria la presencia del derecho natural. El derecho natural sirve de complemento al derecho positivo. Es la posición que se atribuye a Vélez Sársfield en el artículo 16 de nuestro Código Civil: "si una cuestión no pudiera resolverse ni por las palabras ni por el espíritu de la ley, se atenderá a los principios de leyes análogas; y si aún la cuestión fuere dudosa se resolverá por los principios generales del derecho".
CARACTERES GENERALES
Esos principios fundamentales pueden sintetizarse de la siguiente manera:
a) el rechazo de la metafísica y de toda proposición no vinculada con hechos constatados.
b) el rechazo de los juicios de valor, en cuanto no se apoyan en certezas y en leyes científicas.
c) el empirismo, único medio de llevar a cabo observaciones sistemáticas y ciertas, para deducir conclusiones válidas.
d) el fenomenalismo, que sólo acepta la experiencia obtenida por la observación de los fenómenos.
Como se ve el positivismo es, sobre todo, una actitud frente al problema del conocimiento y la expresión más clara del espíritu cientificista del siglo XIX.La realidad empírica se convierte en lo verdadero y en el único objeto del conocimiento; lo cual supone una renuncia a cualquier planteó o propuesta valorativa. Se trata de explicar, con la aplicación del método científico, la totalidad de los fenómenos, sean de orden natural o espiritual. Aquello que no pueda someterse a las premisas y condiciones de
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