ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA ETICA EN EL TRABAJO PROFESIONAL

2.1.2 ELEMENTOS CONSTITUTIVOS DE LA ETICA EN EL TRABAJO PROFESIONAL

Toda persona es responsable de su trabajo en la medida en que es libre para realizarlo. Un trabajo contribuirá en mayor medida al propio desarrollo cuanto mejor hecho esté. Un trabajo éticamente bueno debería ser realizado técnicamente bien. La dimensión normativa se refleja en la aportación de Andrew (1969): la perfeccionalidad en el trabajo implica que técnica y ética son indispensables. Esta indispensabilidad de lo técnico y lo ético explica que comportamientos no éticos, como el mentir, nunca pueden formar parte de las de la profesión. La profesionalidad, en su dimensión técnica y ética, puede ser juzgada en cualquier tipo de profesional. Todo trabajo, por pequeño o desapercibido que pueda parecer, es ocasión para la realización personal y el servicio a otros. Peter drucker, las empresas deben hacer bien las cosas para poder hacer el bien. Un servicio profesional de calidad ofrece un trabajo acabado, bien hecho. • Drucker pone de manifiesto otro principio ético que permite aclarar en qué medida un trabajo es mejor o peor en sentido ético, y en su dimensión de servicio. Si la persona se comporta bien en su trabajo, pero no lo convierte en ocasión de servicio, está olvidando la dimensión externa de ese trabajo y las consecuencias sobre terceros. El mismo trabajo que podría ser ocasión de engreimiento, de autoafirmación egoísta y, con ello de empobrecimiento. El trabajo constituye o debiera constituir, un medio insustituible para el desarrollo de las propias cualidades o virtudes personales. El trinomio ético, bien, norma y virtud, se conjuga en perfecto dinamismo cuando se habla del trabajo. Un trabajo bien hecho constituye mayor bien para el k lo realiza, y para quien lo contrata, si pone en práctica principios básicos. El concepto clásico de virtud tiene que ver precisamente con la excelencia humana. El cumplimiento terminado de los propios deberes profesionales, no es solo un deber, una norma, es en realidad una ocasión para el desarrollo de la propia plenitud y, por tanto debe ser llevado a la práctica. El buen profesional procura formarse, estar al día en lo que le compete, ese esfuerzo le enriquece y le da la oportunidad de servir mejor. Mediante la realización del trabajo profesional cada individuo no solo transforma cosas, sino que puede llegar a realizarse a sí mismo como persona. La persona se enriquece o se envilece según actué en su trabajo. La práctica de las virtudes en el desarrollo del trabajo, contribuye a la construcción de la confianza. El orden genera confianza, pues facilita el trabajo de terceros y permite la previsión. La naturaleza social del trabajo en las organizaciones es la que lleva a que el desarrollo humano comience en el individuo pero termine expandiéndose hacia los demás. El resultado final de un trabajo bien hecho debería ser la construcción de confianza alrededor de quien obra con excelencia personal. Trabajar profesionalmente, trabajar bien en sentido técnico y ético, ayuda a construir organización, trabajar mal, destruye organización. • No todo trabajo es ocasión de desarrollo personal. Cuando falta libertad para trabajar, no hay posibilidad de crecer como persona. Cuando las características del trabajo en una organización impiden el desarrollo personal e incluso propician compartimentos no honrados, entonces deja de ser un bien y puede llegar a convertirse en tarea destructiva para los trabajadores, •Una organización en la que se rechaza, o se critica y se dificulta el trabajo bien hecho, es una organización enferma. No toda organización fomenta la calidad ética del trabajo y, por lo tanto, la de sus trabajadores.

2.1.3 UNA TIPOLOGIA ETICA DE LAS ORGANIZACIONES: ENFERMAS, SANAS Y EXCELENTES

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