EL VERANO FELIZ
Enviado por victorkno02 • 4 de Noviembre de 2013 • 1.384 Palabras (6 Páginas) • 453 Visitas
La frase “Para ser feliz es necesario ser libre” es una afirmación acertada y correcta desde mi punto de vista. No se puede llegar a tener la plena felicidad sin libertad. En el libro Doce Cuentos Peregrinos de Gabriel García Márquez puede verse reflejada esta teoría.
En el cuento “La luz es como el agua”, los niños, Joel y Toto, al no tener libertad, no eran felices. El cuento trata varios temas, entre ellos la imaginación, la poesía de los objetos y la libertad. Sobre estos temas se pueden enunciar algunas ideas que plantea el texto, por ejemplo: la imaginación permite superar los límites que impone la realidad; la imaginación puede dar vida y poesía a los objetos; la libertad es un requisito para ser feliz.
Los chicos querían buscar esta libertad, que no lograban conseguir porque estaban encerrados en una ciudad sin mar ni río. Ellos venían de Cartagena, donde las playas son únicas y ahí ellos podían ser libres y felices.
“En la casa de Cartagena de Indias había un patio con un muelle sobre la bahía, y un refugio para dos yates grandes. En cambio aquí en Madrid vivían apretados en el piso quinto del número 47 del Paseo de la Castellana”
Se dan datos precisos del ámbito geográfico donde transcurre la acción, en Madrid, España “una ciudad remota de veranos ardientes y vientos helados, sin mar ni río”. Por eso, los padres no entienden el pedido extraño de los niños:
“En Navidad los niños volvieron a pedir un bote de remos.
-De acuerdo -dijo el papá, lo compraremos cuando volvamos a Cartagena.
Totó, de nueve años, y Joel, de siete, estaban más decididos de lo que sus padres creían.
-No -dijeron a coro-. Nos hace falta ahora y aquí.
-Para empezar -dijo la madre-, aquí no hay más aguas navegables que la que sale de la ducha.”
Con ayuda de su imaginación los niños logran escapar de esta realidad de americanos en una ciudad europea añorando la libertad de su ciudad natal en contacto con la naturaleza y el mar, “navegando en la luz”:
“La noche del miércoles, como todos los miércoles, los padres se fueron al cine. Los niños, dueños y señores de la casa, cerraron puertas y ventanas, y rompieron la bombilla encendida de una lámpara de la sala. Un chorro de luz dorada y fresca como el agua empezó a salir de la bombilla rota, y lo dejaron correr hasta que el nivel llego a cuatro palmos. Entonces cortaron la corriente, sacaron el bote, y navegaron a placer por entre las islas de la casa.
Esta aventura fabulosa fue el resultado de una ligereza mía cuando participaba en un seminario sobre la poesía de los utensilios domésticos. Totó me preguntó cómo era que la luz se encendía con sólo apretar un botón, y yo no tuve el valor de pensarlo dos veces.
-La luz es como el agua -le contesté: uno abre el grifo, y sale.”
Estos traviesos niños con el poder de su creatividad logran escapar y divertirse con los medios que disponían. Consiguiendo esta libertad de poder navegar en la luz, ellos eran felices. Por haber ganado el premio de oro en la escuela, sus padres les regalaron los remos y botes que ellos querían. Sólo los niños entendían esta ciencia de navegar en la luz, y sólo se sentían libres y felices mientras lo hacían. Esta fascinación por ser libres, y rebeldes los llevo a no tener límites y no enseñarles a los compañeros cómo navegar en la luz, y por esa razón murieron ahogados:
“habían abierto tantas luces al mismo tiempo que la casa se había rebosado y todo el cuarto año elemental de la escuela de San Julián el hospitalario se había ahogado”.
En el final, estos niños caribeños invitan a sus compañeros de escuela a su departamento mientras los padres no están. En ese momento son libres y su felicidad consiste en disfrutar de la navegación. Pero viven en un departamento en Madrid, lejos del mar y del río, y la única posibilidad que encuentran para navegar es romper los foquitos de luz para que inunde el departamento como si fuera agua. Su imaginación
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